Tras haber vivido un sinfín de obstáculos, la vida de Rose comenzó a mejorar. Con Hope, su pequeña hija a su lado, no había nada que ella necesitara, lo tenía todo; un lindo auto, una casa, un trabajo estable, su familia a su lado.
Aceptando a rega...
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¡Algunos de los personajes!
Para comenzar el año, les prometo subir otro capítulo más tarde (o mañana) si son solidarias con sus votos y comentarios ;) (chantaje vivo, señores, djlañ)
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Con una sonrisa, Rose recibió las rosas de aquel día. El día número veinticinco. Y vaya que pasaban rápidos los días juntos a Austin. Tras la primera vez que se quedó en su casa, Rose decidió quedarse en la casa de su madre por un par de días, para luego volver a su hogar, sintiéndose segura, dejando los miedos atrás. Harry no le haría nada estando en Londres y, si él llegaba a Nueva York, se había convencido de que él no le tocaría un pelo, no le convenía, su nombre era famoso gracias a su padre, Rose estaba segura que él no haría nada para manchar su reputación.
Dejó las rosas en un florero con agua y volvió a su trabajo. Hoy sería su último día de trabajo, para darle paso a un fin de semana largo, y celebrar el día de Acción de gracias. Rose sentía una inmensa emoción de poder celebrar junto a Austin y su hijo, en la casa de sus padres, junto a sus hermanos y amigos. Acción de gracias era su segunda festividad favorita, luego de Navidad, por supuesto.
Al salir del edificio conduciendo su auto, totalmente abrigada debido a la nieve que caía en las calles y el frío viento que corría, ella llegó poco después a la casa de sus padres. Bajó del auto y tras activar la alarma, entró a la casa de dos pisos. Hope la vio y como todos los días, corrió sonriendo hacia su madre, quien la esperaba con los brazos abiertos.
-¡Mi vida! -Chilló Rose sonriendo, cargando a su bebé. Besó un par de veces sus mejillas, para luego dejar a su hija en el suelo nuevamente-. Que linda te ves hoy, Acción de gracias es mañana, ¿por qué tan elegante?
-Bueno, hay visitas -Dijo una voz frente a ella, Rose miró hacia adelante, encontrándose con un sonriente Oliver.
-¿Oliver?
-Sorpresa -Dijo el chico sonriendo, antes de abrazarla.
-Creí que vendrían mañana -Dijo, tras besar la mejilla del rubio adolescente-. ¿Tu padre está acá?
-Está en la sala, charlando con tu madre.
-Ni siquiera vi su auto -Murmuró ella, caminando junto a Oliver y Hope hacia la sala.
-Porque tío Derek nos dejó acá. Él se iba a California, pasará las fiestas con su madre y el abuelo... Llegamos hace un par de minutos.
Ella sonrió. Miró a Austin y su madre charlando, en cuanto ambos la miraron, se pudieron de pie, para poder saludarla.
Ella abrazó a su madre, para luego abrazar al hombre, quien vestía jeans y una camisa a cuadros, era primera vez que Rose lo veía vestido así de sencillo y le encantaba.
-Que guapo te ves -Dijo Rose, cuando él besó su mejilla-. En serio...
