Tras haber vivido un sinfín de obstáculos, la vida de Rose comenzó a mejorar. Con Hope, su pequeña hija a su lado, no había nada que ella necesitara, lo tenía todo; un lindo auto, una casa, un trabajo estable, su familia a su lado.
Aceptando a rega...
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Tras compartir largos minutos con algunas hermanas y cuñadas de Austin, donde básicamente le preguntaban a Rose cosas sobre ella y Hope, y las típicas conversaciones que ella tiene con mujeres que también son madres, como, cuál es la mejor marca de pañales, qué colonia de bebé huele mejor, dónde encontrar buenas ofertas de ropa de bebés o qué parte del parto fue más desagradable, Rose decidió escabullirse a la cocina, donde ayudó a Sophia con la cena. Ella era una mujer muy agradable con quien conversar.
-¿Y no le agregas sal? -Preguntó ella sorprendida, refiriéndose a una salsa muy famosa en Colombia que estaba cocinando.
Rose se encontraba cortando algunos vegetales junto a la mujer.
-No, cariño, así arruinas el sabor real de los condimentos y especias, es mejor así -Explicó ella sonriendo-. Estás un poco pálida, ¿estás bien?
-Sí, es que..., tengo cólicos y siempre suelo verme horrible durante estos días, pero estoy bien.
-Puedo hacerte un agua de hierbas, si quieres.
-No estaría mal, gracias -Dijo ella sonriendo-. Entonces, ¿usted y Wallace se conocieron en un crucero?
-Oh, linda, llámame Sophia, si me dices usted, me harás sentir más vieja de lo que actualmente soy -Rose rio, junto a la mujer-. Pero sí, nos conocimos en un cruceros.
-Eso es muy romántico.
-Wallace es muy romántico, todo el tiempo. Y sé que Austin también lo es, siempre fue muy dulce y tierno..., entre nosotras dos, es mi favorito de todos esos animales de allá afuera.
Ambas rieron nuevamente.
-Sí, él es muy romántico -Dijo Rose sonriendo.
Sophia le entregó un tazón con agua de hierbas de todo tipo, Rose le agradeció, mientras la recibía, para luego dar un sorbo del agua caliente.
-¿Te doy un consejo? -Rose asintió con la cabeza-. Si de verdad le quieres, hazlo saber cuándo sea necesario. Sé que sabes lo mucho que él ha sufrido, cuando él quiere a una persona, da absolutamente todo por ella... Y siempre es quien termina con el corazón roto.
Rose mordió su labio inferior, observando como la mujer cocinaba.
-Gracias por el consejo, lo mantendré en cuenta...
Sophia volteó su rostro para mirarla y dedicarle una sonrisa.
-¿Me dirías dónde está el baño? -Preguntó Rose, tras dejar el tazón casi vacío sobre la mesa americana.
-Sube las escaleras, camina por el pasillo, dobla a la izquierda en el primer pasillo que encuentres. Tercera puerta a la derecha.
Rose caminó hasta la sala, donde las escaleras se encontraban, e intentando recordar las indicaciones que Sophia le había dado, comenzó a buscar el baño;
