Capítulo 51|final

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Despertarme en mi cama acompañada, es normal en mi vida, pero nunca había despertado con un chico, con Uriel, si mi papá nos ve nos mata a los dos, pero no tiene porque enterarse, espero que no se entere en realidad.  Dormir abrazada y en cierto punto sostenida por Uriel fue lo más placentero que he sentido, dormir con mi hermana nunca se ha sentido así, pero tiene que ver conmigo y no con la persona.

Me levanto sobre un codo y veo a Uriel dormir, que sensación tan maravillosa poder ver su respiración, el revoloteo de sus ojos bajo los párpados. Un movimiento llama mi atención del otro lado de la habitación. Es Jane que me ve fijamente, no se descifrar su mirada.

- De verdad lo amas – susurra sorprendida, no sé porque se sorprende, yo pensaba que era demasiado obvio lo que sentía, solo la vi y de un momento a otro sus ojos se volvieron brillosos, ¿Qué le pasaba? – él te va a robar – vuelve a susurrar. Ahora son mis ojos los que se llenan de lágrimas, niego con la cabeza porque no es así, él se va a ir y me va a dejar sola.

Uriel se mueve a mi lado y se pega a mí, su respiración queda en mi pecho y hace que ciertas zonas se despierten, trato de alejarme de él con una sonrisa nerviosa, pero mientras más me alejo, él más se acerca.

Empecé a reírme porque su cabello me hacia cosquillas en el cuello, Jane empezó a reírse conmigo hasta que escuchamos que alguien se acercaba a nuestra habitación. Nos quedamos quietas y luego empieza el movimiento frenético, encuentro fuerzas en mi interior y me salgo de los brazos de Uriel, Jane sale de su cama y me ayuda a empujar a Uriel de la cama, cae al suelo con un estruendo y lo rodamos para que quede bajo mi cama.

Increíblemente nunca se despierta, brincamos sobre mi cama y nos acostamos a un segundo antes de que papá abra la puerta.

- ¿Dónde está el muchachito? – es lo primero que dice. Jane y yo hacemos como si estuviéramos adormiladas.

- ¿Qué? – preguntamos las dos, soy increíble fingiendo un bostezo.

- Dije: ¿Dónde está el bendito muchacho? – gruñe, entra a la habitación y empieza a buscar, no le va costar llegar con él - ¿está aquí verdad?

- Papi – lo llamamos las dos, empezamos a saltar sobre la cama y cuando pasa cerca de la cama lo jalamos para que caiga sobre ella y empezamos a hacerle cosquillas.

Terminamos todos desparramados sobre la cama y luego escuchamos un ruido extraño bajo la cama, me quedo quieta esperando que papá no lo haya escuchado.

- ¿Qué  fue eso? – se incorpora, en medio de la desesperación tomo la terrible y tormentosa decisión de dejarme el vergüenza.

- Fui yo... – susurro sintiendo mis mejillas arder, que humillante, mi papá y Jane me ven.

- Cochina – dice papá – trata de no hacer mucha fuerza o te sucederá un accidente peligroso.

- Papá – gimo, que vergonzoso, Uriel tendrá que pagarme esta y muy cara.

- Bueno, mejor ya me voy, no quiero estar en medio cuando estallen mas bombas lacrimógenas – se encamina a la puerta riendo, él también me las pagara. Sale de la habitación y está a punto de cerrar la puerta, pero se detiene - ¿Dónde está el muchacho?

- Eh… - no sé qué decir, así que digo lo primero que se me viene a la cabeza – ¿quizá en el baño?

- Yo venía de allí – su cuerpo se pone alerta y entrecierra sus ojos sobre mi – ¿no estás escondiendo algo Lizzy?

- Yo escuche que la puerta de la entrada se abrió – interviene Jane – tal vez salió.

- Sí, eso – bajo de un salto de la cama – a él le gustan los amaneceres y la naturaleza, seguro salió a dar una vuelta.

Tú Eres Mi Ángel [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora