Capitulo 57

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- ¿Te has dado cuenta de los progresos que has hecho? – mi psicóloga me miraba desde el columpio de al lado, me dejaba elegir los lugares donde teníamos nuestras sesiones, esta vez era el parque cerca de la casa de mis papás, uno de mis lugares favoritos, demasiados recuerdos convergían en este espacio tan pequeño – aunque ese avance tendremos que agradecérselo a tu hermoso novio.

Aunque no me gusto su adjetivo hacia Uriel, ambas volvimos la vista hacía él, estaba en una especie de esfera que daba vueltas y vueltas hasta el vomito, era algo espantoso solo de mirar, pero Uriel estaba como niño en él, no paraba de reír, se había encontrado un par de aliados que hasta el momento, habían resistido ese juego.

- Esto no sonara muy profesional o ético, pero tal vez no necesitabas terapia, ciertamente no estabas deprimida, solo demasiado triste – se mece un poco en su columpio – necesitabas a ese chico de vuelta y a alguien con quien hablar, y esa termine siendo yo, me agrado ayudarte y pienso que, si tu quieres, aun tengas sesiones cuando tu así lo creas conveniente, pero como ya te lo dije no es que las necesites.

- ¿Enserio crees eso? – cuestione, bueno, pensándolo bien yo tampoco me sentía deprimida; no como el verdadero significado de esa palabra por lo menos. Ella asintió y detuvo su columpio.

- No quiero que me consideres una amiga, pero si alguien que te puede escuchar, se que a veces no es sencillo hablar con alguien que te conoce bien, a veces es necesario hablar con alguien que será más neutral – me sonrió mientras se ponía de pie – aunque sí con el tiempo me consideras una amiga yo estaría feliz con eso.

- ¿Sabía que es una psicóloga muy extraña? – realmente rara debería decir.

- La vida me ha hecho quien soy, y no me cambiaría por nada ni nadie, espero que tu tampoco lo hagas – empezó a alejarse – y recuerda que la felicidad no es una persona, eres tú misma y lo que puedas hacer con tu vida, el tener a más personas en ella solo le da un plus, no vuelvas a caer en lo mismo. Y… no dejes escapar a ese chico… ¿o si no…?

- ¡Seguro tiene una pareja! – le grite a sus espaldas, que atrevida. Ella solo se giro y sobre su hombro me lanzo una sonrisa picara que no me dejaba claro nada.

- ¡Casada pero no capada! – devolvió y siguió su camino, cuando llego junto a Uriel se detuvo y le dijo algo dejándolo sonriente y luego se había ido. Sabía por su nombre que no podía fiarme de la tal Grecia Vidal, bonita psicóloga. Sin importarme que estos columpios sean para niños, lo cual es extraño porque son tan grandes que mi trasero cabe en ellos, empiezo a impulsarme, quiero ver hasta dónde puedo llegar.

Lo hago por un tiempo, incluso cierro los ojos para sentir mejor el viento, y como se pega y despega mi cabello de la cara. Soy detenida abruptamente, abro los ojos para ver a Uriel frente a mí y sus manos sosteniendo los dos lados del columpio.

- ¿Qué pasa?

- Mis compañeros me han abandonado – doy un vistazo a la esfera y en efecto, no hay nadie, de hecho el parque estaba desierto. – ¿te puedo empujar?

- Me encantaría – sin perder tiempo se va hacia atrás y empieza a empujarme, muy suave – un poco mas fuerte Uriel, si no, no es divertido.

Me empuja más fuerte y un poco más fuerte, pero no es suficiente, así que le pido más fuerte y él lo hace, siento que en cualquier momento saldré volando y eso me hace gritar como loca. No puedo creer que aun siendo adulta esto me dé una especie de miedo. Después de un momento nos movemos a un columpio doble, allí lo tengo frente a mí y platicamos un poco, y me contó como fue todo lo que paso con papá y todo su viaje de vuelta a la Tierra, lo que él no dijo, pero asumo es; si las cosas entre nosotros no funcionan, no es que siquiera lo esté considerando, él no podrá volver al cielo, esto fue un todo o nada, pero si él no lo dijo supongo que no tiene miedo de ello, como yo tampoco lo tengo.

