Tú Eres Mi Ángel [Terminada]

Capítulo 14

- Lizzy, ¡HIJA DE SNOW!
- exclama Jane. Vamos corriendo hacia el Instituto, imposiblemente tarde. Quise darle una lección, pero me quedé dormida de verdad y perdimos el autobús, ahora debemos hacer todo el camino a pie. Sus palabras me detienen de golpe ¿cómo me llamó?

- Oye, espera ¿qué? - Jane sigue corriendo, así que tengo que reanudar  el trote para alcanzarla - ¿Como me llamaste?

-¡Hija... de snow, Lizzy!

- ¡Te pasaste mundana! Papá  no es Snow, ¡retira lo dicho!

- ¡Tu eres adoptada Lizzy!... Y ¿mundana? Por... favor - se detiene para recuperar el aliento - ¡mundana tu! ¡Mira que quedarte dormida! Debí... de haberte... ¡dejado!.

-¡Te lo merecías!  - me siento en el suelo porque ya no siento las piernas. Hemos corrido no se cuantas cuadras, y nosotras no somos lo que se llama atléticas.

- Levántate... de allí o... te dejo - creo que Jane lo lleva peor que yo. Ese es el problema de, me atreveré a decir,  el 80% de los lectores. Vivimos en un mundo de fantasía, donde todo es posible. No necesitamos hacer ejercicio.

Creo que ya va siendo hora de salir a correr al menos.

- Ya vamos tarde, unos minutos más no harán daño - me tiro al suelo, estoy muerta. K.O. - pero mi corazón y, cuerpo en general, te amaran mas.

- Ya no te quiero nada - se sienta a mi lado - Si  vamos tarde y corriendo, es por tu culpa.

- Lo sé, lo sé - creo que ya me estoy calmando - en un principio quería que fuera una probadita de tu propio chocolate, pero me quede profundamente dormida - tomo su mano y ella la aprieta - lo siento.

- Esta bien, me contento con saber que tu también sufres - golpeo su brazo y ella rie-resopla.

- Bieeeeen, hay que seguir - me levantó del suelo y sacudo mi pantalón. - pero esta vez, solo caminemos. - ella me ofrece sus manos y yo las tomo ayudándola 21 a ponerse de pie.

Y asi es como llegamos media hora tarde al instituto...

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No quiero saber nada de nada ni de nadie. Sólo quiero dormir, dormir, dormir.

- ¿Serían tan amables de cerrada sus hermosos picos, Urracas?- ni siquiera levanto la cabeza de su escondite en medio de mis brazos.

- ¡Oye, yo también estoy aquí! - se queja Luis.

- Cierto. Pero tu eres igual o peor - levantó la vista para darle una mirada asesina - guacamaya.

-¿Que? - finge horror - retira lo dicho osito odiosito.

- ¡Jamás! además tu ni siquiera posees un género.- regreso al tranquilo refugio de mis brazos.

-¿Que, qué?- creo que lo que escucho en su voz es indignación. - ¡oyeme,  no! Claro que poseo genero. - hace una pausa como esperando que yo responda. Pues se quedara con las ganas.

- ¿Quieres que te lo muestre? - me reta.

- Jamás en esta vida o en otras - respondemos Jane y yo a la vez.

- Por Cristo ustedes dos si saben como hacer que yo desaparezca - levantó la cabeza - ¡me voy! ¡Par de brujas!

Le brindó mi sonrisa más brillante, acompañada de un gesto de la mano. Luis sólo achica los ojos en mi dirección y se va pavoneandose.

Regresó a mi posición anterior y agradezco la paz. Es hora de  recuperar el sueño  perdido.

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