Capítulo 25.

16K 998 1
                                    

Mire confundida a mamá y la abuela y ella me miraron de igual manera, sin ninguna poder tener un explicación. Él fue donde la abuela, en donde con una bara con la punta roja, paso por su cintura, en donde se hizo presente una luna menguante, igual a la que tiene Alice, pero sin la estrella.

—La manada Golden First, tenía una característica, y era una luna menguante en su cuerpo, cada personas que es descendiente cada una —la abuela se estaba quejando. Al parecer eso dolía—. Cada generación va incrementando el poder y la habilidad de la mujer lobo. —camino a mamá y apuntó a su brazo con la bara. Mamá solto un grito más agudo que la abuela cuando la luna se hizo presente en su cuerpo, junto con una v de lado.

>>—Había una leyenda; una descendiente va a tener una luna junto a una estrella cambiante, un peligro eminente para los vampiros y las cosas que siempre han temido los hombres lobo. Esa mujer es como un rayo de sol, que cuando abre los ojos, puede evaporar hasta al más fuerte de los peligros —llegó a Channel, y paso la bara por el brazo contrario al de mamá. Ella soltó un grito fuerte al sentir como se hacía presente la luna y la mitad de la estrella—. Ellas son un peligro, en especial ella —me señaló—. Es una cambiante, además de que en cualquier momento puede descubrir el poder que tiene. 

La bara paso desde mi hombro, hasta el comienzo de mí pecho, el ardor fue horrible. Evite soltar ese grito tan fuerte que quería soltar e intente ver como la luna menguante salía ahí, justo al lado, una estrella completa, pero sin nada dentro. Apreté mis dientes y lo volví a mirar.

>>—Como podrán notar, ella no tiene la estrella cambiante. La estrella cambiante es la que cambia de color diferente y en la noche es negra como la misma —Alice no, no puede ocurrirle nada—. ¡Oh sorpresa! La linda Behati dio a luz a su primer bebé hace un par de semanas.

—¡Hazle algo a mi hija y juro que voy a matarte con mis propias manos! —le grité.

—Sí, eso confirma mis sospechas; Alice Walker es la elegida de la luna. Pero ustedes idiotas, no pudieron traerla por que las venció una mujer lobo alpha. Ahora la niña está en un lugar de alta seguridad. Ahora hay que planear otro ataque sorpresa.

Ellos se fueron y nos dejaron solas, con algunos aparatos que se encendían cuando alguna hacía un movimiento brusco, mandando una corriente y a mí, me ajustaron más las manos, casi evitando que la sangre pasara.

—Las sacaré de aquí, cueste lo que me cueste. —les dije.

—Será mejor esperar, Be —Channel estaba llorando—. Ni siquiera sabemos donde estamos.

—Pesimistas.

Mi zona baja me estaba doliendo, como lo hace desde que nació Alice. Aún no soy capaz de cerrar del todo mis piernas y mi vientre aún está adelgazando. Intente subir mi cuerpo hasta la soga pero ya no sentía mucho mis manos. Solté un bufido. Empecé a balancear mi cuerpo de atrás para adelante y tomar buen impulso y poder quedar con mi rostro cerca de la soga.

Un fuerte dolor cruzó mi vientre y solté una maldición—¡Al diablo! —suspiré antes de volver a intentarlo.

—¡Ya detente Be. Estamos pérdidas! —me gritó mamá y me enojé más.

—¡No mamá, no voy a esperar a que le hagan daño a mi hija! —solté un bufido—. Dime, si en vez de ser yo, fueras tú, y a alguno de nosotros nos quisieran matar, ¿te quedaría se brazos cruzados, esperando a que vengan con la mala noticia?

—Por supuesto que no.

—Entonces no me interrumpas.

—Be, pariste hace dos semanas, aún estás mal.

—No me importa.

Volví a columpiarme, fue así durante un par de horas, hasta que el dolor empezó a ser menos, y yo estaba acostumbrada a sentirlo. Quede de cabeza al suelo, con mi rostro justo en el nudo que tenía las sogas. Esos estúpidos me amarraron con cinco sogas. Mis piernas me sostenían mientras con mis colmillos quite cuatro de ellas.

—¿Por qué sigues colgada? —me pregunto en un susurro la abuela.

—Tengo un plan, ustedes sólo siganme el juego.

Un largo rato después se hizo de noche, y nosotras aún seguíamos colgadas, pero yo ya tenía movilidad en mis manos y estaba recuperando todas mis fuerzas. La puerta se abrió y nosotras nos pusimos en alerta. Un vampiro de unos treinta años entró con un carrito con cuatro platos de comida. Le dio a cada una, y no seguía con la otra hasta que no terminarán la última migaja. Llegó a mí y le sonreí falsamente.

Lance una patada en la comida y está cayó a suelo, y antes de que él reaccionara, mis piernas ya se estaban enredando en su cuello para estrangularlo. Abrí mis manos con fuerza y estas quedaron libre de las ataduras que las mantenían presas. Hice que ambos cayeramos al piso. Él aprovechó eso para levantarse al igual que yo. Empezó a mandar golpes en mi rostro pero logre esquivarlos. Mire el carrito que trajo y habían un par de cuchillos de madera y de plata. Sí que son estúpido estos vampiros. Tome el de madera y lo miré. Levanté mi pie con fuerza, justo dando en su rostro, haciéndolo caer en el suelo.

No lo dude un minuto y enterré el cuchillo justo en su corazón. Él empezó a evaporarse y cuando menos pensé, sólo estaba la Mancha de la sangre que alcanzó a derramar.

—Cuanto extrañaba esto —moví mi cabello hacia atrás y me acerqué al carro de nuevo, para tomar el cuchillo de metal. Caminé donde la abuela y escalé en la reja que había en su espalda. Desconecte los cables que eran necesarios y luego subí para romper la cuerda de sus manos—. Deberían confiar más en mí. —dije al terminar de desatar a Channel.

Ella cayó de pie al suelo, moviendo sus muñecas y sus piernas. Me acerqué al carrito para tomar el otro cuchillo que había.

—Channel —le lance uno de los cuchillos y ella lo atrapó en el aire. Mamá me miro y negué. Channel y yo éramos más hábiles peleando con armas y sin ellas. Mamá y la abuela habían perdido su toque ya—. Ustedes cuidennos la espalda. Encontraremos unas salida.

(•••)

Los capítulos están siendo un poco más intensos. Espero que les esté gustando. Pueden hacérmelo saber por medio de los comentarios y una estrellita.

Pdt: La imagen en multimedia no tiene nada que ver con el capítulo, pero me gusta.

Los quiere.
Italia.

Mi mate el alphaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora