Tras haber vivido un sinfín de obstáculos, la vida de Rose comenzó a mejorar. Con Hope, su pequeña hija a su lado, no había nada que ella necesitara, lo tenía todo; un lindo auto, una casa, un trabajo estable, su familia a su lado.
Aceptando a rega...
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Instagram de Rose: lilianrose_w
Rose empujaba el carrito de bebés, charlando con Oliver sobre cosas triviales. Caminaban por el famoso Central Park, era primera vez que Hope lo conocía, la pequeña estaba reamente feliz de poder ver a las ardillas y aves que ocupaban lugar del enorme parque. Se podían escuchar los felices chillidos y balbuceos de la menor cuando algún pájaro volaba cerca de ellos, los apuntaba e intentaba hablarles, con tiernas palabras poco entendibles.
La castaña comenzó a reír cuando el adolescente le contó un muy mal chiste que había aprendido de sus amigos días atrás.
-En serio, deberías dedicarte sólo a las matemáticas, ser humorista no es lo tuyo, rubio -Bromeó Rose entre pequeñas risas.
-¡Ollie! -Chilló Hope sentada en su coche, apuntando algo en específico.
Rose dejó de caminar cuando vio a Oliver arrodillarse para poder saber qué era lo que Hope quería. La castaña miró a su lado, Austin miraba sus pies distraído, con sus manos guardadas en sus bolsillos, totalmente distraído de lo que pasaba a su alrededor. Rose posó su mano derecha sobre su hombro, llamando la atención del hombre. Él la miró y le sonrió de lado. Rose tomó una de sus manos, entrelazando sus dedos.
-Estás muy distraído últimamente.
-¿Últimamente? -Preguntó Austin como si nada pasara. Negó con la cabeza-. No es cierto.
-Lo es -Dijo ella-. Llevas al menos cuatro días así. ¿Estás bien?
Austin asintió con la cabeza. Besó la frente de Rose.
-Tienes una mirada extraña, Austin -Insistió ella.
-Estoy bien -Dijo él con brusquedad.
Rose lo miró, sorprendiéndose por el tono de voz que él había usado. Asintió levemente con la cabeza. Miró a Oliver, quien sonriendo se ponía nuevamente de pie. Comenzaron a caminar por los pasillos del parque, rodeados por unos segundos de un silencio incómodo que calaba los huesos de los tres. Sólo se podían escuchar los balbuceos de Hope, apuntando las aves que volaban en lo alto del cielo.
-Muero de hambre, ¿qué almorzaremos? -Preguntó el adolescente rompiendo el hielo.
-¿Pizza? -Preguntó Rose sonriendo.
-Sí, por favor.
-¿Está bien para ti? -Preguntó Rose mirando a Austin.
El hombre subió la mirada, con una ceja alzada, mirando a su hijo y Rose, sin entender de qué estaban hablando.
-¿Qué cosa? -Pregunto Austin con torpeza.
Oliver rio.
-Que si está bien para ti almorzar pizza... -Explicó el adolescente divertido.
