Cuando Uriel se dirigía a su casa, sintió, de la nada, un aura oscura, hasta el momento no había detectado nada. Estar en un lugar pequeño era otra de las razones por las cuales había decidido quedarse en ese lugar.
Trató de localizar esa aura, pero así, de repente como llegó, se fue. Estaba inquieto, esa aura no era de un ser humano. Las había de personas muy malas, pero no a ese nivel. Esa era de un demonio, seguro. Con la preocupación instalada en su cabeza, camino más deprisa. Tenía que contárselo a sus hermanos.
Cuando llegó a casa, Azrael y Arcely le estaban esperando.
- Lo percibiste - Fue una afirmación por parte de Azrael. Uriel asintió.
- Yo también, pero quería asegurarme, antes de alarmarte.- Arcely era la calma, mientras Azrael, era de armas tomar, no por nada era el ángel de la muerte.
- ¿Que sucede ahora? - Preguntó preocupado Uriel, eran demasiadas primeras veces las que lo tomaban por sorpresa en al Tierra. Estaba desconcertado del porqué Dios no lo había mandado a la Tierra más preparado. Todos sus hermanos habían llevado un riguroso entrenamiento antes de una misión. Pero claro, Uriel reaccionó, ninguno de sus hermanos (al menos, los que él conocía) habían sido mandados hacia la Tierra como penitencia.
- Nada - Fue la tajante respuesta de Azrael - contamos con el glamour, este nos disfraza de todas las entidades demoniacas. Menos de Lucifer.
Uriel sabia eso, Lucifer al ser, El caído, tenía ciertas ventajas con respecto a los Ángeles. Pero Lucifer no podía salir del infierno, donde Dios lo había encadenado, y por ello mandaba a sus demonios a hacer el trabajo sucio. Pero estos no podían ver más allá del glamour.
- Azrael tiene razón - repuso Arcely - De momento estamos bien, sólo trata de no usar tus dones por un tiempo, al menos hasta que esa presencia, o presencias, se alejen. El usar tus dones sólo lo llamará, como una palomilla a la luz.
- ¡Entendí esa referencia! - Uriel aplaudió eufórico, al fin entendía una referencia. Ese mismo día había visto más películas de superhéroes, ahora fue El Capitán América, Iron Man y los Vengadores. Se sintió totalmente identificado con El Cap. Y al instante se le vino a la mente esa frase.
Sus hermanos no recibieron entusiasmados su euforia, los dos se le quedaron viendo como si tuviera cuatro cabezas. Esa era Didi, pensó
- ¿Te pasa algo? - Azrael lo veía con los ojos entrecerrados.
- N-no,lo que pasa es que... hoy vi... una película. Y... - Uriel comenzó a jugar con sus manos, un gesto que había imitado de Lizzy.
- Esta bien, hermano - Arcely vio significativamente a Azrael, no entendía porque era tan duro con él, en el cielo Uriel era uno de los Ángeles más jóvenes e inexpertos. - Es al primera vez que Uriel esta en la Tierra, es normal que se deslumbre por algunas cosas. ¿O a ti no te paso?
- Por supuesto que no, venimos aquí por una misión, no para disfrutar de lo que hay. Lo que me recuerda - Azrael cambio su mirada fría de Arcely, que ni se inmutó, hacia Uriel. - ¿Porque pasas tanto tiempo con esa chica... que es tu compañera?
- Eh... -Uriel llevó sus manos hacia la espalda, tratando de que no notarán el temblor de estas. Pensando en alguna pobre excusa para salir de ese problema. No había pensado es esto, y es que, nunca antes había mentido, en el cielo no lo había necesitado.
- Ella es una de sus obras, de las más complicadas. - Didi intervino en su ayuda - Por eso pasa tanto tiempo con ella.
La mirada fría de Azrael no cambió, el era imperturbable. Un profesional.
- Eso espero, no me gustaría tener que reportar algún inconveniente más contigo. - mientras hablaba no miró a Uriel. - Esa es la razón de que estemos aquí, no arruines más tu existencia y menos por algo tan efímero como un humano.
Y sin más, Azrael se desintegró en el aire, se fue a donde sea que él iba.
Nadie hablo, nadie dijo nada. Pero por alguna razón Uriel tuvo la sensación que todos sabían algo que él ignoraba.
- Uriel, lo único que puedo decirte es que hagas las cosas bien. - Arcely le sonrió. - Y que nunca olvides que Dios esta por encima de cualquier otro, incluso de ti.
Uriel nunca olvidaría eso, aunque Lizzy despertaba en él sensaciones, que ni siquiera sabía como expresar, ella no podía estar por sobre Dios...
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Tú Eres Mi Ángel [Terminada]
Fantasía- ¿Que tal estoy? - giro para que me mire, es el mismo uniforme de todos los días pero hoy me hice un peinado distinto. - Estas preciosa mi a... - se detiene en mitad de la frase y me mira entrecerrando los ojos - ¿porque me lo preguntas? ¿acaso tu...