Sin embargo el saber que Luz estaba involucrada, después de que supiera lo que era ella en realidad, fueron demasiadas cosas que procesar, primero Luz siendo mala y luego ablandándose, demasiado para mi pobre mente aturdida. Luego esta lo de papá y las palabras que le mando a mamá, no pensé que fuera a quererlo más, pero era posible, él desde el cielo lo logro. Fueron las palabras justas, las que mamá necesitaba para dejarlo ir y para amarlo más, él siempre sabia ser el hombre perfecto para mamá, con razón la enamoro y conservo. No le dijimos a nadie acerca de cómo se dieron las cosas ¿para qué? ¿De qué iba a servir? Así que lo mantuvimos para nosotros dos.
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Uriel era prácticamente el mismo, no me extrañaba ¿Por qué iba él a cambiar? Pero ciertamente yo no era la misma, me volví mas amargada, más aburrida, mas cansada. Uriel me lo hizo ver amablemente sin que se lo preguntara, siendo como era su honestidad de siempre, no lo hacía para lastimarme. Tampoco era que le desagradara mi nueva yo, solo trataba de reconocerme y lo estaba haciendo, incluso unas semanas después de su regreso se burlaba de ciertas cosas nuevas en mi, todo gracias a Jane, quien por cierto no dejaba que nada mas allá pasara entre nosotros, al menos mientras ella aun vivía en nuestro apartamento. Hacía que durmiéramos juntas y Uriel en su habitación, no nos dejaba más de cinco minutos solos en casa, salíamos, pero ella sabía que en la calle no haríamos nada.

Pero todo eso cambiaria cuando ella se casara y quedáramos Uriel y yo solos, y ese momento cada vez se acercaba mas, no sabía realmente lo que pasaba conmigo y él ahora, antes no había sentido este tipo de deseo por él, pero ahora era como si mi cuerpo hubiera despertado y estuviera recargado de hormonas, que a veces no lo podía controlar. Me irritaba tener este tipo de comportamiento, yo no quería esto, o sea si lo quería, pero no de esta forma, como si tuviera una comezón irritante que necesitaba ser rascada o moriría. Así que lo dejábamos todo muy inocente, la mayoría de las veces al menos.

Adaptarse para él no fue tan difícil, su carisma y su obvio amor por ayudar lo llevo a trabajar junto a mí en la fundación, todo iba cayendo en su lugar eventualmente y eso me agradaba, sentía que al fin las cosas estarían bien y que irían en el camino que debían. ¿Me veía en un futuro con él? Por supuesto. ¿Lo amaba con todo mí ser? Incluso más que antes. ¿Pensaba que algún día nos separaríamos? No era bruja y no conocía mi futuro, todo podía pasar, pero el único motivo por el que algo saldría mal en esta relación seria yo, él a pesar de tener su misma personalidad, había ciertas cosas que habían cambiado, ya no era el ángel perfecto después de todo, ahora era humano. Lo que era injusto es que las cosas humanas que se le brindaron fueron en su mayoría buenas.

- Deberíamos irnos – dijo después de mucho tiempo, mire hacia el cielo y me di cuenta que estaba oscuro, había pasado el tiempo volando, como siempre sucedía cuando estaba con él.

- Creo que tienes razón – salimos del parque tomados de la mano, iríamos hacia mi casa, estábamos pasando mucho tiempo con mamá, ella me necesitaba, yo a ella y Uriel la amaba con locura, éramos afortunadas.

Sabía que nuestro futuro era incierto, sabía que no teníamos nada seguro más que el hecho de que podríamos separarnos, pero no me daba miedo, sabía que era lo que quería. Lo quería a él y lucharía hasta el último momento y aun más allá de eso. Uriel había sido mandado para mí y no lo dejaría marchar, sabía que era un regalo de Dios y de mi papá y lo valoraría por el gesto, pero sobre todo lo valoraría por todo lo que Uriel es.
La vida era increíble, tenía una hermana, una mamá, unas amigas locas que aunque últimamente no estábamos muy cercanas, siempre estábamos en contacto y sabia que nos amábamos, tenía un novio que me amaba con locura, había hecho más que solo amarme y yo me pasaría el resto de la vida demostrándole cuanto lo valoraba.

Sabía que él no era la razón del que haya vuelto a ser feliz, era una parte muy importante, si, pero no era solo él, era una mezcla de muchas cosas, pero sobre todo del haber abierto los ojos y darme cuenta que estaba desperdiciando mi vida y que tenía en mis manos hacer algo al respecto, la felicidad completa la tuve cuando me di cuenta que quería vivir y ser feliz.

Feliz al lado de mi chico divino.

Fin.

Tú Eres Mi Ángel [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora