Capítulo 74

9.3K 873 47
                                    

    POV. ANASTASIA

Christian aparca el auto enfrente de mi casa. Estoy nerviosa, no sé cómo tomará mi padre el hecho que me iré a vivir con Christian. Deseo de todo corazón que se alegre por mi...

— ¿Vas a entrar?— Le pregunto a Christian

— No, iré a ver a mi abuelo... Además quiero darte espacio para que hables con tu padre. Le dirás qué nos casaremos ¿Verdad?

— Si, pensé que le íbamos a decir los dos—

— Más tarde vendré hablar con él—

— Está bien— miro a Ted — cariño, despídete de tu padre.

— ¡Nooo! — Se ha vuelto muy dependiente de Christian

— Es sólo por un momento... Él volverá— le digo con ternura

— ¡Nooo!

Joder, nuevamente con sus berrinches.

— ¿Y si lo llevo conmigo?— me sugiere Christian, pero no lo creo conveniente.

— No, él no ha visto a Ray.

— Está bien— me responde Christian a regañadientes, parece ser que ninguno de los dos quiere separarse. Lo lamento por ellos pero tendrán que hacerlo por un momento.

— Ven cariño, vamos con el abuelo Ray.

— ¡Abuelo!— Se le ilumina el rostro, Christian sólo niega con la cabeza y le sonríe a su hijo

Christian sale de su lujoso Audi, lo rodea y me abre la puerta. Que caballeroso

— Gracias señor Grey—

— De nada, futura señora Grey— responde de buen humor.

Él abre la puerta trasera y desabrocha los arnés de Ted. Lo toma en brazos, y lo saca del Audi, mientras yo estoy sacando el bolso con la cosas de Ted.

— Nos vemos luego— le dice y le da un beso a Ted en la frente

— luego — repite Teddy, con tono autoritario

— Si hijo, nos vemos luego— replica Christian

Por ahora no quiero pensar que voy a vivir con dos hombres que le gusta imponer autoridad. Padre e hijo son idénticos.

Christian deja a nuestro hijo en la acera.

— Por cualquier cosa me llamas, tendré mi celular conmigo— me dice— si sientes algún mareo, o sientes náuseas no dudes en llamarme.

— Ok— pongo los ojos en blanco. Éste hombre exagera demasiado

Toma mi rostro con las manos y me da un sonoro beso

— Dejaré pasar que me has puesto los ojos en blanco— ¿Ah? — Nos vemos luego nena— se aparta de mi

Observo embelesada cómo Christian entra al Audi, se despide con la mano de nosotros y arranca. ¿Que quiso decir con que dejó pasar que le puse los ojos en blanco?

— Ya se fue— le digo a Ted, pero él está más pendiente de golpear la puerta.

La casa está silenciosa, me da la sensación que Ray no está.

— ¡Abuelo!— grita Ted— ¡Belo!

— ¡Ray!— Digo

Tal vez se fue a trabajar.

— Hasta que por fin te dignaste en llegar— dice una voz fría, me doy la vuelta y veo a Ray parado en la puerta de la cocina.

— ¡Abuelo!— Ted, corre a los brazos de su abuelo

El hogar de GreyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora