Capítulo 14: Carrera de orientación.

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—Nuestro lema y valores como institución se ha modificado a lo largo de los últimos años –Hablaba la directora. —Actualmente, nuestro objetivo como institución es mantener la sana convivencia, promover el respeto y principalemente el lograr fortalecer los lazos entre cada uno de nuestros estudiantes.

—Apuesto a que es otra carrera de orientación –hablaba Peggy.

—No, van a hacer una semana artística –Le respondía Iris, quien había vuelto.

—El comienzo de año, ha sido algo complicado, especialmente para nuestros últimos años –habló mientras nos dirigía una mirada. —Hemos evaluado nuestros valores y hemos notado que se han visto fuertemente dañados e ignorados.

—Te apuesto diez dólares –habló Peggy.

—Aceptado.

—Así que, junto a nuestro círculo de especialistas hemos llegado a decidir adelantar nuestra novedosa y aclamada carrera de orientación.

—Me debes diez dólares –rio Peggy.

—Mierda...

—La carrera tendrá como objetivo, no solo motivarlos a poner a prueba sus habilidades oara resolver pequeños acertijos, si no que en esta ocasión tendrá como prioridad la convivencia y la fortaleza de las relaciones entre cada unos de ustedes.

Todos aplaudieron una vez esta hizo una pausa.

—No tomaremos el día de mañana y el jueves para realizar esta actividad. Por lo que es necesario que mañana asistan con ropa deportiva y lo cómoda posible.

El enorme gimnasio se llenó de murmuros.

—Los equipos esta vez serán.

El señor Farrés comenzó a sacar papeles al azar y acomodarlos en su escritorio.

—El joven Alexy, señorita Priya y señorita Rosalya son el grupo número uno.

Los tres rápidamente chocaron puños. Al menos ellos estaban juntos.

—Nathaniel, Kentin y Lysandro, ustedes son el grupo número dos –mostró los papeles.

Lysandro le sonrió a Kentin, quien le devolvió el gesto alzando sus pulgares.

—Señorita Emma –soltó abriendo el resto de papeles. —Joven Armin y... El joven Castiel son el grupo número tres –murmuró.

Nathaniel volteó rápidamente hacía mí. Tenía la peor suerte del mundo.

—¡Nos tocó juntos! –Me susurró Armin mientras extendía su puño hacía mí.

Mientras dejaba caer mi cabeza sobre la mesa, alcancé a chocar mi puño contra el suyo.

—Podemos hablar para que se haga algún cambio –me susurró Kentin mientras el profesor seguía nombrando a los grupos.

—Estará Armin, creo que estará bien –le susurré.

Este asintió con su cabeza.

Ya No Soy Aquella - CDMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora