(¿Adivinan quién ocupa lugar aquí arriba? Ashton Drew, perras)
***
Rose despertó aquella mañana recordando algo que le había dado vueltas toda la noche, luego de terminar la video llamada con Austin a las tres de la mañana. Hoy era el día número treinta y uno, lo que significa que debía tomar una decisión; terminar con todo lo que había formado hasta el momento con Austin o seguir adelante, afrontando lo que les espera, juntos. Queriéndose, protegiéndose.
Y como, con todas las grandes decisiones que ella había tomado en su vida, tomó una libreta y un papel y comenzó a escribir una lista, con las cosas malas y buenas de estar junto a Austin y de todo lo que él significaba, en términos generales.
Cosas buenas:
1.- Él quiere a Hope.
2.- Él me quiere.
3.- Tiene un hijo encantador.
4.- Sabe cómo hacerme feliz.
5.- Es tierno, considerado, amable y tierno.
6.- Sabe cocinar.
7.- Quiere mi bienestar por sobre todas las cosas.
8.- Mi familia y amigos lo quieren él los quiere a ellos.
9.- Me conoce muy bien.
10.- Es una buena persona.
Rose podía escribir cosas buenas durante toda la mañana, pero sólo comenzó con las diez primeras.
Cosas malas:
1.- Alanis y sus celos.
Realmente pensó por varios minutos posibles cosas malas que él tuviese, y , en realidad, lo único que pudo escribir, ni siquiera es culpa de él, era algo que Austin no podía controlar y lo entendía. Así como ella no podía para a Harry.
Y aun cuando pensó en ciertas cosas que Austin hace y le molestan un poco, como bajarle la guardia ante ciertas cosas, haciéndola olvidar de todo. O, que sea horriblemente elegante en muchas cosas, haciéndola sentir incómoda en ocasiones. Las veces que él habla de sus ex novias, en situaciones que no debería; no eran realmente de importancia, simples partes de su personalidad y forma de ser, que no llegaban a ser una molestia.
La verdad es, que Rose tendría que tragarse todas aquellas veces en las que prometió no volver a creer en los hombres, ni en el amor y aceptar que quería a Austin, y quería pasar bastantes más años con él, siendo su novia, o algo más. Lo quería y quería estar con él, oyendo así los comentarios que vendrían por parte de sus amigas, con los típicos "dije que en algún momento te enamorarías", o "sabíamos que era el indicado para ti".
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TREINTA Y UN ROSAS PARA ROSE
RomanceTras haber vivido un sinfín de obstáculos, la vida de Rose comenzó a mejorar. Con Hope, su pequeña hija a su lado, no había nada que ella necesitara, lo tenía todo; un lindo auto, una casa, un trabajo estable, su familia a su lado. Aceptando a rega...