Chazz Pov
¿Acaso acaba de decir que estaba embarazada?, ¿de nuevo?. No sabía como reaccionar en este momento, sé que estoy feliz, demasiado, pero lo que pasa es que esa noticia ya la había conocido antes, la diferencia es que la primera vez lo supe antes que ella y ahora..., ahora ella me da la noticia. Ella me miraba con una sonrisa burlona. Sus manos subieron a mi rostro y yo aún no podía quitar la mirada de su rostro, encontrando alguna evidencia de broma o algo, pero ella es mi mate, sé cuando miente y cuando no, y en este momento, no lo hacía, ni un poco.
Reaccione a besarla con una enorme sonrisa, creo que iba a partir mi rostro en cualquier momento. Todos se emocionan cuando le dicen está noticia por segunda vez, pero es donde te das cuenta de las cosas que ahora están ocurriendo; la guerra, otra bebé de seis meses que apenas y gatea y que aún somos jóvenes, pero aún así, este bebé también va a hacernos feliz, al igual que Alice. ¡Ay, Be! En la que nos metemos.
A este paso vamos a dejar una manada de sólo cachorros.
Me separe de ella y la miré de nuevo a esos ojos azules que tanto me encantan en ellas dos—No me jodes, ¿verdad, Be? —ella negó sonriendo.
—Vamos a tener otro bebé, Chazz.
Ahora que me fijo bien en los ojos de una embarazada puedo notar el brillo que contienen, con la ilusión de ser una madre es algo que los hombres no podremos entender nunca, porque nunca tendremos la oportunidad de tener una vida dentro de nosotros, y eso es algo de lo que agradecer a quien no creo, a la mujer en especial.
Me encantaba la faceta de madre en Behati, era algo maravilloso verla despertar con sonrisas a nuestra hija en la mañana, o cuando pasaban un lindo rato de picnic en el bosque algunas veces, o cuando la veía emocionada comprando cosas para Alice.
Creo que de Behati no haber sido mi mate lo más seguro es que también me hubiera enamorado de ella, en ella está lo que siempre quise en una mujer, desde pequeña me llamó la atención, y siempre la molestaba para tratar de evitar las "hormigas" que sentía por ella.
Quizás tuve un par de novias en Wilmors, pero todas parecían ser sumisas, hacían todo lo que les pedía hacer, no tenían voluntad propia, ni criterio, creyendo que de esa forma lograrían ser mis mates o si no la encontraba, hacer a una de ella luna de mi manada, pero lo que no me esperaba era encontrarla en la misma manada, el mismo día en el que fui coronado Alpha.
En todos estos casi dos años no corone a Behati como debe de ser, no hice el proceso para hacerla sentir como la reina que es, pero con todo esto no hemos podido preparar bien la ceremonia. Pero todo está listo, sólo estamos esperando que acabe la pelea.
—Te amo, mucho. —le dije mientras la abrazaba.
—Yo a ti, Chazz.
Ambos salimos de nuevo al jardín, en donde todos estaban empezando a bailar y a reírse, disfrutando de la reunión familiar por mi cumpleaños. No esperaba nada hoy, quizás sólo pasar la tarde con mis dos chicas y salir a pasear por la ciudad o ver una película, pero aquí estaban la mayoría, incluso la familia de Behati.
Sentía a Behati un poco enojada con una de sus primas, la cual no dejaba de mirarme e incluso me ponía incómodo. Creo que estaba celosa y no podría dejarla estar cerca ni un segundo, menos ahora que ella está embarazada de nuevo.
Alice estaba un poco estresada y confundida entre tantas personas nuevas, sólo estaba acostumbrado a estar con pocas personas, en especial con sólo nosotros dos. Cuando la recibí de los brazos de una de mis primas, se aferró a mí y pude ver un poco el temor en su hermosos ojos, y no pude evitar besar su frente y abrazarla para que estuviera más calmada, aún así, no se quiso separ de mí, y cuando lo hizo fue cuando vio a Behati a nuestro lado, y si de mí no se quiso despegar, de ella parecia como si fuera a meterse en su piel.
Mi niña es resabiada, y nos tiene a todos controlados con su pequeño dedo. Ella es una ternura y cautiva a cualquiera con su sonrisa sin dientes. Ella es mi luz, definitivamente, bueno, ambas lo son.
Cuando Alice se quedó dormida Behati me pidió que la llevará arriba a su cuna, que ella iba a ayudar en la cocina un momento. Subí con Alice babeando en mi hombro hasta nuestra habitación y encendí las alarmas y el campo protector. Ella se quedó profunda y tome una de las alarma para cuando despierte.
A mitad del pasillo escuche dos voces discutir y una de ellas la conocía demasiado bien como para no saber que estaba a punto de explotar. Suspiré mientras bajaba las escaleras rápido pero sin llegar a correr.
Todos estaba cerca de ellas pero nadie hacía nada para evitar que siguieran discutiendo—¡Deja de mirarlo, Marie. Eres una perra! —Behati le grito enojada y con su rostro empezando a ser rojo de la irá que contenía.
—¡No es mi culpa de que él está jodidamente bueno, Behati! —le respondió.
Behati iba a saltar pero la detuve de la cintura—¡No lo mires más!, ¡voy a matarte! —ella estaba descontrolada y tuve que llevarla a una esquina, bajo la mirada de todos.
—¡Relájate, Behati! —dije mientras hacía que se quedara quieta, ella soltó un gruñido y sus ojos empezaban a cambiar de color.
—Tú eres mío —su voz comenzaba a cambiar—, y voy a hacerle saber eso. —negué mientras la detenía de nuevo.
—Me fui cinco minutos, Behati. Cinco. Regreso y me encuentro con esto. Ya basta, estás embarazada. —le órdene cambiando mi ojos de color.
Sus ojos volvieron a ser azules y guardo las garras de nuevo. Suspiro mientras ponía su rostro en mi hombro. Hay hombres que no le gusta que su mujer los celen, pero que me maten si no me excitaba cuando ella se ponía toda posesiva.
(•••)
Aquí el capítulo que tanto prometí. Siento toda la tardanza, pero aún así espero que les guste.
Voten si les gustó.
Comenten para dar una opinión constructiva.Los quiere.
Italia.
ESTÁS LEYENDO
Mi mate el alpha
WerewolfAdvertencia: Esta historia no está editada y la escribí cuando tenía unos catorce años, así que me disculpo de antemano por el final y la horrografía, espero tener pronto el tiempo de editarla y mejorar la calidad de la historia. • Simplemente sentí...