Capitulo 47 - Te extrañe como nunca antes habia extrañado algo.

91 8 1
                                    

Fin de semana, sábado.

Eso significaba que hoy "se supone" que vería a mis padres. Ellos debían, no, no debían, tenían que contarme la verdad.

Baje a la cocina después de cepillarme, no me iba a bañar aun, tenia flojera; por lo tanto aun  estaba en pijama: shorts y camisa de tirantes. Mi estomago gruñía reclamando alimento, anoche me había acostado sin cenar. 

Me dispuse a preparar el desayuno; coloque música para alegrar mi mañana, no quería estar pensando en lo que tenían por decirme mis padres, de seguro terminaría discutiendo con ellos y aunque me habían mentido... no quería estar molesta con ellos, son mis padres y los amo.

Una nota en el refrigerador capto mi atención. Era la letra de mi padre, cursiva y pulcra.

"Cielo, tuvimos una... reunión por sobre lo del banco, cuentas de la empresa. Ya sabes... el problema que tenemos con ella.

Lamentamos no estar allí contigo, otra vez. 

Te amamos, 

Tus padres".

Genial.- notase el sarcasmo.

Hoy que los necesito. Hoy mas que nunca que me interesa hablar con ellos porque necesito explicaciones... No están.

Arrugué la hoja entre mis manos.

Cosas de la empresa... Mentiras.
¿¡Qué mierda pasa!? ¿Por qué me mienten tanto?

Mis ojos pican y un nudo se forma en mi garganta.

Ellos nunca están. Nunca estuvieron para mi.

Solo de vez en cuando.... Ahora me doy cuenta de que yo crecí sola. Crecí rodeada de dinero, mentiras y soledad. Y yo me sentía feliz así, porque me sentía completa cuando venían y los veía los fines de semana, cuando me entregaban todo el amor extraviado, todo el amor que me hacia falta.

Yo me sentía feliz. Y era una ignorante por conformarme con eso.

Le subí mas volumen a la música y comencé a contonear mis caderas de un lado a otro.

Ed Sheraan, retumbaba en mis oídos, me aliviaba y su canción Shape of you me alegraba, me transmitía felicidad y no sabia porque.

Seguí moviéndome y cocinando unos apetitosos waffles.

Traté con todas mis fuerzas ignorar a mis estúpidos padres para no echarme a llorar por la miserable vida que tengo. Así que seguí moviéndome, contoneando mis caderas. Bailando.

Estaba tan absorta en las letras de sus canciones que no me percate que pasos se dirigían a la cocina. No lo escuche venir.

Seguí bailando...

Un carraspeo y una risa contenida llamaron mi atención, provocando que girara mi cuerpo aun guiado por el movimiento de la musica.

Y allí estaba él, viendome socarronamente, con una enorme sonrisa pintada en su rostro.

- Hey...Si te sigues moviendo así no creo que podre resistir mas estar aquí parado. - la voz de él retumbo por sobre la música, exaltandome.

Inquilino♡. [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora