CAPÍTULO 22

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Las peleas comenzaban. No, no me refiero a enfrentamientos como los que yo tengo constantemente con Peter, sino peleas de la Iniciación. Yo sola tuve que escribir en una pizarra todos los nombres de los iniciados no procedentes de Osadía y unirlos con otros nombres, enfrentandolos. Llevabamos unos días cualificando en silencio y generalmente la fuerza y resistencia de cada uno de los iniciados mediante carreras de resistencia y velocidad, varias series de abdominales y métodos de defensa y ataque, así que me cercioré de que la fuerza y la capacidad de lucha de los contrincantes fuesen más o menos igualada. A Zap, creo, lo coloqué con un chico bastante fuerte llamado Adam, ya que aunque me duela admitirlo, también era un chico fornido. A Lucy la coloqué con otra chica de su facción, si no recuerdo mal se llamaba Kimmy; las vi con una fuerza muy similiar, no muy destacable pero sorprendente teniendo en cuenta sus pequeñas dimensiones. A Cam realmente me costó encontrarle un contrincante con las aptitudes adecuadas, probablemente le haya cogido algo de cariño por ser de mi facción. De mi antigua facción.

-Mirar estas listas y según os vayamos llamando, ireis con vuestra pareja a pelear.-Anuncié en voz alta, calmando el barullo hasta desaparecer.

-Y recordar, nada de compasión, esto no son amistosos. Nadie puede bajar del ring excepto en dos casos.-Me temí que dijera lo que Eric nos dijo a nosotros. La regla que él se inventó.

-¿Cuáles son?-Intervino la veraz de Lucy. Tendré que advertirle personalmente sobre lo de abrir la boca y las consecuencias que pueden traer. Antes de que Peter lo haga, y aviso que diciendolo yo sonaría a cumplido si lo comparamos con él.

Peter entrecerró los ojos, mas ignoró su corte.- O bien quedandote sin conocimiento, o rindiendote. Sin embargo, si yo fuera vosotros preferiria quedarme en coma a rendirme, solo aviso.

-Eso no forma parte de la reglas de Iniciación.- Indiqué formando en todos una mirada de confusión.

Peter me sonrió lo más falsamente posible.- ¿Me ves con cara de que me importe? Esta es mi Iniciación, estas son mia reglas. ¡Andando!- Tragando todos saliva empezaron las peleas.

-Que recuerdos.... Deberíamos haber grabado las peleas psra mostrarles quién mandaba.- Se ensalzó Peter a mi lado, hablando lo suficientemente alto para que solo yo le escuchase mientras dos se peleaban.

-Si, tu ojo morado sería una gran evidencia.

-Yo creo que realmente no te acuerdas de quien fue quien le dejo el ojo morado a quien...-Refunfuñó- ¡Dale más fuerte, no tengo todo el día!

- Las cosas han cambiado Peter. Sabes que ahora podría clavarte un cuchillo entre las cejas si quisera. Desde diez metros de distancia.

-Y yo podría tirarte de nuevo al abismo.- Recordé la sensación de caída, una caída sin red al final del agujero con aspecto infinito. Temble.

-¿Por tercera vez?- El abrió los ojos sorprendido.- ¿Crees que no te reconocí cuando Al me lanzó al abismo? ¿Creías que todas las culpas serian suyas? Estas muy equivocado.- Le hablé en un tono bajo y amenazante.- Y no creas que saldrás limpio de eso. El tiempo te recompensara con lo hecho.-Le amenace fría. Él solo me miraba decidiendose si asustarse e irse a encerrarse a su habitación al rincón o reírse en mi cara. Esperé que no fuera la segunda.

Cuando ya llevabamos unas cuantas peleas estaba más que dormida. Ahora entendía el mal humor de Cuatro. Zach había ganado la pelea contra Adam por los pelos, Lucy y Kim al final tuvieron que parar porque ninguna de las dos lograba tumbar a la otra debido a su rapidez y efímera fuerza. Sin embargo, Cam no duró ni unos minutos en el ring, se rindió al décimo golpe que recibió en la cara y estómago. Le advertí a Peter con la mirada que no le hiciera nada por rendirse. Creo que lo entendió.
Cuando se fueron a sus cuartos yo fui detrás de Cam a la enfermería y estuve con él en silencio mientras una enfermera le sanaba las heridas. Esperé a que se fuera para empezar a hablar.

-Te rendiste.- Cam bajó la cabeza avergonzado y se paso una mano por el pelo rubio.

-Lo siento...

-No me tienes que pedir disculpas, a mi no me has hecho nada.- Sus mejillas se tornaron rojadas, lo que le daba un aspecto bastante tierno.

-¿Y qué debo hacer?

- El daño te lo has hecho a ti mismo, Cam. ¿Realmente quieres entrar en Osadía?- Sus ojos se mantuvieron en los míos, vacilantes.

-No lo sé...- Susurró

-¿Qué te hizo cambiar de facción?

-No creo que me agradara el rollo de ser un abnegado toda mi vida. Tampoco me disgustaba y no pensaba que estaba tan mal, pero luego veía a los osados tan felices y llenos de energía.... Emanaban una libertad que me hacía envidiar, y se supone que los abnegados no podemos sentir envidia del prójimo.

-Todo lo que me estás diciendo demuestra que tú no has nacido para ir vestido de gris y ser un estirado. Ahora mismo pensarás que te equivocaste al elegir esta facción y eso que aún no viste todo, pero,¿sabes el orgullo que sientes cuando lo consigues? ¿Cuando a los que no creían en ti les cerraste la boca? Puede que ahora veas muy lejos la meta, pero nunca llegarás si no pasas todos los obstáculos.- Guau, ni yo me creía todas estas palabras tan maduras y sabias saliendo de mis propios labios. Debería sentarme a que me tomen la temperatura. Sin embargo, Cam me miraba con un brillo nuevo en sus ojos.

-Si todo Osadía fuera como tú, esto sería mucho más fácil.- Me confesó.

-¿Y qué hay de divertido sin la presencia de lo difícil?- Le mostré una sonrisa inclinada hacia un lado. Él me devolvió la sonrisa y una mueca apareció en su rostro. Parece que se olvidó de que estaba magullado.

-¿Estás bien?- ¿Dónde estaba mi parte dura y borde? Supongo que mi parte aún existente de abnegación estaba obligada a aparecer. No puedo ser como Cuatro, tan serio y respetado aún siendo un amor por dentro. Yo siempre he sido una estirada y aún siendo ahora osada moriré siendo una estirada. Y no me avergüenzo.

Cam asintió lentamente. Me levanté de la camilla y me dispuse a salir.

-Oye, Cam.- Su mirada se posó en la mía.- ¿Quieres mejorar y superar esto?

-Claro.

-Bien, pues lo primero que debes saber. No te rindas, ni lo pienses si quiera. Esa palabra no existe en Osadía.

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GUAUUUU! Le salieron cucarachas a mi historia XD. Sinceramente estoy más inactiva de lo normal por los malditos exámenes que me agotan, caí enferma y todo del agotamiento. Además, por si fuera poco me he resfriado y tengo una grave faringitis. Ya te puedes imaginar como me siento ahora mismo. Perooo no quería dejar la historia taan abandonada asi que aquí estoy, perdonarme por esto de verdad, en cuanto lleguen las vacaciones os petaré a capítulos jjejejejejej. Un besooooo pa' ti de mi porque si. Oleee

~Luh♡

Divergente (Sin Guerra)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora