El hogar de Grey

Capítulo 92

    POV RAY

Observo como mi hija irradia felicidad, mi adorada niña se ve tan feliz.

— Hola— después de cuatro ¿O cinco años? Ya no recuerdo exactamente, pero no había oído su voz.

Me mira cautelosa, cómo si quisiera decir algo más que un simple «hola»

— Hola— respondo finalmente

— ¿Podemos hablar?— Hablar ¡Después de años quiere hablar! ¿Que te hizo cambiar de opinión?¿Quieres hablarme lo feliz que estás por tener un yerno rico?

— ¿Hablar tú y yo? Creo que no hay nada que hablar Carla—

Ya no siento despecho hacia ella, y si la he tolerado hoy ha Sido por mi Annie y porque ha mantenido su distancia, o lo había mantenido antes de «hola, o ¿Podemos hablar?»

— Por favor, sólo te pido unos minutos de tú tiempo— minutos de mi tiempo. Recuerdo que me pedías minutos de mi tiempo y al parecer no fueron suficientes

— ¿Es enserio Carla?¿Recuerda que solías pedirme unos minutos de mi tiempo, pero no te bastaba el tiempo que te dedicaba?— De acuerdo, estoy molesto, pero no porque haya venido a la boda de Annie, con su nuevo marido si no porque tiene la desfachatez de hablarme.

— Mi intención no es discutir contigo, ni reflotar viejas rencillas entre tu y yo, ya he pagado un alto precio haberme ido de tú lado— al menos pareces sincera y no está fingiendo como solías hacerlo.

— Pero por lo que veo: te ves muy bien— fijo mi mirada hacia Bob, su esposo que conversa amigablemente con el padre de Christian.

— Ray, sé que estás odiando el hecho que yo esté aquí— honestamente no te merece estar hoy aquí, pero si Annie así lo quiso, lo acepto—sé que no merezco compartir la felicidad de mi hija.

— Estoy de acuerdo contigo, pero si Annie quiso que hoy estuvieses aquí; respeto su decisión.

— Nuestra niña tiene un corazón muy noble... La criaste muy bien Ray— sonrío sinceramente mientras un sentimiento de orgullo se apodera en mi pecho.

Tienes razón; yo la crié.

— Yo estoy feliz y orgulloso de tener una hija como Annie— le digo orgulloso

— Lo sé— añade con tono triste mientras le da una mirada a nuestra hija — sólo que yo no supe valorarla, y mi castigo es no poder recuperar los tres años que no estuve a su lado, no ví como su cuerpo fue cambiando por el embarazo, no pude estar el día que nació mi nieto... Son tantos los momentos que me perdí por culpa de mi estupidez — añade con tristeza.

Te diría que lo siento y que haré algo para remediarlo, pero la verdad es que te lo mereces. Yo disfruté cada momento con mi nieto; su llegada al mundo, su primer diente, sus primeros pasos, sus primeras palabras.

— Te perdiste de mucho Carla por tu estupidez.

— ¿Crees que pueda recuperar el tiempo con Annie y nuestro nieto?

— Seguramente, pero desde ya te advierto que si vuelves a romperle el corazón a Annie, te la verás conmigo. Antes no te fui a buscar y ponerte en tu lugar por Annie, pero si vuelves hacerle daño, no dudaré en buscarte y destruirte— para que estés enterada

Aprovecha está oportunidad que está dándote tu hija.

— No va a pasar está vez— dice sonriendo ¿Que le hace tanta gracia? — No sabes cómo me alegro oírte hablar con tanta pasión para defender a nuestra hija.