Capítulo 30

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- No, ya no - Uriel se cruza de brazos enfurruñado, parece un niño de cinco años. Me río de él.

- Vamos, estas serán lindas - levantó mi mano. - Lo prometo.

- No - sigue de obstinado.

- Awww, no hagas eso, Uriel - le reprochó. - Para algunas chicas los tatuajes y chicos malos se les hace irresistible, para mi son esos pucheritos. - Uriel no cambia su cara, al contrario, frunce más el ceño y la boca. Se lo advertí. Me lanzó sobre él y literalmente, me lo como. Él ni lento, ni perezoso, corresponde mi beso. Ahora que lo pienso, debemos vernos ridículos, al menos yo, ¿como besaré? ¿Debo preguntarle? Pensaré en eso más tarde.

Ahora mismo, aunque me vea ridícula, me importa un pepino, me encanta besarlo. ¿Será por todo el tiempo perdido? Quizás eso sea. Estoy sobre él, y sin querer mis manos viajan hacia el sur... llegando hasta el dobladillo de su camisa, se cuelan debajo de ella, tocando la piel de su abdomen. Al primer contacto inhala profundamente y contrae el abdomen.

Me separó un poco de él para observarlo, tiene los ojos cerrados, la boca ligeramente abierta tomando aire por esta, sus manos formando puños a sus lados, no me esta tocando. Continuo con mi exploración, mis manos llegan hasta su amplio pecho. Él es grande pero por supuesto que no tiene unos músculos definidos, ¿quien a nuestra edad los tiene?  Independientemente de eso, sentir su piel es maravilloso, sentir latir su corazón es increíble.

Pensando eso me da una idea. Vuelvo a bajar la cabeza para seguir besándolo y pongo en práctica algo con lo que Pam ha estado molestándome últimamente. Meto mi lengua, despacio, en su boca, busco su lengua con la mía, el rehuye a mi lengua pero soy insistente. Necesito poner muchas cosas en práctica, y necesito ponerlas en práctica con él.

Seguimos con mi práctica, creo que lo hacemos bien, ¿pero como puedo saberlo?  Lo que me confirma que Uriel no ha hecho esto antes, es que cada cosa que hago, él la imita. Es tan halagador, como extraño, que no haya besado a otras chicas así. ¿Vivía en al jungla o qué?

Cuando necesito oxígeno, me separo, a papá le daría un infarto si me viera, pero no esta. Y ya saben lo que dice el dicho: Cuando el gato no esta, los ratones hacen fiesta.

Tomó la mano de Uriel y trato de ponerla en mi cintura, pero él niega y retira la mano, lo hago de nuevo, insistiré. Esta vez no cede, me estoy empezando a enojar debido a su actitud.¿No le parezco lo suficientemente bonita? ¿No le gusta mi cuerpo? Es cierto que no es espectacular, falta en algunos lugares y sobra en otros, pero nunca antes me había molestado. Estoy a punto de tomar su mano de nuevo cuando alguien se aclara la garganta tras el sofá. Debido al susto y miedo de ser atrapada in fraganti, me retiró de encima de Uriel, un poco, demasiado rápido. Me enredo con sus piernas y caigo al suelo, lo primero que toca el suelo es mi espalda, duro. Dolió pero no voy a llorar. No. Voy. A. Llorar.

Mamá se apresura a ayudarme pero ya Uriel me está ayudando a sentarme en el sofá, esta preocupado, este chico pasa el noventa por ciento de su vida preocupado, eso no puede ser sano.

- ¿Estas bien? - esa es mamá.

- Si, sólo caí de golpe y me asuste. No pasa nada.

Cuando se percata que no me sucede nada grave, recupera su posición, recordando el porqué de mi caída.

- ¿Que estaban haciendo?

- Nada - respondo automáticamente, Uriel se ve tan culpable, como si hubiera asesinado a alguien.

- Yo... lo siento.. - es el susurro entrecortado de Uriel.

- Corrijo, ¿que hacías, Lizzy? - Mamá me señala - Estuve a punto de correr a separarte del pobre de Uriel. Temí que te acusarán de violación.

Veo a mamá con la boca abierta ¿Qué?

- No me veas así, Lizzy, estabas sobre el pobre chico, y él tenia tal cara de susto, que temí mas por su virtud que por la tuya. - Mamá comienza a reír de su chiste, a mi no me parece chiste. - Gruñona, definitivamente eres igual a tu papá. Y hablando de papá, si hubiera sido él quien te encontrará, esta sería la escena del crimen. Así que, cuidado con esas hormonas, sobre todo con esas manos traviesas, Lizzy.

Ya se que no estuvo bien que hiciera lo que hice y menos en el sofá de mi casa, pero de ahí a que se burle de mi de esta forma, es el colmo. Preocupada porque lo violara, si claro. Bueno... tal vez...

Sin hablar más del incidente, nos sentamos de nuevo, hoy nos tocan las películas animadas. Así que le mostraré de mis favoritas. Vemos Buscando a Nemo. Le encanta, ¡pues claro! ¿a quien no le gusta?.

Cuando esta acaba, necesito que vea a los Minions. Río sin parar, mientras que tengo que explicarle algunas cosas, él también ríe. Pasamos un gran momento.

- ¿Quieres ver otra? - La película de los Minions acaba de terminar, pero no quiero que Uriel se vaya aún. - ¿O te tienes que ir ya? -Vemos la hora en mi celular, son las 6:30, aún hay tiempo.

- Sólo una más, no quiero que mis her... padres se preocupen. - Ese desliz... fue extraño, pero no digo nada, ya que se quedó. Pongo una que seguro le encanta.

- Vas a amar esta película.

Me siento junto a él con las piernas cruzadas, pongo mi cabeza en su hombro y automáticamente comienza a jugar con mi cabello. Así pasamos la mayoría de la película, comentando una que otra cosa de ella.

Cuando estamos a punto de llegar al fin, me preparó, se lo que viene y se que voy a llorar, mucho. Estamos justo cuando Miguel regresa al mundo de los vivos, corre hacia su casa para llegar hasta mamá Coco.

Ay no, ya estoy llorando. Comienza a cantarle la canción de su papá. Soy un desastre, tengo la cara bañada en lágrimas.

Recuérdame, hoy me tengo que ir, mi amor. Recuérdame, no llores por favor, te llevo en mi corazón y cerca me tendrás, a solas yo te cantaré soñando en regresar.

Arrugo entre mis manos la camisa de uriel, tratando de llorar en silencio, esa canción puede conmigo.

Recuérdame, aunque tenga que emigrar,recuérdame si mi guitarra oyes llorar, ella con su triste canto te acompañara, hasta que en mis brazos estés. Recuérdame...

No puedo seguir llorando en silencio, de mi boca se escapa un sollozo, acompañado de uno de Uriel, no me había dado cuenta que él también lloraba. Esta película es hermosa y la canción es perfecta. Cuando empiezan  los créditos, entierro la cara en su pecho, él me abraza y después de un momento nos reímos. Levantó mi rostro hacia él.

- Tenías razón, la ame...

Tú Eres Mi Ángel [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora