Capítulo 76: Verdad

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—Solo habla... –Susurré al borde de los nervios.

—¿Cómo debería comenzar..? –Titubeó.

—¡Solo cuenta desde el principio lo que sea que debas contarme!

Ella soltó otra de sus risas burlescas, para enseguida comenzar a hablar.

—El año pasado, cuando estaba cursando el que sería mi último año, conocí a Priya –musitó. —Yo le conté mi triste historia de superación personal y ella no dudó un segundo en sentir admiración por mí y volverse mi amiga.

Mi mente divagaba entre tantas ideas, que apenas podía escuchar a la castaña.

—Fue entonces... Cuando mi buena amiga, Melody, me contó que tus papeles de transferencia habían llegado al Amoris y entonces… Supe que no iba a dejar que te salieras con la tuya, yo no iba a dejar que volvieras a quedarte con Castiel.

—¿Puedes por favor, simplemente ir al grano?

—¡Estoy yendo al grano! –Exclamó. —Solo quiero tensión para el momento...

—Habla o me marcho.

Ella sonrió una vez más.

—Oh, creo que olvidé mencionar un pequeño detalle –siguió sonriendo. —Priya venía acompañada de dos guapos chicos. Y como coincidentemente, los tres debían mudarse a la misma ciudad, no dudé un segundo en que debía convencerlos para que que me ayudaran.

Mi corazón pareció detenerse por unos segundos, sentí un dolor agudo, como si este se estuviese destruyendo en un millón de pedacitos.

—Y bueno... El resto de la historia tú ya la sabes.

—N-No...

—Dios, no digas que no entiendes, porque es obvio –me interrumpió. —Yo le dije a Armin que se acercara a tí y que hiciera todo para captar tu atención, porque de esa forma él iba a lograr sacarte la mayor cantidad de información posible para nosotros.

Estaba sorprendida, pero de alguna extraña manera, todo pareció cobrar sentido.

—Armin, el caballero de armadura blanca, el príncipe azul de tu cuento de hadas, en realidad no es más que un miserable mentiroso, un idiota que no ha hecho más que engañarte todo este tiempo... Que gran giro de trama, ¿verdad?

Quería llorar, caer al suelo y dejar de escuchar a la castaña, pero no pude hacerlo. Estaba en shock, tratando de procesar todo lo que ella acababa de decir, tratando de ordenar todo lo que estaba pasando por mi cabeza.

Ni siquiera hizo falta que le pidiera pruebas. Al escucharla hablar, supe de inmediato que ella estaba diciéndome la verdad.

—¿Lo sabías? –Se cruzó de brazos.

—Estás mintiéndome –susurré tratando de hacer que mi cabeza dejara de pensar.

Fue extraño, pero, aunque sintiera que todo estaba derrumbándose a mi alrededor, lo cierto, es que por mi mente, solo cruzaba la idea de que era mil veces más razonable y creíble que toda la atención, acciones y palabras que Armin alguna vez me hubiera dedicado, estuvieran justificadas por un horrible plan de Debrah antes que por realmente haberse enamorado de mí.

—Es imposible que Priya o Alexy supieran cosas como lo fueron los golpes de Nathaniel, o que pudieran saber como ibas a actuar para detenerte.

Ella tenía razón, todo este tiempo había sido él, nadie más que él encajaba en la información a la que Debrah lograba acceder. La historia de cómplices por todo el Instituto caía cuando un nuevo jugador entraba en juego, y es que Armin había tenido acceso a mí desde el primer día, todo lo que sucedía, incluso lo que pensaba había llegado a él.

Ya No Soy Aquella - CDMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora