Capítulo 17.

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Decir que Chazz me dejó pensativa fue poco, incluso me olvidé de Malteada como por una semana, y si no fuera por él hubiera olvidado que hoy tengo mi ultrasonido para mis tres meses. Iba en el auto aún con el ceño fruncido, creo que he estado así toda la semana.

—¿En qué tanto has estado pensando?

Si, para terminar el idiota no se acuerda de lo que su boca soltó, y yo aquí debatiéndome en si lo que dijo es real, pero por ahora sólo creo que lo dijo por su borrachera del sábado pasado.

—Lo que sea que pienses, será mejor que lo olvides por un rato, tienes que concentrarte en esto. —besó mi frente y salimos del auto.

Cada que doy un paso en este hospital me pongo nerviosa, pienso en las agujas y los ánthropos que murieron aquí, Y mis oídos captan el irritante sonido de las máquinas que marcan el pulso de los que están muy graves. Me aferró un poco al brazo de Chazz y camino junto a él hasta la recepción, donde una mujer nos saluda con una amable sonrisa.

—Buenos días, ¿tienen alguna consulta o van a solicitarla? —pregunta.

—Venimos a una consulta con ginecología. —dice Chazz.

—¿A nombre de quien?

—Behati Miller.

—Oh, embarazo. Felicidades —nos sonríe—. La doctora la espera en el piso cuatro en el consultorio 204.

—Gracias.

Nos dirigimos al elevador y nos hicimos en una esquina. Me hice delante de él para recostarme en su pecho. Me abrazo y puso su cabeza en mi cabeza. En el segundo piso de nos unieron varias personas. Nos bajamos en nuestro piso y luego nos sentamos en la sala de espera que había. Varias mujeres estaban ahí, con enormes barrigas; solas o con su pareja.

Nos sentamos al lado de una mujer que estaba con su esposo, o al menos eso decían los anillos en sus dedos anulares. Su barriga estaba grande, pero no tanto, tendrá unos cuatro o cinco meses. Ella me sonrió.

—Algo me dice que también estás embarazada —asiento—. Supongo que tienes uno o dos meses. —niego.

—Tengo tres. —me encojo de hombros.

—Pero aún estás muy delgada, también tengo tres meses.

En ese momento me sentí un poco mal, si así debería de estar con tres meses, significa que no me estoy cuidando bien y mi Malteada no tenía mucho helado para crecer. Me quedé mirando al frente fijamente y me acosté en el hombro de Chazz, que me abrazo de inmediato.

—Lo siento, yo no... —Chazz la interrumpe.

—Tranquila, somos padres primerizos y ella aún está sensible. Tenemos veinte y aún no esperábamos esto, pero no hay que decirle nada de nuestro bebé, a veces cree que es mala haciendo esto.

Si, yo, la mujer loba más segura de toda la manada, tiene una de sus primeras inseguridades; ser madre. Sé que nadie sabe ser padre; es lo que me asusta, el no saber que hacer con él o ella, o al menos me gustaría tener unas instrucciones de cuidado. Creo que él único bebé que he cargado es el hijo de Adam y Emma que nació hace tres semanas.

Tuvieron que hacerme sentar en una silla ese día, cuando estuve a punto de cargarlo mis pies y mis manos temblaban como locas, me dieron mareos y náuseas. Por poco no pude cargar a mi sobrino, pero bueno, fue una buena experiencia, el cachorro era fuerte y hermoso, espero que el mío también sea así, o que al menos nazca sano.

En lo personal, no me interesa que sexo tiene, sólo sé que voy a quererlo de todas formas, por que es alguien que va a estar dentro de mí estos meses y que sé que voy a recordar de una buena manera.

El sistema reproductor de una mujer loba es depende de como te convertiste; sí fue una mordedura reciente, tu embarazo dura tres meses. Las células nuevas que traspasan su cuerpo, también van a la del bebé, y es como la curación, Y tarda sólo un tercio en reproducirse sano; como lo que pasó con Emma, se embarazó una semanas después que yo y nació antes que el mío. El otro caso es el mío, las que nacen siendo así, nuestro sistema reproductor es como la de una ánthropa normal, tarda los nueve meses.

Tengo miedo por que muchas veces el primogénito del alpha no llega a nacer; hay muchos riesgos de aborto y la mayoría de los bebés no lo soportan. Sé que ese también es el temor de Chazz, le preocupa que no pueda soportar todos éstos meses y que luego no podamos tener otro fácilmente. Siento que aveces no duerme o se siente tenso cuando toca mi vientre.

—Behati Miller. —una señora regordeta dijo mi nombre en voz alta, justo en la puerta que nos dijo la recepcionista. Chazz y yo caminos hasta allá y yo aún estaba un poco afectada por todas esas enormes barrigas de afuera.

Ella empezó con las preguntas, y sí me había tomado todos los medicamentos que me enviaron la vez anterior. Todo está bien, sólo falta el ultrasonido para poder definir cuanto está pesando este mes y si crece o no.

—Si tu bebé está colaborando, quizás podamos ver su sexo hoy. —asiento.

Subí mi camisa hasta mis pechos y baje un poco mi pantalón cuando estuve acostada en la camilla. Miré a Chazz y me sonrió, para luego poner la vista en la pantalla. La doctora apretó un par de botones mientras ponía el líquido frío en mi vientre y empezaba a mover el artefacto médico, haciendo que la pantalla mostrará la imagen borrosa.

—Miren, es un bebé en un buen estado, creo que va a ser un poco pequeño pero esta bien —mueve otro par de botones—. Mide entre diez y doce centímetros y pesa trescientos gramos. Todo está bien por aquí —suspiré un poco más relajada y mire a la pantalla—. Ahora puedo ver el sexo, ¿quieren saberlo? —mire a Chazz. Asintió.

—Si.

—No es seguro, pero por lo que veo, es una saludable niña. —sonrió.

Mis ojos se llenaron de lágrimas y con una sonrisa me limpie el vientre. Ella nos dejó un momento a solas con Chazz y me puse a llorar más fuerte en su pecho.

—Tengo miedo. —murmure entre hipidos.

—No tengas miedo, verás que todo va a salir bien. —él también estaba conmovido, su corazón parecía querer salir de su caja torácica.

—Sabes que hay muchas posibilidades de que pueda ocurrir algo, Chazz. No quiero que ella no este conmigo y quedar con un vacío en mi alma. —lloré y él acaricio mi espalda.

—Voy a estar contigo pase lo que pase, preciosa. —me dio y beso en la coronilla.

Esto va a ser una larga y dura travesía, Pero cuando él está a mi lado siento que mi puedo hacer todo lo que la vida traiga para mí. Mi complemento es quien me ayuda, quien me hace sentir mejor en todo momento, y espero no perderlo, a ninguno.

(°°°)

Adelante un par de días el capítulo par poder darles otro capítulo antes del fin de semana y no tener que esperar hasta la próxima semana en la que muchas personas no tendrán tiempo de leer.

Los quiere.

Italia.

Mi mate el alphaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora