Capítulo 15

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Capítulo 15

Primer Encuentro

Los Cullen llevaron a la chica a su casa, después de que se desmayara todos estaban confusos, no entendían la razón del comportamiento de la chica.

Al llegar a su casa y ver como una parte de la sala principal estaba destrozada se asustaron, pues ya entendían un poco el comportamiento de la chica, lo que no se esperaban era encontrar a dos jóvenes en medio de todo ese desastre y menos que sean los que conocían tan bien, eran nada más y nada menos que Jane y Alec Vulturi.

Ambos a simple vista se veían que estaban enojados aunque ninguno de los Cullen entendían el por qué. Carlisle fue por un poco de alcohol para Juliette, el resto de los presentes se quedaron viendo a la chica que yacía inconsciente en el único sofá que seguía intacto, cuando el vampiro rubio volvió acerco el frasco con el líquido a la nariz de la chica que después de unos instantes empezó a quejarse del olor y mover levemente su cabeza, alejaron el frasco de la chica y esperaron pacientemente a que despertara.

La cabeza le daba vueltas, sentía su cuerpo pesado y no podía moverlo, todo era oscuro, sus ojo pesaban y poco a poco fue tomando las fuerzas para poder abrirlos, lo primero que vio fue todo borroso, poco a poco todo fue volviéndose más claro, muy despacio se fue reincorporando y observo a su alrededor, todos la observaban con detenimiento, parecían que esperaban algo y ahí fue cuando la chica cayó en cuenta que ellos, su familia fueron los que la habían rodeado, por un momento se sintió avergonzada de su comportamiento y sin evitarlo sus mejillas de sonrojaron levemente, pero estaba en todo su derecho de reaccionar así cuando estuvo a punto de morir.

-Lo siento, por mi comportamiento- dijo la chica en un leve susurro y con las mejillas sonrojadas y la cabeza baja por la vergüenza.

-Está bien Juliette, pero si nos explicaras que fue lo que pasó creo que te podríamos entender mejor- dijo el jefe del clan Carlisle.- Pero antes me podrían explicar a qué se debe su visita- dijo el rubio dirigiéndose a los hermanos que en todo momento se habían mantenido a una distancia prudente de todos.

-Creo que todos saben porque estamos aquí- respondió la chica rubia con voz demandante.

-Entonces vienen a ver a Reneesme y a Lena o ¿me equivoco?- pregunto Carlisle con su tranquilo tono de voz que había adquirido a lo largo de los años.

-¿Dónde se encuentran las niñas?- pregunto la chica impaciente. -Mientras más rápido las veamos, más rápido nos iremos, ya quiero volver a casa- dijo con indiferencia y frialdad.

-Me temo Jane que no podrás verlas, ellas no se encuentran en la casa, llegarán hoy por la noche, tendrán que quedarse un rato más -Dijo Carlisle.

-Yo no quiero esperar, podemos ir a donde sea que ellas estén - Dijo la rubia nuevamente, el chico de cabellos castaños que se encontraba a su lado no emitió palabra en ningún momento, sólo se dedicaba a mirar atentamente a la chica que se encontraba sentada en el sofá, él pensaba que para ser una humana era muy hermosa, casi perfecta, con sus finos rasgos, su esbelta figura, sus ojos de ese intenso color verde esmeralda, su cabello cayendo en forma de cascada por su espalda y sus labios ligeramente rojos, la hacían lucir perfecta, con un toque de inocencia pero a la vez sexi que la hacía llamar su completa atención y estaba ese pequeño detalle de que su sangre lo llamaba como ninguna otra, era simplemente exquisita, el sólo hecho de pensar en su sangre le hacía agua la boca, quería alejarse de ella, porque una chica así como ella sólo lo llevaría a su destrucción, pero algo dentro de él dolía con el simple pensamiento de tener que alejarse y dejarla, era un dolor creciente que se hacía más fuerte y más intenso con cada segundo que pasaba, era una tortura lenta el no sentirla cerca, quería probar que tan bien se sentía sentirla a su lado. Algo lo saco de sus pensamientos, fue un leve gruñido que lo distrajo, se dio cuenta que provenía de Edward Cullen y quiso golpearse mentalmente por no controlar sus pensamientos, el chico había estado tan ido que no había prestado atención a la conversación que se estaba desarrollando.

𝔻𝕚𝕤𝕔𝕖𝕕𝕚𝕥𝕖 𝕒 𝕞𝕖, 𝔸𝕞𝕠𝕣𝕖. | 𝐀𝐥𝐞𝐜 𝐕𝐮𝐥𝐭𝐮𝐫𝐢 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora