Ryan

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-¿Que quieres Alaska? - Y yo pensando que ya me había librado de ella...

-Quiero hablar de lo del otro dia...  No estubo bien, por favor Ryan- No se si creerla, le gusta salirse con la suya y no soporta que la dejen mal, cosa que hizo Alyssa- ¿Podemos salir a cenar?

- Alaska no puedo, tengo que hacer cosas...

-Se que me estas mintiendo, así que baja estoy en el portal- No tengo escapatoria.

-Esta bien, ahora bajo- Efectivamente está en el portal- ¿A donde vamos a cenar?

- Al bar en el que nos conocimos- Ella era la camarera, hablamos y después me la tire en el baño, estubimos saliendo dos semanas y se terminó, yo no queria compromiso serio y ella se estaba enamorando.

-¿Enserio?

- ¿Algún problema?, tengo descuento me sale más barato- No digo nada más, llegamos a el bar y cuando estamos sentados suena la canción de perfect two y pienso en Alyssa, no la cambiaria por nada, la recuerdo llena de pintura y haciendo la croqueta y me río, definitivamente estoy enamorado de ella.

Cenamos y salimos a tomar el aire, estoy dejandome el cigarro, llevo algunos dias sin fumar, por algo se empieza.

Alaska lleva hablando un rato pero no le presto atención estoy pensando en la mujer más torpe que he visto nunca que casualmente es mi novia. Me encanta como suena novio en su boca sobretodo si ese soy yo. La voz de Alaska me vuelve a el mundo real.

-¿Pero a quien tenemos aqui? - Sigo su mirada hasta encontrarme con unos ojos verdosos protegidos por un cristal. Esta sorprendida pasa la mirada de Alaska a mi y así sucesivamente.

-¿Ryan? - No Samuel, no te jode.

-¿Alyssa? - Alaska nos mira divertida, mientras Max me mira con furia y superioridad, algo a pasado entre ellos, él esta demasiado contento- ¿Que haces aquí?

- Cenar ¿Y tú? - Parece que va a saltar encima de Alaska en cualquier momento.

-Lo mismo- Nos desafiamos con la mirada y va a gritar pero la interrumpo- ¿Tu no estabas con tus amigas en un día de chicas?

- Mis amigas se han ido con sus novios y Max me ha dicho de cenar ¡fin!

- Pues lo mismo me ha pasado, mira que casualidad- Alaska está entretenida, Max no entiende nada mientras que nosotros estamos casi gritandonos.

- ¿Pero tío porque coño te molesta tanto? - Max interviene en la conversación.

- ¿Puede que porque soy su novio? - Max se queda de piedra y se gira en dirección a Alyssa.

-Te lo iba a contar esta noche, de camino a casa- Max esta flipando y su cara es total.

-Ya hablaremos, tengo que asumir esto- Da media vuelta y se va andando. Me giro acia Alaska.

-Me voy a casa, no hace falta que hablemos de ese tema, olvidalo- Miro a Alyssa- Tu y yo vámonos a casa.

-¿Te crees que puedes mandarme? ¡Haré lo que me de la puta gana, ves a casa con ella que seguro que te mueres por tirartela! - Esta despotricando, intento calmarme.

- Alyssa por favor, hablemos en privado, la gente nos esta mirando- Al final parece razonar y me sigue, esta todo el camino callada.

Entramos en el coche y empieza a gritar, ya sabia yo que no duraría mucho bajo control.

-¡¿Que coño hacia la zorra esa contigo Ryan?! - Sera posible encima se enfada ella...

- Alaska me llamó porque queria arreglar las cosas, pero eso no explica que mierda hacia Max contigo- Estamos gritando, y no hemos ni arrancado.

-Max me llamó y me dijo que si queria salir a cenar, y como és  mi mejor amigo acepte.

- Admite que ha pasado algo entre vosotros, se le nota en la cara- Ella se pone pálida, lo sabia joder, lo sabia, por eso no me gusta salir con chicas- ¡Joder Alyssa!

-¡Me ha besado! Ryan me ha besado- Esas palabras destrozan mi corazón, és como si mil cuchillos me atravesaran en ese mismo instante, ese capullo se va a enterar, que justo que él aun esta pasenado y pasa cerca de el coche, salgo y lo pillo desprevenido, lo cojo de el cuello y lo estampo contra la pared.

-Como vuelvas a besar a mi novia, te juro que te mato- Alyssa esta gritándome que lo baje, que lo deje en paz, pero mi rabia es mas fuerte. Hasta que su mano se posa en mi hombro, en ese momento mi corazón se acelera y lo dejo caer, doy media vuelta y entró en el coche, ella me sigue pero no dice nada, conduzco hasta mi casa. Y una vez llegamos volvemos a retomar los gritos.

De pleno en el corazón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora