Inquilino♡. [EN EDICIÓN]

Capitulo 38- La Fiesta.

Luego que Anisha le diera la direccion de la ya muy frustante fiesta, diez minutos despues, habiamos llegado.

El lugar estaba repleto de gente, no cabia ni un alma mas.

Evan se vio obligado a aparcar el coche en un lugar algo lejos de la casa, debido a la cantidad de coches allí presentes.

Entramos sin esperar a Evan, no es como si se fuese a perder. Aparte, el debe ya estar acostumbrado a este tipo de ambiente y, de todas formas de un momento a otro nos encontraria. Y seguiriamos la noche, asi, sin más.

Al entrar un olor a alcohol, sudor, humo y quien sabe qué más inundó mis fosas nasales.

Hacia calor, demasiada calor.

Habia cuerpos moviendose unos contra otros, de forma... Digamos que no muy apropiada, movimiento los cuales llaman "baile".

Señoras y señores. Eso, no es bailar. Eso es fornicar con ropa.

Cuerpos y cuerpos, bailando, sudando, tomando, fumando,  riendo, charlando, pasandola bien. Supongo yo.

- Al rato nos vemos amiga. - me hablo Anisha.

De un momento a otro me vi sola entre esa multitud de gente.

Sí, mi querida amiga Anisha me habia dejado.

Bravo Anisha.

Me senti perdida y mareada de repente.

Definitivamente hace demasiado calor. Necesito aire, iré afuera.

Al salir al gran, gran patio trasero me arrepenti al instante.

Habia chicos y chicas tiradas por todos lados en el cesped, borrachos hasta la médula.

Al enfocar mas la vista podias apreciar a muchas parejas... Demostrando su afecto. Si, teniendo sexo en pleno publico.

Chicos y chicas por todos lados, haciendo. En el suelo, en la pared, contra los arboles, unos, hasta en un pequeño lago yaciente mas a fondo de aquel inmenso patio.

Las escenas me dieron un asco indescriptible.

El amor es lindo y todo. Pero, ¡Por Dios! ¡Hacerlo en frente de todo mundo!

<Pero mira mas a fondo> habló mi conciencia. <No todos lo estan haciendo> Excusó.

Bien. Era cierto. No todos lo estaban haciendo. Habia alguna que otra pareja que solo se limitaba a tocarse, digamos que no eran carisias muy decentes, pero... Al menos no estaban metiendo la polla en la olla.

Estaba a punto de dar media vuelta cuando me parecio ver un rostro conocido.

Gire tratando de localizar aquel rostro.

Lo encontre. Me era conocido pero... ¿quien era...?

Trate de acercarme mas a ver si asi lograba distinguirlo mejor.

Me escondi detras de un arbol para tratar de no ser descubierta en mi mision.

Me acerque un poco, un poco mas, un poco mas y... No.

No.

No.

No.

¡No!

¡NO!

Me vista se nublo debido a las lagrimas.

Cabello castaño claro, ojos miel, tatuajes en los brazos... Era él. Era Keith.

Trate de correr lo mas rapido que pude, pero, desgraciadamente los malditos tacones de 15cm, me lo impidieron, el tacon del pie izquierdo se enterro en el cesped humedo y tropecé, provocando que cayera y sierta persona, notara mi presencia.