Alyssa

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Estoy en el sofa, viendo Harry Potter me he despertado a las cinco de mañana y no he podido volver a dormirme, al menos me he entretenido mirando las fotos de Ryan, me gustaria haberle hecho más, la segunda es mi favorita.

Veo una foto que no reconozco, en ella estamos yo y él, una de mis amigas nos la ha hecho a escondidas, estamos plantados delante de la maquina esa donde estan las estúpidas bolas, debe ser cuando quería que le pidiera ayuda por favor, nos estamos mirando desafiantes, pero yo estoy más bien enfada y el esta divirtiéndose, la verdad esque la foto es bonita, parecemos una pareja ¡puaj!

No puedo ni imaginármelo, no es para nada mi tipo, sí, tube mi época en la que me atraían los malotes, pero después de estar con algunos, prefiero a los sentimentales.

Miro el reloj, solo son las seis y media, y estas van a tardar mucho en despertarse, son demasiado dormilonas, pero son mis mejores amigas y no se que haría sin ellas.

Recuerdo que tengo algunos libros pendientes así que me levando y voy a mi habitación, soy un desastre lo admito, pero no tengo tiempo. La ropa esta tirada por el suelo, eso me recuerda que tengo que poner una lavadora, los zapatos estan por todas partes, paredes estan casi completamente llenas de fotos, me acerco a verlas, en una de ellas estamos mi madre y yo cuando era pequeña, estaba aprendiendo a montar en bici, recuerdo que no queria que me dejara sola, ella me decia que no lo haría, cuando me di cuenta ya me habia soltado así que me asuste y empeze a llorar, ella se reía y me decía que continuara que era muy valiente y que lo estába haciendo muy bien, así que seguí hasta que me estampé contra un banco y juré no volver a montar en bici en mi vida.

En otra estamos mis amigas y yo, el verano pasado nos fuimos de viaje a París, estuvimos ahorrando un año entero, pero por fin lo logramos, fué increíble, ninguna conoció a su amor verdadero como teníamos planeado pero aún así no lo cambiaria por nada.

En la siguiente está mi hermano, lleno de barro y tiene una gran sonrisa en la cara, tenía 6 años y era un monstruito, ahora tiene trece y es peor que antes, no esque sea un niño malo, pero es cabezota y nunca tiene buenas ideas.

Todas las fotos cuentan alguna historia, son recuerdos que se quedan grabados. Decido arreglar un poco mi habitación, guardo los libros en la estanteria y recojo la ropa tirada.
Sí así esta mucho mejor, mi habitación es una de las mas grandes, todas tenemos baño propio pero la mía es la unica que tiene el rincón, sí un rincon ¿sabéis? Es como una ventana, pero debajo tiene un banco en el que te puedes sentar para leer, estudiar y pensar. Recibo un mensaje, me sorprende bastante ¿quien envía un mensaje a estas horas de la mañana un domingo? Alcanzo el móvil y el nombre que aparece en la pantalla hace que se me caiga de las manos.

De pleno en el corazón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora