Alyssa

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Sinceramente me a faltado poco para meterle una hostia, se que solo queria que se lo pidiera pero soy demasiado orgullosa, cuando me coloco al lado de Max mis amigas me estan mirando esperando a que les cuente.

-¿Y bien? - Me pregunta Susy.

- ¿Y bien qué? - Se a lo que se refiere pero no tengo nada que contar.

- El chico ¿quien es? Esta muy bueno y es guapísimo - Dice dirigiendole una mirada hambrienta al chico que esta detras de la barra.

- Nadie, solo me ha dicho si tenia algún problema, en mi opinión no es nada del otro mundo- Miento, si que es algo del otro mundo, esos ojos son únicos quiero fotografiarlos, a él en si, observo sus movimientos son ágiles y rápidos, sus brazos son fuertes y musculosos, esta de espaldas a mi amontonando cajas, asi que solo lo veo por detras, tiene unos hombros anchos pero su cintura es delgada, efectivamente es el tipo de chico que volveria loca a cualquiera con ojos en la cara.

-Venga ya Al, es hermoso y muy follable.

- ¡Anda callaos ya! - Nos interrumpe Max- Vamos a jugar.

Empieza la primera ronda y yo soy la cuarta en lanzar, Susy me hace indicaciones muy "sutiles" para que me acerque.

- Tia creo qur hay algo entre Amber y Zac, se miran raro osea ya sabes como cuando estas pillada y tal.

- Ya, mira no te decia que decir nada pero se gustan o al menos a Amber le gusta y mucho.

- Pues a Zac tambien asi que... -La voz nos sorprende a las dos, Max se había acercado y nos había escuchado.

- No te han enseñado que no se escuchan conversaciones ajenas- Le regaño sacándole la lengua, Max me mira y se rie.

- Venga te toca lanzar- Me dice mientras me coge de la mano.

- Oh si claro, ya veo que tu hermana solo existe en algunas cosas- Replica Susy indignada.

Vale definitivamente esto se me da fatal solo he tirado dos bolos, es la tercera vez que lanzo así que ahora estoy rezando a todos los santos que se me ocurren para tumbar más de dos puñeteros bolos.

Cojo la bola rosa, sé que el chico de antes me esta mirando así que no voy a darle la satisfacción de coger la que él me a dicho, coloco los dedos en sus respectivos agujeros y me preparo para lanzar, pero justo cuando voy a lanzar la bola se resbala de mi mano y impacta contra mi pie, aplastando cada uno de mis dedos, por si no fuera poco la humillación de el momento, al intentar dar un paso atras me resbalo y me caigo de culo. Se que es un momento muy gracioso, porque yo tambien me estoy riendo pero el dolor sigue ahi.

Alguien me esta ofreciendo la mano para ayudarme, levanto la mirada y me encuentro con unos ojos negros llenos de diversión.

De pleno en el corazón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora