Capítulo 24

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Capítulo 24

Debía admitirlo, estaba nerviosa, el plan de Alec era fácil, pero la parte clave era mi actuación, debía ser convincente sino todo sería un desastre. Y ese hecho me ponía nerviosa, una cosa es ocultar información importante y otra es mentir a la cara, no solo le mentiría a los Cullen sino también a Seth, traicionando su confianza y lo defraudaría, a todos. Estaba de los nervios, debía pensar positivo, ser positiva, todo saldrá bien, todo saldrá bien, debía repetírmelo hasta creérmelo.

Era el momento, ya no podía dejar pasar más el tiempo, ya había dejado pasar la mañana, baje de mi habitación para reunirme con los Cullen, todos sin excepción estaban ahí, gracias a Dios Jacob no estaba revoloteando sobre Renesmee, sino adiós al plan.

-¿Te sucede algo Juliette?- pregunto con preocupación Esme. Este era el momento, solté un suspiro y me preare para mi actuación, me deje caer en uno de los sofás y observe a todos en la sala, mientras hacia una mueca antes de hablar.

-Es solo que...- de pronto las palabras no salían de mi boca, tengo que calmarme.- Seth, no puede venir hasta aquí a buscarme para luego ir al baile como habíamos quedado. Uno de los muchachos lo dejara en el lugar del baile y yo... me preguntaba si podría ir yo en uno de los autos al baile.- cerré los ojos esperando alguna respuesta, algo. No quería ver.

-No.- la respuesta de Exen no se hizo de esperar, quería maldecir en voz alta.- Yo te llevo.

-Pero quiero ir sola, es el baile, ya me enseñaron a conducir.- me queje, e hice un puchero en su dirección para luego buscar apoyo con Rosalie y esta acercarse a Exen y golpearlo.

-Dejen de tratar a Juliette como a una niña, ya tiene diecisiete años, es completamente capaz de ir al baile sola. No te preocupes Juliette yo te prestare mi auto.- por eso amaba a Rosalie, todo estaba saliendo mejor de lo planeado.- ¿A qué hora comienza el baile?

-A las seis.

Alice puso el grito en el cielo y se puso de pie enseguida.

-No tenemos tiempo, vamos Juliette, tenemos que empezar a arreglarte.- aún faltaban más de cuatro horas para el baile, esto me huele a tortura.

Tuve solo unos pocos minutos de privacidad, sin las vampiras revoloteando a mí alrededor, fue el tiempo suficiente para enviar una respuesta corta a mi novio.

<<Hecho>>

A las cinco ya estaba más que lista, todo gracias a Rosalie y Alice, me veía hermosa, radiante, según sus palabras, la falda del vestido era vaporosa y larga pero se veían mis zapatillas doradas de tacón, que no eran para menos hermosas, Alice tiene un gusto exquisito. Me gustaba como me veía, no podía creer que el rojo se vería tan bien en mí, estaba nerviosa, todo iba de maravilla, solo esperaba que a Seth no se le ocurriera llegar a mi casa antes de lo esperado, porque en serio me molestaría con él, aunque él tenga más razones para molestarse que yo.

Ya iba camino al baile, las manos me sudaban, mi atención estaba centrada en la carretera, ya casi llegaba, un poco más y llegaría. El lugar donde sería el baile era un club con un gran salón, y ya en el estacionamiento habían muchos autos, muchos de mis compañeros llegando con sus parejas, busque donde estacionar, y unos chicos que estaban haciendo de valet fueron los que estacionaron el auto, trabajan para el club así que ellos traerían el auto a la salida cuando yo me fuera, por eso se quedaron con las llaves.

Estaba en la entrada o bueno un poco más alejada, lo buscaba por todos lados, no lo veía, aun no llegaba, revise la hora de nuevo y ya debería estar aquí, dijo que llegaría antes, estaba empezando a impacientarme. Cuando entonces siento un aliento muy cerca de mi cuello que logro sobresaltarme, me gire y ahí estaba, tan perfecto como siempre, con una estúpida sonrisa burlona en mi dirección, algo que note de inmediato era que sus ojos no eran de color carmesí como siempre, eran azules, uno muy oscuro realmente hermoso y único. En solo dos pasos ya me había arrojado a sus brazos.

