Capítulo 1

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    POV  Anastasia

— Papá, ya me voy al supermercado— le digo a mi padre.

—Está bien hija, yo me quedo con Teddy— dice mirando a mi hijo de dos años. Mi bebé está comiendo un tazón de yogurt con cereales.

—Adiós mi bebé— beso la cabecita de mi bebé.

Él es mi vida.

-Mami- dice

-Nos vemos más tarde- beso sus mejillas.-Se cuidan- le digo a Ray

-Y tú ve con cuidado- dice mi padre cariñosamente.

Salgo a la calle, y empiezo a caminar rumbo al supermercado, donde trabajo como repartidora y cajera, mientras camino pienso como pudo haber sido mi vida si es que no me hubiese embarazado. Seguramente ya me hubiese graduado de literatura inglesia, me hubiera ido a Seattle, para buscar nuevas oportunidades, pero mi vida dio un giro de ciento ochenta grado al enterarme que estaba embarazada, y tuve que renunciar a la universidad, no podía dejar que mi padre cuide a un recién nacido. A pesar de vivir humildemente y no haber logrado mi objetivo soy feliz...mi niño lo es todo para mi.

Llego al supermercado, después de unos minutos...por suerte este supermercado no queda lejos de mi casa.

- Buenos días Anastasia- me saluda mi jefe

- Buenos días señor Clayton-

- Dime Paul...te le he pedido muchas veces- responde - estas muy bonita hoy- hago caso omiso a su comentario y me dirijo a mi casillero para guardar mi bolso y mi chaqueta, me visto con mi uniforme.

- ¿Como esta tu hijo?- Me pregunta Paul, acercándose a mi

- Muy bien...gracias por preguntar.

- Ana, ¿No has pensado rehacer tu vida? Lo digo porque un algún momento tu hijo va a preguntar por su padre.

- Eso es algo que a usted no le incumbe - le digo molesta y me voy rumbo a la caja registradora del supermercado.

Detesto que utilicen a mi hijo para obtener algo de mi...

Termina mi media jornada laboral, y ahora debo ejercer como repartidora.

- Anastasia, hay que llevar un pedido a casa del señor Trevelyan.- Me dice la señorita Sarah Hunter.

- Yo iré- le digo...conozco el señor Theodore, ya le llevado los alimentos en su casa, cuando mi amiga Olivia,  la ama de llaves, del señor Trevelyan,no tiene tiempo de ir al supermercado.

- Ok...¿Podrás tu sola?

- ¿Son muchas cosas?- Pregunto

- No, pidieron carne de pavo, verduras y pan de barra.

- Si puedo.

Casi media hora después estoy parada enfrente de la puerta del señor Trevelyan, con el pedido. Toco el timbre de la puerta...lo bueno es que no tiene perros, ni portón.

  

  

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