Capítulo 58: Reencuentro

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El sábado al fin había llegado y junto a los chicos ya nos encontrábamos afuera de la casa de Priya.

La decisión de mi vestimenta había sido realmente difícil. A último momento, a Priya y a Alexy se les había ocurrido que la fiesta iba a ser de disfraces y por suerte, mi mamá había guardado un antiguo disfraz de la princesa Peach que afortunadamente seguía quedándome.

Rosa ni siquiera se había comido la cabeza pensando en que llevar, ella simplemente había sacado un vestido blanco de su clóset, uno de sus cientos de pares de tacones y había comprado unas alas y una aureola para obtener un lindo y barato disfraz de Ángel.

Lyss y Castiel por otro lado, se habían esmerado un poco más y con ayuda de Leigh habían conseguido encontrar la ropa perfecta para ir disfrazados de piratas. Los accesorios, como espadas y sombreros los habían conseguido en una pequeña tienda de segunda mano y junto a Rosa, les habíamos dado una mano con algo de maquillaje y algunas trenzas en sus cabellos, sus disfraces eran increíbles.

-Wow, wow... Se ven excelentes -nos recibía Priya en la puerta.

La castaña tampoco se había preocupado mucho por su vestimenta, pues solo llevaba puesto un vestido apretado rosa. Lo más llamativo y clave de su disfraz sin dudas era la sangre que caía desde su cabeza y parecía gotear sobre su ropa.

-Carrie... -Susurró Lyss al verla.

-¡Por favor, dejen que les tome unas fotos de recuerdo! -Nos sonrió apuntándonos con una cámara.

Rosa rápidamente acercó a Lyss hacía nosotras y juntó su cara contra la mía. Castiel enseguida nos rodeó entre sus brazos y levantó su meñique e índice en su mano libre.

-¡Listo! -Exclamó mientras su polaroid comenzaba a revelar nuestra foto -¿Quién se la quiere dejar?

Rápidamente estiré mi mano y sujeté el pedazo de cartón.

-Estaremos sacando más fotos a lo largo de la noche, así que estén atentos -nos sonrió haciéndose a un lado para que finalmente entraramos.

Los tres rápidamente ingresaron a la casa. Y antes de que yo lo hiciera, me detuve a escuchar las palabras que Priya me susurraba.

-En serio me alegra que hayas venido, la vas a pasar genial.

Un extraño escalofrío recorrio mi espalda, pero antes de que pudiera paniquearme o comenzara a sacar conclusiones antes de tiempo, Rosa tiró de mi brazo y me hizo entrar a la casa.

Esta era pequeña -al menos a comparación con la casa de Rosa-, y si bien, las luces no parecían estar encendidas, tampoco estaban completamente apagadas. Las habitaciones tenían una leve luz azul y eso hacía que de inmediato se sintiera el ambiente de fiesta. La música estaba a un volumen bastante alto, pero no lo suficiente como para no escuchar lo que el resto hablaba, el ambiente era genial.

Habían muchas más personas de las que esperaba, Rosa de inmediato comentó esto.

-¿No tienen vasos para beber? -Balbuceó la peliblanca mientras recorríamos el salón principal.

-Quizás en la cocina haya algo -balbuceé.

-Entonces busquemos la cocina -soltó

Los chicos asintieron y rápidamente nos dividimos en dos, los chicos por un lado y las chicas por otro.

Mientras avanzamos con Rosa, enseguida logramos toparnos con Kentin, quién parecía tratar de animar a Armin bailando a su alrededor.

-Ahí está la cocina -Me empujó la peliblanca hacía la habitación.

Ya No Soy Aquella - CDMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora