Como nuestros padres lo dijeron el domingo en la madrugada cuando llegamos, nos llevaron al Instituto el lunes por la mañana, sin importarles el acto de bebé que hizo Aiden para que nos dejarán ir solos, que eso arruinaría su popularidad, a cambio recibió otra semana demás para que lo llevarán al Instituto.
Estaba un poco emocionada por conocer el instituto, voy a conocer más gente, la forma de estudio de Estados Unidos, y según mi primo, empezaría a ver historia para hombres lobos. Eso servirá para resolver un poco mis preguntas. En Alemania estudiaba en un instituto normal para ánthropos porqué no había uno cercano para hombres lobo.
—Todo esto es tu culpa —dijimos al unísono cuando nos dejaron en frente del Instituto—. ¿Qué?, ¿por qué mía?
—Olvidalo.
Él me llevo hasta la oficina del director y se fue cuando la campana de inicio de clases sonó. La secretaria me dijo que el director iba a hablar directamente conmigo y que tenía que esperar a que terminará de hablar con el chico problema que estaba con él en ese momento. La mujer fue amable conmigo, incluso me dejó que la tuteara.
—Puedes pasar, Alice —levanté la vista de mi móvil cuando una voz masculina me llamó—. No quiero más problemas, Johnson. —lo que me faltaba.
Caden salía de la oficina del director y ensancho una enorme sonrisa entre burlona y como planeando algo—Te espero afuera, Preciosa. —me robó un beso en frente de ellos y lo miré mal.
Caminé hasta la puerta del viejo director y el cerró la puerta, dejándonos en silencio. Me senté en la silla que él me indicó y él se sentó en frente—Primero que nada, bienvenida a nuestra institución, señorita Walker.
—Muchas gracias, señor Benward. —le sonreí con amabilidad.
—Segundo, sabemos de sus pequeños problemas —señaló mis ojos y force mi sonrisa—, así que espero que evite meterse en problemas con el alumnado, en especial el ánthropo —asentí—. Eso era lo que me preocupaba, pero todo está claro. Aquí tiene una copia de nuestro reglamento, las llaves de su casillero y su horario de clases. Tiene permiso para faltar está primera hora de clases para que el estudiante asignado para darle un paseo por la institución.
Cuando salí de la oficina del director había una chica sentada en frente de la secretaria, con un libro en su mano y unos lentes en sus manos. Era ánthropa, lo noté por su olor, y por la forma en la que parecía ser. Los hombres lobos tienen carácter fuerte, ella en cambio parecía tan frágil.
—Hola, tú debes ser Madison —ella asintió un poco tímida—. Soy Alice, puedes decirme Lizz.
—Claro, Lizz —sonrió de lado—. Tú dime Mad —le guiñe un ojo en modo de confianza—. ¿Por dónde quieres empezar?
—Quizás la cafetería y la biblioteca.
Mad se levantó de la silla y yo como soy muy confianzuda, pase mi mano por su codo y caminé con ella a mi lado, confundida pero divertida.
—¿Cuántos años tienes, Mad? —pregunté cuando íbamos a mitad de camino, saliendo al campo de americano. En Alemania es más usual el fútbol soccer, incluso lo practique un par de años, quizás aquí haya un equipo femenino.
—Voy a cumplir diecisiete.
—Igual que yo. —le sonreí.
Al pasar el muro de la entrada escuchamos un carraspeo en una esquina, ambas miramos al lugar proveniente. Sí, es Caden. Miró despectivamente con una ceja levantada a Madison y lo miré a él de la misma manera.
—Vuelve a tus libros, nerd. Yo seguiré con ella.
Mad bajó la mirada en ese momento, se soltó de mí agarre en su mano y antes de que se fuera la detuve, mirando con rabia y enojó a Caden, ¿cómo es posible que pueda tratar a una mujer así? Eso no lo soporto, y espero que cambie esa actitud porque no voy a soportar un hombre grosero toda mi vida.
—Tú no te irás a ningún lugar, Madison —mi voz empezaba a cambiar—. Y tú Caden, espero que no vuelvas a dirigirte en tu vida así a una mujer si no se lo merece.
—¿O si no qué? —preguntó con una sonrisa burlona, cambiando sus ojos a rojos, intentando controlarme, pero los míos son más poderosos. Saque una de mis garras y la pasé por su quijada, dejando una pequeña raya de sangre, olvidándome que había una humana detrás de nosotros.
—Te haré sufrir.
Guarde mis garras y calme un poco mi enojó para tomar de nuevo el brazo de Mad y caminar lejos de la mirada intensa de Caden. Cuando estuvimos lejos pude notar que Mad estaba temblando, y estaba blanca como el papel.
—Eres una de ellos. —murmuró.
—¿Qué?
—Eres un hombre lobo.
—¿Tú como sabes de los hombres lobo?
—Últimamente desde que desaparecieron los cazadores todos saben de los hombres lobos, todos quieren serlo, pero nadie puede serlo si no te eligen. Soy mate de uno, pero me da miedo el ser mordida, además de que él no me quiere lo suficiente como para aceptarme en frente de sus amigos y su familia.
—Debe ser un lobo loco.
—Es popular, aquí los populares son hombres lobos egocéntricos y se creen el centro del mundo —se encogió de hombros—, pero tú eres diferente, tú eres amable.
—No lo soy —ella levantó sus cejas impresionada—. Pero tu me agradas.
—Alpha.
—Ajam.
—Y Caden Johnson es tu mate —asentí—. Vaya, es una combinación peligrosa, considerando que él muy controlador y tú pareces ser de las que reta a todo mundo.
—Lo soy.
—¿Seguimos con el recorrido?
—Por supuesto.
Ella me terminó de enseñar el instituto en el tiempo restante de la primera hora de clases, ella estaba en el mismo años pero en otro grupo y tenemos casi todas las clases separadas, en las única que coincidimos es en historia humana los martes y jueves.
Subiré la segunda parte mañana en la mañana, espero que les guste esta parte del cap. Comenten y den like si les gustó.
Les quiere.
Italia.Pdt: ¿Piensan que debo pasar está historia a otro archivo aquí en Wattpad o prefieren que lo dejé igual aquí?
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Mi mate el alpha
WerewolfAdvertencia: Esta historia no está editada y la escribí cuando tenía unos catorce años, así que me disculpo de antemano por el final y la horrografía, espero tener pronto el tiempo de editarla y mejorar la calidad de la historia. • Simplemente sentí...