Mi mate el alpha

Capítulo 23.

Pobre de Chazz, sus días han sido muy largos, tiene que ir en la mañana a la Universidad y luego a la manada, cuando llega en la noche pasa un rato con Alice, pero en la madrugada lo despierta con sus fuertes gritos, al igual que a mí.

Estaba alimentando a Alice cuando sentí el aroma de Chase en la puerta, levanté la mirada y le sonreí cuando la cruzó. Se sentó a mi lado y me dio un beso en mis labios y luego descubrió un poco a Alice, quien estaba casi dormida mientras tomaba de mi pecho. Dejo un beso en su mejilla y se recostó en el sofá.

—¿Qué tal tu día? —pregunté mientras lo miraba.

—Estresado —suspira—. Al menos mañana es sábado y sólo tengo que dar un entrenamiento leve. Después puedo estar con ustedes todo el día. —sonreí. Él se acostó en mis piernas y cuando Alice dejó de comer, se la di para que la pusiera en su pecho un rato y le sacará los gases que pudiera.

Me debatía entre decirle a Chazz lo que descubrí en el cuerpo de Alice, pero no sé si debería preocuparme o es una simple marca que no le vimos cuando nació. Lo que me tenía asustada es que la estrella que se hizo entre la luna de los Alphas cambia de color y en la noche en negra del todo.

—Chazz. —lo llamé. Él estaba casi dormido.

—¿Mm?

—Debo decirte algo —Chazz presto atención, mirándome a los ojos—. Alice tiene algo en su cuerpo. —él se levantó con Alice y se sentó a mi lado de nuevo.

—¿Qué tiene? —pregunta.

—En la marca de los Alphas —levanté la blusa de Alice y le señalé la estrella—. Esta ahí desde hace un días, pero lo me preocupa es que cambie de color todos los días —mire la estrella azul—. En la noche es negra, y cambia de nuevo en la mañana.

—No le muestres esto a nadie, Be. —bajó la blusa de la bebé y la cubrió con su manta de nuevo.

—¿Qué es?

—Hace mucho tiempo existía una manada —empezó a relatar—. La manada originaria de Wilmors, los elegidos de la luna. La única manera de que se pudiera ser parte de ella es por la estrella cambiante —dio un par de golpecitos en la espalda de Alice con su dedo índice—. La estrella que tiene Alice —levanté mis cejas—. Un día los vampiros los atacaron, justo en un eclipse lunar, en donde todos somos débiles. Matarón a todos, o eso creyeron, hubieron un par de hombre que escaparon y rehicieron su vida en otras manadas.

>>—Tenían unas profecías; una de ellas era de la elegida, una descendiente del clan tendría una estrella, que en la noche sería más oscura que la misma y tendría poderes extra naturales, que sería quien traería la paz a los pueblos de los seres míticos —él abrazaba a Alice a su cuerpo, protegiendola—. Algún miembro de alguna de nuestras familias fue una de esos supervivientes —acosté mi mejilla en su hombro—. No sé que tan real sea esto, Be. Pero quiero que cuides muy bien a Alice y no dejes que nadie mire su espalda.

—Nadie lo hará. —niego. Chazz dejó un beso en mi coronilla y luego recostó su cabeza sobre la mía.

(•••)

Alice es una niña que pasa la mayoría del tiempo dormida, es calmada y sólo llora cuando tiene hambre, muy ocurrente en las noches. Pero en el día es calmada, es menos inquieta, en la noche es como si no pudiera dormir, se mueve mucho y sus ojos se cierran con fuerza, como si la incómodara algo.

Todos en la familia están locos con ella y con su primo, pero más con ella. Sus ojos azules cautivan a cualquiera, a sus abuelos en especial, además de que sólo la ven un par de días a la semana. Hace dos semanas llegó al mundo, haciendo a todos caer a sus pies y haciendo que aún tenga un poco de dolor en mi zona baja.

No he podido tener un poco de intimidad con Chase, por más que quisiera, mi zona íntima aún está adolorida por abrirse para tener a un bebé. Al menos él lo sabe entender y tiene paciencia en la noche.

A no más entrar en la casa, mamá me robó a mi bebé y se la llevo a la sala luego de saludarnos con un beso a ambos. Chazz me ayudó a sentar en una de los sofás de la sala y se sentó a mi lado, en el apoya brazos. Mamá, Channel y Jade la empezaron a mimar, al igual que su otra abuela, que no dejaba de sonreír cuando la veía.

—¿Cómo sigues, preciosa? —Kendrick se sienta en la silla de al lado y le sonrío.

—Aún estoy un poco adolorida por el parto, y mis pechos duelen cuando alimento a Alice. Sólo eso. —me sonríe.

—Mi sobrina es una niña muy hermosa. —dijo Adam, quien apareció con el pequeño Aiden en su brazos. Tenía sus seis meses recién cumplidos. Era un bebé de ojos verdes como los de su madre, pero con un parecido impresionante a Adam. Lo recibí en mis brazos cuando se estiró a mí.

—Él también es muy hermoso. —beso la mejilla de Aiden.

—Me halagas, hermanita. —me sonríe burlón.

—Idiota.

—Quien iba a imaginar la mansión con dos bebés tan pronto. —el padre de Chazz entró en la sala, y recibió varios insultos por parte de las mujeres cuando tomó a mi hija con cuidado.

Emma tomó a Aiden cuando empezó a llorar, al parecer tenía hambre, o necesitaba un cambio de pañal, uno nunca sabe cuando se tiene un bebé. Chazz se estaba quedando dormido en el sofá y todos lo miraban extrañado.

—Está llegando muy cansado a casa, y Alice llora mucho en las noches. No ha dormido mucho éstos últimos días —acaricio su cabello.

—Ve a dormir un rato, Chase. Yo me encargaré de los entrenamientos con Adam. —su padre lo hizo ir a su cama y cuando Alice también se estaba durmiendo de nuevo subí detrás de él.

Estaba en la cama profundo, sólo vestido con sus boxer y con una sábana que lo tapaba hasta el inició de su abdomen. Dejé a Alice en su cuna que le obsequieron sus abuelos para cuando vinieramos.

Me hice a un lado de Chazz y me acomode junto a él. Se abrazó a mi un rato después y dejó un suave beso en la base de mi cuello—Me encantas. —susurro y volvió a quedarse dormido. Un rato después yo lo seguí.

(°°°)

Aquí está el nuevo Cap. Espero que les guste, le den una estrella, dejen un comentario y puedan seguirme. Les agradecería con todo mi corazón.

¿A alguien le gusta la nueva canción de Noah Cyrus? Por que A mí me encanta Stay together, escuchenla amigos.

Nos vemos en la próxima.
Italia.