Lo había extrañado tanto, que no quería soltarlo. Nos separamos solo un poco y sin esperar un solo segundo más pude sentir sus labios sobre los míos después de tanto tiempo. Todo era perfecto estando entre sus brazos, los nervios se habían esfumado como si nunca antes hubieran estado ahí. Me sentía completa.

-Ti amo.- susurro aun sobre mis labios, derritiendo mi corazón y todo mi ser.

-Yo más.- respondí de la misma manera. Nos separamos y una sonrisa adornaba mi rostro, sería imposible lograr que se borrara. Caminamos tomados de la mano al lugar donde estaban todos ya, a penas cruzar la entrada todas las miradas se posaron en nosotros, y como no, si la chica rara que no tiene amigos está entrando tomada de la mano de un chico como Alec, que no puede verse más guapo con su impecable traje negro. Creo que este es uno de los mejores días de mi vida. Alec me guio a la pista de baile en la que algunas parejas bailaban, y las que estaban alrededor abrían espacio para que pasáramos. Daba gracias haber aprendido a bailar, sería una vergüenza pisarlo. Me sentía en las nubes bailando con mi novio.

Las horas para mi desgracia parecían pasar particularmente hoy más rápido que otros días, ya eran las ocho y media, hora en la que Seth estaría por llegar a la casa Cullen y ellos sabrían que mentí.

-No falta mucho para que sepan que les dije una mentira.- musite cerca del oído de Alec, al estar abrazados mientras bailábamos a un ritmo más lento que la música que sonaba no era necesario hablar tan fuerte, podría susurrar y él escucharme. Se separó un poco de mí y me observo con esos extraños ojos azules.

-Ven conmigo.- dijo mientras tomaba mi mano y me guiaba fuera de la pista, alejándonos de todos, salimos por la puerta trasera al gran jardín que terminaba con el bosque, ahí había un pequeño "kiosko" por así llamarlo, iluminado y con enredaderas, Alec nos guio por el sendero que conducía a él. Me tomo de la cintura para así lograr que me sentara en una de las barandas del "kiosko" y se paró frente a mí.

-No quiero separarme de ti de nuevo.- intuía como se sentía, la inminente despedida se acercaba y era muy obvio que me castigarían.- Ahora será más difícil vernos.

-Lo sé, a los Cullen no les caerá en gracia que les mentí. Apuesto que me castigaran.- eso era molesto, todo era tan complicado a partir de ahora, quien sabe en cuanto tiempo podríamos volver a vernos, si casi un mes se sintió como una eternidad no quiero ni imaginar ahora.- No podemos hacer nada.- al parecer mi declaración lo molesto, podía ver el enojo reflejado en sus ojos.

-No digas eso, algo se nos ocurrirá.- en un momento me tomo por los hombros y me zarandeo sutilmente, haciendo que lo viera a los ojos.- Entiende que no puedo vivir sin ti Juliette, ¿qué más tengo que hacer para que lo entiendas?- pregunto a nadie en particular. Sentía como mis ojos escocían, quería llorar, no quería que Alec se fuera.

Como si supiera cuanto lo necesitaba sin más me beso. Susurro sobre mis labios unos instantes después algo que ya intuía "llegaron". Me negaba a creer que ese sería nuestro último beso en mucho tiempo, pase mis brazos alrededor de su cuello, acercándolo aún más a mí, no quería que se fuera, no quería dejarlo ir, me importaba poco y nada si los Cullen descubrían nuestra relación, quizás así al fin podríamos estar juntos sin escondernos. Un pensamiento estúpido y efímero.



























No quería abrir los ojos, no quería comprobar si todo había sido solo un sueño, un sueño loco, que sería casi imposible que fuera verdad. Sin más remedio eso hice, desperté, no sabía dónde estaba; esa sin duda no era mi habitación ¿y si no había sido solo un sueño? Como para confirmar mis pensamientos la puerta se abrió, dejando ver a mi hermoso novio con una bandeja donde suponía estaba mi desayuno. Fue inevitable no sonreír.

-Buenos días, vita mia

𝔻𝕚𝕤𝕔𝕖𝕕𝕚𝕥𝕖 𝕒 𝕞𝕖, 𝔸𝕞𝕠𝕣𝕖. | 𝐀𝐥𝐞𝐜 𝐕𝐮𝐥𝐭𝐮𝐫𝐢 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora