CAPÍTULO 32 (Parte 1)

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Si no lo leísteis, pasaros a la nota final del capítulo anterior y comentar que os parece MI PROPUESTA. Graciiias!!

En el capítulo anterior...

-Vale, creo que lo pillo.-Suspiré cansada.- Lo que no me cuadra es que Cuatro se supone que me ha escrito que viniera aquí, pero luego lo ha negado. ¿Es mí impresión o esa erudita tiene algo que ver con todo esto?

Los ojos de mi mejor amiga miran nerviosos a todos lado excepto a mi cara.-No lo sé...

-Christina...

-¡Marlene! Tris tiene ganas de una gran charla de muffins de chocolate, ¡tus favoritos!- Los ojos de Mar se iluminaron y corrió hacia mí dando pequeños saltitos.

Fulminé a Chris.-Me las pagarás.-Ella me guiñó un ojo y se dispuso a levantarse cuando Mar la cogió del antebrazo.

-¿Dónde vas? Para ti también hay conversación.- Mi sonrisa se extiende como la del gato de Alicia. Le ha salido el tiro por la culata.

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Tras una hora de las constantes ventajas que tiene comer muffins de chocolate tuve que inventar una excusa de que tenía que organizar las puntuaciones aunque de eso se encarga Peter con mi supervisión. Me despedí de ellas, mas no dirigí la mirada ni a Cuatro ni a Arian.
Bajé las escaleras con paso cansado y cuando llegué a la planta una mano conocida me agarró el brazo. Suspiré , vamos allá.

-Tris...

-Tobias...-Le repetí dando la vuelta para mirarle a los ojos.

-Tenemos que hablar.

-Estoy cansada,¿podemos hablarlo mañana por la mañana?

-Claro, vamos.-Se pasa una mano por el pelo y me suelta. Anduvimos en un incómodo silencio hasta que yo giré por el pasillo contrario a su dormitorio. Su reacción fue casi inmediata.-¿Adónde vas?

-A mi habitación, ya te he dicho que estaba cansada.-Le dije como si fuera obvio.

-Ibamos a hablarlo mañana pero pensaba que hoy te quedarías en mi habitación, que dormirías en mi cama.-Señaló.

-Las cosas no funcionan así. No puedo fingir que no pasa nada hasta mañana.

-Pues vamos a solucionarlo ahora.

-¿Por qué estaba allí Ariel?-Le cambié el nombre adrede, produciendo una innecesaria frustración en Cuatro que a pesar de que le molestó lo ocultó.

-¿Todo esto es por Arian? ¿Estás así por ella?-Preguntó con los ojos muy abiertos como se le hubiera pillado de sorpresa.

-¡No, claro que no!-Alzé la voz.- ¡Subir a la azotea y encontrarme a mi novio con una chica que no conozco hablando cuál matrimonio no es ningún problema!-Ironizé alzando los brazos al aire, exasperada.

-A veces eres insoportable.-Soltó intentando contenerse.

-¿Y tú? ¿Por qué yo no la conocía? ¿Por qué YO no estaba invitada?-La última pregunta era la que realmente me dolía. Por qué ella y yo no. ¿Nadie me echaba en falta?

-¡Porque tú no tienes por qué saber con quién me junto y qué hago con ellos, no te importa mi vida!-Estalló alzando tanto la voz que entre eso y sus duras palabras me hicieron retroceder dos pasos totalmente sorprendida por lo que había dicho. Al parecer, se da cuenta de como ha sonado eso y sus facciones a diferencia de las mias, se relajan.-No quería decir eso.

Divergente (Sin Guerra)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora