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Instagram de Rose: lilianrose_w

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Instagram de Rose: lilianrose_w

Los aires primaverales se sentían en cada rincón de la casa de Rose. Los ventanales abiertos, dejando entrar el aire fresco, con aroma a flores, llenaron las fosas nasales de la castaña, quien se encontraba cocinando, con la música del estéreo transmitiendo una tranquila música de estilo indie.

Desde los días invernales, previos a Navidad había pasado ya un tiempo, los meses habían pasado tan rápido que ni Austin o Rose se había dado cuenta que ya llevaban tres meses y medio de noviazgo. Ambos pretendían ser una pareja normal, no muy cursi, pero para ellos, era imposible sentir una pequeña emoción al ver la fecha en el calendario, que apuntaba otro mes juntos. Ansiaban que el día llegara y ver las sorpresas que el otro les hacía; un regalo, una cita, una carta, o simplemente un beso.

Al cumplir su primer mes, Austin, además de muchas cosas, le obsequió una rosa blanca a Rose. Al cumplir dos meses, él le regaló dos rosas blancas. Ella de inmediato entendió el mensaje que Austin. Él era la persona más romántica y tiernas que ha conocido, y le encantaba poder recibir aquellos detalles que él planeaba.

- -Llamó Hope tras de ella

-¿Qué pasó, bebé? ¿Tía Amandla no te da la atención necesaria?

Rose volteó, caminó hacia Hope y besó sus mejillas, haciéndola reír.

-Estoy ocupada, Rosie -Reclamó Amandla, sentada a un lado de Hope, con su celular entre sus manos.

-¿Sí? ¿Hablando con Oliver, tal vez?

Ella levantó su rostro, mirando feo a su hermana. Rose rio, negando con la cabeza.

-Lo siento, sé que mis bromas no son de tu agrado...

-No. No lo son -Dijo la adolescente seria-. En realidad, estaba leyendo un correo que me enviaron de la universidad...

La castaña sonrió mostrando sus dientes. Se acercó un par de pasos a su hermana y la abrazó con fuerza.

-¡Finalmente, mujer! Logramos convencer a papá de algo... -Dijo Rose, haciendo sonreír a su hermana.

Rose volvió su atención a la cocina, escuchando como Hope intentaba balbucearle algunas cosas a su tía. La pequeña cada día estaba más traviesa y habladora. Oliver finalmente logró conseguir que dijera su nombre, o algo muy parecido a eso, un lindo Ollie salió de los labios de la pequeña un día, haciendo a todos morir de ternura.

El sonido de un claxon llamó la atención de Rose y Amandla, incluso de Hope. La pequeña dio un chillido, luchando por bajarse de su sillita de bebés, ella sabía quiénes habían llegado.

-No me dijiste que Austin vendría -Dijo Amandla levantando una ceja-. Creí que almorzaríamos solas.

-Yo también -Dijo Rose riendo.

TREINTA Y UN ROSAS PARA ROSEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora