Capítulo 16

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Alec

Acabábamos de llegar a Volterra, entramos al Castillo y recorrimos los largos pasillos hasta llegar a la sala de tronos, entramos he hicimos una reverencia ante nuestros señores, me fui a mi lugar mientras mi hermana Jane le contaba a los maestros nuestra visita a los Cullen, pero paso algo que no esperaba, Aro le pidió a Jane que le mostrara sus recuerdos eso sólo significaba una cosa, él sabría de la existencia de Juliette, eso era malo.

-Que interesante- dijo Aro después de ver los recuerdos de Jane.- Hermanos míos, con los Cullen está viviendo una humana- todos en la sala se sorprendieron, sabía que eso no era nada bueno.- Alec querido, ¿sabes algo de esa chica?- sabía que me preguntaría y tenía que decirle la verdad, tal vez así la dejen en paz, pero que estoy pensando, ella no debe importarme en lo más mínimo.

-Su nombre es Juliette, tiene unos dieciséis años, es hija de Amina la nueva esposa de Exen Cullen, sigue siendo humana y por lo que se, los Cullen la consideran parte de su familia- digo lo más indiferente que puedo y por alguna razón me cuesta decir aquello.

-Así que es hija de Amina- dice Aro sin perder su sonrisa de siempre mientras se sienta en su trono.

-Si es su hija, eso quiere decir que debe saber nuestro secreto y eso la convierte en una amenaza para nosotros- dice Cayo y eso sólo significaba una cosa.

-Hermanos, se les está olvidando una parte importante- dice Marco con su típico tono tranquilo y sin interés.- La chica nunca dirá nada porque los Cullen la consideran de la familia y ella a ellos también, no creo que sea una amenaza, pero no está de más verificarlo.

-Está decidido, en exactamente un mes iremos a hacerle una visita a la humana - finaliza Aro con una sonrisa y yo sólo quiero ir a donde está Juliette y llevármela lejos donde ellos no puedan encontrarla, pero no puedo, sólo hago una reverencia y me retiro a mi habitación, necesito pensar y saber porque me preocupo por ella, es sólo una simple humana con una sangre que me llama, no significa nada.

***

Hace exactamente un mes que estoy preocupado por Juliette, que no dejo de pensar en ella, me persigue a donde sea que voy, cuando estoy de caza, cuando estoy leyendo, cuando estoy en una misión, y eso no es lo peor de todo, me la he pasado todas las noches desde ese día que la conocí viendo su foto, esa que le pedí.

Hoy es el día en que iremos a casa de los Cullen a ver que decidirán los maestros con Juliette, por alguna razón no me gusta que ellos vayan a conocerla, es una chica diferente y si llegarán a decidir que es un peligro para nosotros no estoy muy seguro de lo que haría. Sin darle más vueltas al asunto salgo de mi habitación y voy a donde estaremos todos esperando a que lleguen los maestros; al rato ellos llegan y así partimos hasta Forks y no sé porque me emociona tanto volver, creo que por la razón de que volveré a ver a esa chica de hermosos ojos verdes, durante todo el viaje me la pase pensando en ella y creo que por eso se me hizo tan corto.

Cuando me di cuenta ya estábamos en la puerta de la casa Cullen, Carlisle nos abrió la puerta y llegamos a la sala donde estaban todos de pie pero no la veía a ella, fue algo inevitable para mí el apenas entrar y buscarla con la mirada y al segundo una gran decepción me embargó al darme cuenta que no estaba, Aro también la buscaba y al no verla hablo.

-Alec, tráela- fue todo lo que dijo y no espere ni un segundo cuando ya no me encontraba en la habitación, sino en el lugar que sabía se encontraba su habitación. Me quedé parado en la puerta y escuché, su respiración era pausada y si prestaba atención podía escuchar los suaves trazos que hacía y sin pensarlo mucho entre.

Se veía igual de hermosa que como la recordaba, estaba sentada en su cama dibujando mientras escuchaba música con los audífonos puestos, quería quedarme un rato a verla pero no podía, me acerqué a ella y le saque uno de los audífonos, su reacción fue inmediata, al inicio parecía que quería golpear a él que la interrumpió pero al verme se sorprendió y cuando me di cuenta, ella me estaba abrazando, sin dudarlo se lo devolví pero no duró tanto como me gustaría, me separe de ella luego de unos momentos, ella está a punto de hablar y puse uno de mis dedos en sus dulces y suaves labios para que no hablará, tome el lápiz con el que ella dibujaba y tome su cuaderno sin ver el dibujo y escribí.

𝔻𝕚𝕤𝕔𝕖𝕕𝕚𝕥𝕖 𝕒 𝕞𝕖, 𝔸𝕞𝕠𝕣𝕖. | 𝐀𝐥𝐞𝐜 𝐕𝐮𝐥𝐭𝐮𝐫𝐢 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora