Tú Eres Mi Ángel [Terminada]

Capitulo 45

El día de hoy para mi, comienza temprano, necesito hacer las cosas bien sí quiero lograr mi propósito.

Todos en casa me ven con algo de compasión pero sobre todo con asombro, estoy bien y estoy tranquila, tengo cosas que hacer y sobre todo tengo un plan. Y un equipo de cuatro fantásticas que me ayudarán a cumplirlo.

- Familia - llamó su atención como hago habitualmente  - hoy tengo una gran encomienda y necesito que todos me den un abrazo y beso para darme fuerza, coraje y valentía.

Extiendo mis brazos a la espera de mis abrazos, que no se hacen esperar. La primera en ir hacia mi es Jane, luego le sigue papá y por último mamá. Un abrazo de mi familia era lo que más necesitaba ahora mismo.

- Son increíbles, todos. Tengo a la mejor mamá, al mejor papá y a la mejor hermana - los beso a cada uno - No podría pedir más, soy realmente afortunada.

- Yo si que podría pedir algo más - dijo papá viéndome - que mis bebés no sufran por nada, ni por nadie.

Las tres nos derretimos, creo que el ego de papá se debe a que tiene a tres mujeres en casa que lo adoramos y que lo vemos como el mejor hombre del mundo. Es nuestra culpa que no tenga ni pizca de modestia.

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Ya en el Instituto, después de contarle a las chicas mi plan, nos comportamos como unas auténticas espías, todas vigilamos a Ken de cerca, no perdemos detalle de lo que hace. Es una útil ventaja los espejos compactos.

Aunque se que hacer esto para Jane no es fácil, lo hace con gusto, quiere ayudarme. Intenté que no se involucrara, pero ella le restó importancia al inconveniente y me juro que si trataba de dejarla fuera de esto se enfadaria demasiado conmigo. Así que, aquí estamos, esperando en la salida por Ken, cuando logre poner mis manos sobre ese chico no se lo que haré.

Cuando lo divisamos en la puerta del instituto, ponemos en marcha la tácticas: "Risitas tontas". El nombre es gracias a Pam. Comenzamos a hablar de alguna banda del momento y reímos como locas enamoradas de estrellas de la musica. Ken pasa por nuestro lado y por extraño que suceda siento que él me observa, lo cual es raro porque siempre que pasa a nuestro lado nos  ignora. Continuamos así un momento más, sin perderlo de vista. Se donde es su casa, pero temo que no se dirija allí ahora mismo. Lo veo cruzar en la esquina  y nos ponemos rápidamente en marcha.

Seguimos a Ken por lugares extraños en primer lugar y luego por otros siniestros que rápidamente comienzan a ser conocidos. Veo a Jane y se que ella recuerda. Cuando Ken llega a su destino, suspiro enojada al ver el asqueroso y repulsivo lugar del que no hace tanto tiempo lo sacamos inconciente.

- Rayos... - murmuro enojada y también asustada. - tenía que ser aquí, por supuesto, esto no podía ser tan sencillo. - digo entre dientes y emprendo con pasos furiosos el camino hacia ese bar de mala muerte.

- ¡Lizzy, espera! - Me grita Jane - no podemos entrar allí.

- Si no quieren entrar lo comprendo, pero yo necesito respuestas y esas respuestas me están esperando dentro de ese cuchitril.

- Pero es peligroso - susurra Jane ansiosa.

- Ya lo sé, pero necesito hacerlo porque no estaré tranquila hasta que lo haga. - digo en tono vehemente.

- Esta bien, yo te acompañó - Pam, quien se había mantenido callada, como cosa inusual, toma la iniciativa y se lo agradezco, tengo toda la voluntad pero el miedo comenzaba a apabullarme. - ustedes quédense aquí.

- No - esta vez es Adri en la que veo determinación - iremos todas. - Las cuatro asentimos con la cabeza y nos dirigimos con paso firme hacia ese horrible bar llamado: El cordero degollado.