Epilogo

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-¡Kate, Susan dejad a la barriga de la tia Susy! - No me hacen caso y siguen a su rollo ¡Dios como se parecen a la madre- ¿Que os he dicho?

-Pero papá, tiene un bebé dentro ¿Es chico? - Le pregunta Kate a Edgar.

-Si, se llamará Ian y será tan guapo como su padre- Dice orgulloso, Susy le da un golpe- Y como su madre.

Poco después aparece Amber con su pequeñaja, es una niña monísima tiene el mismo tono de piel que ella, pero los ojos de Zac.

Mis hijas se rien y se miran entre ellas, oh no planean algo y efectivamente, cuando me descuido se lanzan encima mia.

-¡Papa! ¿Juegas con nosotras a el escondite? - Sonríen alegres y en sus regordetas mejillas aparece un precioso oyuelo. Tienen el pelo igual que Alyssa, son mis pequeñas gemelitas y las amo con todo mi corazón.

-Venga va, yo cuento- Me tapó los ojos y oigo como ellas corretean por el parque. Cuento hasta veinte y empiezo a buscarlas, Kate esta escondida encima de un árbol la pillo justo a tiempo antes de que caiga al suelo, es tan torpe como la madre...

-Grácias papa- Me da un beso en la mejilla.

-De nada, pero no le cuentes a mamá que te has caído ¿vale? - Como se entere me mata, no tardara en llegar, sale de la oficina en un rato. Seguimos jugando durante un rato, después empezamos a jugar a hacer carreras y acabamos tirados en el césped agotados.

-¡Pero bueno mirad como os habéis puesto! - La voz de mi esposa suena alarmada y cabreada. Nos levantamos enseguida y nos ponemos como soldados- Ryan te he dicho que no se manchen.

- Estabamos jugando y se nos ha ido de las manos verdad chicas?- Ellas asientes aguantandose la risa.

-¡Claro como tu no labas la ropa! - Suspira frustrada, los años le sientan cada vez mejor. Ahora si que es toda una mujer y que mujer... - Hoy pondras tu la lavadora.

-¡Si señor! - Digo imitando a los soldados, Susan se rie y poco después lo hace Kate- Bueno pues ya que la lavadora la pongo yo... ¡Vamos a jugar!

-¡Eres más infantil que las niñas! - Grita Alyssa, le sonrio y levanto a mis hijas, ellas gritan y se rien.

-¡Papa bajanos! - Dicen entre risas- ¡Mama socorro!

-Soy un monstruo que se lleva a las niñas malas y se las come- Ellas siguen gritando y Alyssa nos mira divertidos.

-Pero monstruo nosotras somos buenas a que si mama? - Alyssa pone lso ojos en blanco y suspira- ¡Mama nos ha fallado!

-Os voy a comer- Me tumbo en el césped con ellas encima y les hago cosquillas entonces Alyssa se acerca a nosotros.

-Venga que se hace de noche, a casa- Las niñas se quejan pero al saber que cenamos pizza se callan. Llegamos a casa y cuando pasamos por delante de la bolera Alyssa sonrie, le regalé una pulsera con una pequeña bola morada y unos bolos de plata.

Cuando las acostamos estamos cansados- Por fin.

-Pensaba que nunca se dormirian- Le digo empezando a quitarle la camiseta.

-Estate quieto, se pueden despertar- Que cuidadosa y controladora que es.

-De eso nada, estan dormidas como troncos me he asegurado de que se cansarán en el parque además no se despertarian ni aunque montaramos una fiesta- Al final parece convercerse y me deja desnudarla- Cada año eres más preciosa Mrs torpe.

-No seas pelota Price- Me dice posando su delicados labios en mi cuello, yo me rio y la beso. Nos tumbamos en la cama y entro en ella, Alyssa me rodea con las piernas mientras nos movemos acompasados. Estallamos en un climax que nos deja exhaustos.

-Te quiero Mrs torpe- Le digo estrechamdola contra mis brazos.

-Y yo señor price- Mi vida no ha sido fácil pero dese que apareció Alyssa es menos insoportable.

- -¿Recuerdas nuestra jugada de bolos?

-¿En la que te gané? - Me dice ronroneando.

-Dirás en la que yo te gané- Va a protestar pero la callo con un beso- Te gané yo, tu me tiraste la bola en pie.

-Si asi te sientes mejor...Te dejo que pienses eso- Nos reímos al recordar aquellos tiempos. Me quedo pensando en la suerte que he tenido al conocerla, grácias a ella pude conseguir que uno de los mejores críticos de arte me promocionara le gustaron mucho mis obras, como nó protagonizadas por la persona más torpe que conozco que por cierto es mi querida esposa y mi salvación.

Nos quedamos en silencio, abrazados el uno al otro, hasta que Alyssa suspira y habla.

-Nunca dejes de sonreir no sabes quien puede enamorarse de tu sonrisa- Sus ojos verdosos miran a los mios con cariño.

-¿Que? - No entiendo a que viene eso.

-Susan una vez me dijo esa frase, pero también añadió que puede que ya hubiera alguien enamorado de mi sonrisa, no lo entendí hasta que tu y yo empezamos a salir. Susan tenía algo especial. Cuando las niñas crezcan un poco y un dia esten tristes y deprimidas les diré nunca dejes de sonreir no sabes quien puede enamorarse de tu sonrisa- Sonrio con tristeza al recordar a Susan, la hecho de menos, pero se que esta en un lugar mejor cuidando de mi hermana.

-Bonita frase.

Fin

¡Espero que os haya gustado! ❤

Segundo libro sobre Peyton Price 'Quiero la revancha'

De pleno en el corazón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora