𝔻𝕚𝕤𝕔𝕖𝕕𝕚𝕥𝕖 𝕒 𝕞𝕖, 𝔸𝕞𝕠𝕣𝕖. | 𝐀𝐥𝐞𝐜 𝐕𝐮𝐥𝐭𝐮𝐫𝐢 |

Capítulo 7

Capítulo 7

Comienzo a sentir más calor, más del que había sentido alguna vez en casa de Seth, quería moverme y alejarme de ese lugar caluroso pero me era imposible, mientas más trataba de alejarme más me acercaba. Poco a poco comienzo a despertar, cuando abro los ojos lo primero que noto es que estoy en el cuarto de Seth, trato de moverme pero es inútil, veo que un brazo aprisiona mi cintura y eso me extraña, trato de voltearme un poco y veo a Seth ahí dormido, él me estaba abrazando y cada vez me acercaba más a él. Seth estaba más caliente que ayer, trato de moverlo para que se despierte, pero ni siquiera se mueve, hasta que se me ocurre una manera de que despierte.

-Seth, ayúdame por favor- grito con voz desesperada y el resultado es inmediato, me suelta y aun algo dormido se para y ve a todos lados buscando el posible peligro, cuando se da cuenta que no hay nadie me observa y se nota furioso.

-¿Por qué hiciste eso?- me reprocha y su voz está cargada de ira, nunca pensé que se enojaría tanto, por alguna razón me paro de la cama lentamente y comienzo acercarme a la puerta más lentamente y sin quitar mis ojos de los de él, trato de no hacer ningún movimiento brusco y observo como comienza a temblar descontroladamente y sin pensarlo dos veces salgo del cuarto y cierro la puerta lo más rápido que puedo y corro lo más lejos posible de ahí, termino entrando al cuarto de Leah accidentalmente, por suerte ella no se encontraba en la casa porque si no me mataría por estar aquí, me oculto bajo su cama y trato de normalizar mi respiración. Por alguna razón sentí lo mismo que en la cafetería con los Cullen, como si estuviera en peligro estando ahí con Seth.

No sé cuánto tiempo estuve ahí abajo, pero luego de que me pareció una hora salgo, abrí la puerta del cuarto con cautela, como esperando que algo saliera de la nada para atacarme, me dirijo a la cocina viendo a todos lados, en la mesa de la cocina veo una nota.

"Tuve que salir, nos vemos al rato. Seth"

Decía la nota, eso me molesta, vine hasta aquí sin importarme recibir un gran regaño de mi madre al volver a casa, la razón por la que vine es para estar con Seth y lo menos que he hecho es verlo.

Molesta voy a su cuarto y tomo mis cosas para irme, es lo mejor, después de todo parece que ya no me necesita.

Al llegar a casa veo a mi mamá preparando el desayuno, algo que hace mucho no hacía, hasta que veo la razón de su repentino cambio, Exen se encontraba ahí en la cocina supervisando a mi madre a mi parecer.

Al fin mi madre nota mi presencia y me lanza una mirada molesta, y aquí viene el regaño, pienso, antes de cruzar mis brazos sobre mí pecho.

-¿Dónde estuviste toda la noche?- es lo primero que me pregunta, cuando antes me habría preguntado si estoy bien.

-En casa de Seth - es lo único que digo.

-Bueno parece que ahora pasas más tiempo con ese tal Seth y en su casa, que aquí conmigo, en tu casa, como debería ser - dice molesta y solo una palabra viene a mi mente <<hipócrita>>.

-¿Y qué haría yo exactamente en esta casa?, que por cierto se la pasa más sola que cualquier otra cosa - digo lo más fría e indiferente que pude, quería que le doliera y parece que lo logre porque vi su cara llenarse de dolor por mis palabras.

-¿Estas bien? - dice Exen mientras me observa atentamente y hace una mueca de asco para luego taparse la boca y la nariz con su mano.- Creo que deberías darte un baño - logra decir, esto me hace fruncir el ceño.

-No huelo tan mal- le digo confundida por su repentino cambio de actitud.- y si estoy bien.

-Eso lo dices tú, porque no percibes el hedor de perro - dice.