- Lizzy, por favor, no lo hagas – Uriel me alcanza cuando ya estoy fuera de mi casa – no actúes por impulso.
- ¿Y que quieres que haga? – me detengo par mirarlo a los ojos, el puede ser bueno todo el tiempo que desee, sin embargo yo solo soy buena en momentos muy especiales y raros. Y esta no es la ocasión de mostrar mi bondad, me hierve la sangre y tengo instintos asesinos. Nadie lastima a Jane.
- Quiero que pienses, que relajes los malos pensamientos y seas cuerda – las manos de Uriel cubren mis hombros – si vas de la manera en la que estas solo conseguirás complicar más las cosas, no ayudara nada que vayas a gritarle, a tratar de pegarle o armar un escándalo, primero, al menos escucha todo lo que tenga que decir Jane.
- No puedo dejar que ese imbécil siga haciendo con mi hermana lo que se le de la gana, ella es demasiado buena, pero yo no y le voy a enseñar a respetar, al parecer no sabe el significado de esa palabra.
- Eres igual a tu padre, nena – mi madre nos observa desde la puerta – igual de impulsiva, sangre caliente y cabezona, ven dentro y escucha lo que Jane tiene que decir, salir como una cavernícola con el mazo en la mano, igual que hizo tu padre, no ayuda a nadie. Vamos dentro.
- Pero mamá…
- Nada Lizzy, adentro.
Miro a Uriel y este tiene una sonrisa de orgullo hacia mi madre, es obvio que esta impresionado por saber manejar a dos de nosotros tan fácilmente, pero ni crean que porque entro, eso quiere decir que me quedare de brazos cruzados. Entramos a la casa y entonces Jane comienza a contarnos lo que pasaba con ellos desde hace una semana mas o menos.
Me lo suponía desde que vi la forma tan alegre de su semblante, pero jamás crei que Ken tuviera el… valor de decirle todas esas barbaridades, nadie tiene la culpa de su maldito complejo de inferioridad, y desde luego Jane no debe pagar por eso. Me siento un león enjaulado, camino por la sala escuchando lo que Jane nos relata, papá esta de la misma forma que yo. Que no nos dejan un instante juntos o urdiremos un plan para matar a Ken.
Cuando su melodramática historia, estoy mas tranquila y muy orgullosa de mi hermana, lo cual ella no recibe de buena manera, esta avergonzada por lo que le dijo. No se porque si era exactamente lo que se merecía, papá y yo le aplaudimos su valor, lo que solo consiguió que llorara más fuerte.
Uriel me regaña con la mirada, pero que puedo hacer si así soy yo. Él que no había dicho nada se acerca a Jane y conversan en voz baja, papá y yo nos miramos, nos están excluyendo. Cuando acaban Uriel abraza a Jane y ella se ve visiblemente mas tranquila. Luego Uriel me dice que es tiempo de hacer su cuarta misión.
- ¿Quién es? ¿A dónde iras? – Uriel se me queda viendo fijamente esperando que entienda, cuando mi cerebro hace clic y me cambia el semblante, él asiente dándome la razón. ¡esto es demasiado! ¡No puede ser!
- ¡No! ¡Uriel, no! – comienzo a sacudir la cabeza frenéticamente, esto es increíble – no iré contigo, no te ayudare. No lo hubiera hecho antes y mucho menos ahora.
- No es necesario que vengas conmigo – Uriel acaricio mi cabello – me encanta que me acompañaras a hacerlo, pero si no quieres ir es mejor que no lo hagas, hoy cumplo esta misión y ya solo quedarían dos, se que él me necesita, si no voy Ken cometerá un error que marcara su vida para siempre.
- ¿Y qué importa? – exploto – es un desgraciado que se merece lo peor.
- Lizzy por favor – suplica con su frente pegada a la mía – no digas cosas tan feas, nadie se merece cosas malas y nadie tiene el derecho de desear cosas malas para sí mismos ni tampoco para otros.
- No puedo, no puedo, se merece todas las cosas malas que puedan pasarle. Él es una mala persona.
- No, no lo es – deja un beso suave en mi frente – es solo una persona herida que la vida lo ha tratado mal, y no sabe cómo manejar las cosas. Mañana nos vemos ¿sí?
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Tú Eres Mi Ángel [Terminada]
Fantasy- ¿Que tal estoy? - giro para que me mire, es el mismo uniforme de todos los días pero hoy me hice un peinado distinto. - Estas preciosa mi a... - se detiene en mitad de la frase y me mira entrecerrando los ojos - ¿porque me lo preguntas? ¿acaso tu...