Capítulo 54

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En el capítulo anterior...

El aire estaba cargado y sentí que faltaba algo esencial en el grupo. Faltaba esa persona que siempre miraba el lado positivo de las cosas, aunque para los demás fuera imposible verlo. Faltaba la persona que irradiaba energía y alegría que nunca se agotaba y que iluminaba un día gris con su presencia.

Ver a un Cam destrozado y arrodillado ante el cuerpo me hizo rezar para que no fuera la persona que estaba echando en falta la que estaba tendida.

Me llevé una mano a la boca, quedándome anonadada, rompiéndose una parte de mi alma al reconocer el rostro sin vida de la chica.

No podía ser. Esto no estaba ocurriendo.

-Lucy..-Sollocé sin poder retener las lágrimas más tiempo.

Deseé volver a mi cama de nuevo y fingir que todo había sido una pesadilla.

******

-¿Qué ha pasado?-Gritó Chris nada más entrar a la sede osada con los nervios a flor de piel.

Al cabo de unos minutos de pavor e incertidumbre, mandé a varios iniciados a pedir ayuda a los osados para traer los dos cuerpos, uno sin vida, y otro en el borde del precipicio. Todo el camino transcurrió en silencio y me negué a que mi cabeza comenzara a atormentarme y a hacerme ver lo que acababa de ocurrir, por lo que adopté una posición neutral, sin pensamientos ni emociones. Ya tendría tiempo de lamentarme, ahora tenía que actuar fría y con cabeza. Tenía que actual como una líder.

-Intento de homicidio.-Dije sin inmutarme ni frenar el paso. Ni si quiera me molesté en mirar su reacción cuando vio los dos cuerpos en brazos de varios hombres y mujeres que los sujetaban con la mayor delicadeza pero rapidez posible.

-¿Qué...?-Pude percibir como su paso aminoró hasta pararse del todo debido a la sorpresa.

Yo seguí, guiando el cúmulo de gente que me iba pisando los talones para llegar a la enfermería.

Abrí la puerta de una patada y bastó unos segundos para que los enfermeros analizaran toda la situación y se pusieran manos a la obra, preparando las camillas, el oxígeno y demás artilugios cuyo nombre desconocía.

Con unas señas nos indicaron que acercáramos los cuerpos, mientras hablaban entre ellos, mandando órdenes por allí y órdenes por allá. No me molesté en escucharlas.

Se llevaron a Lucy a otra sala donde teníamos terminantemente prohibido pasar. Varios enfermeros se colaron a la sala. No supe nada más de ella después de eso. Y eso me atormentaba, me atormentaba no poder saber nada de lo que ocurría ahí dentro.

No me dí cuenta de que la enfermería estaba casi vacía, exceptuando a los médicos y a algún iniciado que se mantenía con la mirada perdida. Probablemente era la primera vez que veían a la muerte en persona, llevándose el alma de una persona inocente.

En un momento dado mis ojos volaron al cuerpo extendido de Peter en la camilla. Le acababan de sacar la bala que le había perforado y ya habían terminado de ponerle puntos en la abertura que se había hecho en la cabeza al desplomarse contra el suelo sin el poder de sostener su propio cuerpo.

Una señora mayor con una bata blanca y una mascarilla se acercó a mí.- ¿Conoces a este joven?

Asentí sin despegar la mirada de Peter.

-Hemos hecho todo lo que hemos podido. Sigue respirando y eso es más de lo que podemos pedir. Ha perdido mucha sangre y la caída no le ha ayudado mucho. De momento está estable pero no sabemos con seguridad si podrá despertar, eso está en sus manos.-Con eso, se ajustó sus gafas con una mano y se despidió con un asentimiento.

Divergente (Sin Guerra)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora