POV CARRICK
— Buenas tardes— me dice una mujer un poco canosa de unos cincuenta años
— Buenas tardes— es la última hora de la tarde — ¿Está la señora Lincoln?
— Si, pase— responde la señora amablemente.
Entro a la casa de la pederasta. Hacía algún tiempo que ya no venía aquí. Creo que la última vez fue cuando Elena, dió una fiesta. No recuerdo que mierda celebraba, pero Grace y yo asistimos.
— Tome asiento... ¿Algo de beber?
— No gracias.
— Iré a buscar a la señora Lincoln.
— Se lo agradezco.
La señora se retira y yo me quedo sólo en el salón.
Elena ha decorado su casa, no la recordaba así, tiene un cuadro de Tiziano Vecellio: La Venus de Urbino, también hay un cuadro Herbert James Draper: Las puertas del ocaso.
— ¿Observando la belleza de la mujer desnuda Carrick?— Dice la degenerada.
— No sabías que tú eras una admiradora de ésta clase de pintura—
— Siempre he Sido una gran admiradora de la belleza.
Vieja estúpida
— Pero deduzco que no es por mis cuadros que estás aquí.
— Deduces bien—
— Grace, te fue con el chisme.— Dice con tono burlón.
— ¿Chisme Elena?— Estoy conteniendo mi enojo — yo diría que mi esposa por fin se dió cuenta la perra que eres.
— Uy— chilla — me da mucha pena que tú me creas una perra— añade burlona.
— Yo no te creo una perra, más bien una zorra o víbora.
Ella se sienta en su sofá, y se cruza las piernas, subiendo la falda hasta más arriba de la rodilla.
— Dejemos el sarcasmo, y dime a qué has venido— dice
— Me he estado preguntando: ¿Cómo es que una mujer cómo tú pudo fijarse en un niño? Puedo entender a Christian: Un adolescente, con las hormonas revuelta, el despertar sexual ¿Pero tú Elena? ¿Por qué lo hiciste?—
— Ví potencial en él, sabía que con un poco de práctica, podría convertirse en el amante perfecto. Y no me equivoqué.
Siento mi estómago revolverse.
— ¡Pero era un niño! — Furioso cierro mi mano hasta convertirlo en puño
— No lo era, para mi los niños son de cuatro, de diez años... No un jovencito de quince.
— Es asqueroso la forma como te justifica. —
— No me justifico Carrick. No es mi culpa que Christian haya puesto los ojos en mi— se defiende la maldita
— Si lo es. Debiste detenerlo.
— ¿Por qué iba hacerlo, si me hacía vibrar como ningún otro? Estaba cansada de ser la esposa florero de un viejo que no era capaz de complacerme en la cama... El me hizo sentir viva.
— ¡Cállate maldita pederasta! Si querías un amante, debiste buscarte alguien de tú edad, no un niño.
— ¿Alguien como tú Carrick?— Me pregunta burlona.
— Obviamente no. Alguien más de tú calaña.— Respondo con desprecio
Ella hace una mueca de sonrisa.

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El hogar de Grey
ФанфикUn niño los unirá, después que una mujer los separó Él un amo de su universo, que dice no tener corazón...lo que no imagina es que alguien le demostrará que si lo tiene Ella una guerrera, que luchará por proteger lo más sagrado que tiene. Fanfic 50...