Capítulo 2

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Regresar me da una sensación de gusto y disgusto, odio levantarme temprano y cuando pasa más de un día de descanso simplemente, mi cuerpo se autoajusta en modo vacaciones y no quiero saber nada de estudios.

Después que bajamos del bus estoy a punto de matar a las amigas de mi hermana, es decir, también las mías, pero a veces las odio. Por ejemplo en estos casos cuando se ponen a parlotear como urracas, como si fuese una maratón, la que más palabras pronuncie en menor tiempo es la que gana.

Combinemos eso con mi mal humor regreso-a-clases-me-quiero-morir. Tengo un dolor de cabeza colosal.

-¿Quieren, señoritas, hacer el favor de cerrar el pico? - Pam y Adri me ven fijamente por unos segundo y luego estallan en carcajadas.

- ¿Estas en plan odio-a-todo-el-mundo verdad Lizzy? - Pam pone un brazo sobre mis hombros y se sus intenciones y retrocedo tratando de safarme de su agarre, pero es demasiado tarde, sus labios ya están en los míos. Me suelta con una sonora carcajada.

- Ya te di tu ración de amor, para que quites esa cara de champurrada y sonrias más - quiero enojarme, de verdad que quiero hacerlo, pero sólo puedo reír. Ella me lo avisó desde el año pasado, que cada vez que viniera de mal humor ella me daría un beso en los labios frente a todo el mundo. No es lesbiana, ni nada por el estilo, sólo demasiado extrovertida para su propio bien.

Me sonrojo sin poder evitarlo, ahora sólo Dios sabe que estarán pensando de mi. Lo que piensen de ella, pues a ella no le importa, así que a mi tampoco.

Comienzo a mirar a todos lados para encontrarme con miradas sorprendidas, otras de horror, veo asco también y unas cuántas sucias.

- Estas muerta Pamela María -le digo a Pam, usando su segundo nombre, mientras la señalo con un dedo - así que cuida tu espalda amiga. - sentenció.

- A mi también me gustó, muñeca, después de clases repetimos en mi casa ¿que dices? - no me da tiempo a replicar, se aleja con una enorme sonrisa perversa.

- ¿Jane, me puedes decir porque soy amiga de esa lesbiana-pervertida? - me giro para ver a Jane sonreír abiertamente, después de mi ella es su mejor amiga. Asi como Andrea es la mia, ellas son tan diferentes y si coinciden, es por nosotras, al principio fue difícil, incluso para mi, Pam es bastante especial, pero hemos logrado que no sólo funcióne nuestra amistad, si no, que seamos inseparables.

- No se, creo que ella nos eligio a nosotras, como una mascota eligiendo a su dueño. - contesta encogiendose de hombros.

- Jane te he escuchado, tengo oído de perro policía - Pam esta al pie de las escaleras - y si, totalmente yo las escogi a ustedes tres, bobas, de lo contrario jamas tuvieran el honor de siquiera hablarme. Asi que ahora muevanse o vamos a llegar tarde pequeñas mortales - se gira y hace su camino a través de la puerta del instituto moviendo sus caderas exageradamente.

- ¡No muevas tanto el trasero, que se ve del tamaño de Gloria!- le gritó. Ella me ve sobre su hombro y me sonríe.

- Esa es la idea preciosa, esa es la idea.

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Nuestra primer clase es literatura, por lo que las clases no comienza del todo mal, aunque ya han pasado 10 minutos y el profesor aún no ha llegado. Después de media hora escuchando hablar a la directora, dando un discurso de lo más aburrido y después de que mis pies duelan por el hecho de pasar todo un acto cívico, mal organizado, de pie sinceramente mi mal humor ahora se transformó en yo; ladrando cada vez que alguien está cerca de mi, incluso si no están hablando conmigo.

- Lizzy es enserio, cambia esa cara ya, mira que me contagias y cuando yo estoy de mal humor pueden pasar muchas cosas. - Jane me ve fijamente - cosas realmente malas.

- De acuerdo, de acuerdo, he entendido la sutil amenaza sherk, sabes que no soy así de agria pero, ya sabes... -hago un ademán con la mano. - regreso a clases.

- Si, si, lo sé - ella ve sobre mi hombro - allí viene Ken - pega sus ojos a él sin pizca de sutilidad, lo sigue mientras él pasa junto a nosotras y se sienta en el último asiento.

- Es enserio, Jane, o le hablas de una vez por todas a ese chico o yo de verdad, te lo prometo - muestro el dedo meñique. - por mi garrita que los encierro a los dos un día en un cuarto oscuro. - ella abre mucho sus ojos -que conste en acta que te he advertido.

- Lizzy, como si fuera así de fácil - suspira - él es el tipo de chicos de amor platónico; los amas en silencio y te creas una y mil historias románticas en tu cabeza con él y tú como protagonistas. Pero nada mas

- Awww, eres asquerosamete cursi- digo con sarcasmo.

- Pero no más que tú querida - alza una ceja.

- Si, pero tu tienes tendencia a inclinarte por los chicos oscuros, peligrosos y malotes como él.

- Y tú crees que en realidad vas a encontrar al último príncipe azul que existe en el universo.

- Soñar no cuesta nada - contestamos al unísono. Tendemos a hacer eso muchas veces.

- Dejen de hacer eso - nos dice Luis - les he dicho que me causa escalofríos- finge tener escalofríos.

Jane y yo nos miramos la una a la otra y con una sonrisa asentimos.

-Luis, que lindo eres, ¿que tal tus vacaciones?¿bien? Nos alegramos -respondemos al mismo tiempo. Luis nos ve fingiendo horror.

- Definitivamente, tienen que dejar de hacer eso, ya tengo suficientes pesadillas, para incluirlas a ustedes dos.

- ¿Seguro que serían pesadillas, Luis? Yo estoy inclinada a pensar  que podrian ser hermosos sueños- Jane entrecierra sus ojos mientras ve a Luis - pensaré que, sanos y lindos sueños, con nosotras en lindos unicornios yendo hacia el horizonte, ¿no es cierto?.

- Soñar no cuesta nada -responde él.

- ¡Luis! - le reprendemos

-¿Que? - nos ve con ojos inocentes - en mis sueños yo mando y puedo hacer lo que quiera en ellos. Así que señoritas... -se estira llevando sus manos más allá de su cabeza - nos vemos en la noche - chasque la lengua y Jane y yo soltamos una risa.

Estoy a punto de responderle cuando el profesor entra, le doy toda mi atención, y me olvidó de todo lo demás...

Tú Eres Mi Ángel [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora