002| Nombramiento del alpha.

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B E H A T I M I L L E R .

-¿Cuándo dicen que regresan? -pregunta Isabella, una las chicas de la fraternidad. Miré a Channel y nos encogimos de hombros.

-No lo sabemos, la abuela está enferma. Quizás el lunes antes de clases o mañana en la noche. -responde Channel. Ambas terminamos de empacar las maletas y las cerramos.

-Pero la fiesta es hoy en la noche, no pueden faltar. -Melanie se sienta en mi cama al lado de la gran maleta que lleva Channel.

-Tenemos un código: familia antes que amigos -más bien: manada antes que ánthropos-. Así que lo sentimos. Solo es otra fiesta más, de esas habrán para siempre, la familia no -tomó la mochila en la que unicamente llevo un vestido de gala y dos mudas de ropa-. Vamos, Channel. Kendrick está en la puerta. -el timbre sonó y supé que era mi hermano por que sentí su olor cerca hace un minuto.

Channel y yo bajamos de la segunda planta para encontrarnos con mi hermano Kendrick. Somos trillizos, unos locos y coquetos trillizos pelirrojos que cautivan el corazón de más de una persona aquí en la universidad, en especial al abuelo, por ser los menores de sus seis nietos, pero en especial yo por ser la última en nacer, quizás por eso también mete sus narices en donde no debe.

Los treinta lobos jóvenes entre los diecisiete y los veintitrés años nos encontrábamos caminando en medio del bosque con nuestros equipajes para estos dos días mientras contábamos historias o anécdotas graciosas que nos hacían reír demasiado, incluso creo que auyentamos a una pavada de palomas o buitres, lo que sea que salió del bosque hace un rato.

Cuando puse un pie en el territorio de la manada tuve que parar. Un olor muy sabroso y delicioso que me encanta se empezó a hacer presente en mis fosas nasales, en una cantidad pequeña, pero podía olerlo perfectamente-¿Estás bien, Be? -pregunta mi hermano. Lo mire con mis ojos un poco caídos y sosteniendome de mis rodillas. Esto me esta robando un poco de mi energía y sé que es porque mi mate también sabe que estoy aquí.

-Creo que mi mate esta cerca, Ken. -él vino a mí para tomar mi bolso y ayudarme a caminar.

-No te preocupes, Behati, todo va a estar bien. -asiento un poco y como pude caminé hasta la casa de la abuela, que es una de las casas más alejadas y a cada paso que daba me sentía más débil al igual que sentía como mi energía se iba de a poco de mi cuerpo.

-¿Behati? -escuché a la abuela y esta vez no me apretó mis mejillas sino que me abrazo mientras me ayudaba a sentarme en el sofá del living-, ¿qué tienes? Estás muy pálida, mi vida.

-Su mate esta cerca -responde Kendrick por mí, con un poco de enojo marcado en su voz-. No quiero que esté cerca, le está haciendo daño, abuela. -siento como alguien a me acaricia el cabello.

-Sólo será durante un par de horas, hijo -escuché a papá-. Debe ser alguien muy poderoso para estar robando su energía de está forma. Un Alpha quizás. -abrí los ojos de golpe.

-Estás diciendo que... -me interrumpe.

-Tu mate es Chase o Jason. -cerré los ojos de nuevo.

¿No pudo pasarle esto a Channel? Ella es quien está enamorada de ellos. Pero como lo digo, la vida nunca es justa, una completa perra y mi hermana no va a querer hablarme por mucho tiempo si mal interpreta las cosas.

El resto de mi tarde me la pase en la cama, tomando las bebidas que la abuela preparó para mí y un energizante, logrando recuperar las fuerzas para ir a esa ceremonia a la cual por ningún motivo quería ir, no me agrada la idea de que uno de esos dos idiotas es quien me estuvo robando toda la tarde mi energía.

Mi hermano y yo estábamos en el pasillo mirando un poco muy raro a mi hermana. Tenía un vestido tan ajustado y corto que creo que en cualquier momento estallaría su cuerpo. Su rostro tenía más maquillaje de lo usual y tenia unos tacones de unos veinte centímetros de alto. Bueno, quizás exagero, pero yo nunca me subiría en algo de ese tamaño.

-¿Vas a pararte en una esquina? -es lo primero que se me sale de la boca. Mi hermano ríe un poco y Channel me mira mal, muy mal.

-Qué graciosa. -rueda los ojos y camina pasando por en medio de Rick y yo. Estaba tan alta que incluso pasaba a mi hermano y él es un poste de casi un metro noventa. Yo por mi lado, con mi metro sesenta y seis, quedo en sus hombros. Yo llevo puesto un vestido hasta mis rodillas azul verdoso y unos tacones de cinco centímetros beige, no tengo mucho maquillaje y mi cabello esta al natural.

Me encogí de hombros y pase mi mano por el brazo de mi hermano para empezar a caminar hasta el lugar en donde se va a llevar a cabo la ceremonia y en donde por supuesto, el olor se intensificó y mis energías caían de a poco. Cuando la ceremonia empezó el olor se hizo muy cercano.

Todos los presentes nos levantamos y aplaudimos mientras la familia mayor entraba, aunque mis aplausos son erráticos y sin ritmo porque me cabeza está muy aturdida pero todo paso a otro nivel cuando Chase Walker entró en la sala y su vista se encontró con la mía.

En ese momento supe que lo que menos quería paso. Chase Walker es mi mate y ahora sin importar qué, lo voy a marcar como mío y él también lo hará conmigo.

Sus ojos al igual que los míos demostraron inconformidad, por lo que cuando paso por mi lado siguió caminando hacia las primeras filas, que están a dos de las mías. El olor que desprendía su cuerpo cada vez me ponía peor, incluso tuve que tomar otra bebida de la abuela pero no sirvió mucho, solo un poco, lo necesario para disimular durante la ceremonia.

-Chase Walker, el consejo de las manadas cede el puesto de Alpha de tu padre a ti en la manada Golden Eyes, debes prometer proteger, ayudar y salvar a toda tu manada de cualquier peligro. -dice el lobo más viejo de todos y quien empezó la epidemia de hombres lobos en el mundo.

-Lo prometo. -dice serio.

-Por el pacto de sangre se va a confirmar el nuevo mandato y en el cual confirmaremos que fue entrenado para este puesto -Chase toma una vara afilada y hace una larga línea en su palma al igual a su padre, quienes se dan la mano mientras se dan un breve abrazo-. En nombre de la diosa Luna te nombro oficialmente como jefe y alpha de tu manada. -todos nos levantamos y aplaudimos como si de una boda ánthropoda se tratara.

Chase se dio la vuelta mientras sus ojos se ponían sobre mí, lo cual me puso casi a delirar y no porque me gustara, sino porque cada vez que sus ojos hacen contactos con los míos mi energía sale cada vez más disparada de mi cuerpo.

Todos se levantaron a aplaudir y yo igual, pero como los de el principio, sólo que está vez mucho más lentos. La vista se me nubló cuando él empezaba a caminar hacia mí, y lo último que sentí antes de caer en la inconsciencia fueron dos grandes manos en mi espalda y una ronca voz que escuche hace unos minutos.

-Mía. -fue lo que dijo.

Editado.

Mi mate el alphaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora