Capítulo 8. Steacy

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Evan y yo seguimos saliendo a escondidas, un mes y medio, casi dos, llevamos.

Pero he de reconocer que las mejores citas que hemos tenido han sido las de maratón de Harry Potter. Cada vez que llegábamos a la cuarta película me entraba morriña. Quería volver a Hogwarts. Pero Hogwarts como en los libros y películas no existía.

¿O sí?

El caso es que Isaac lleva dos días vigilándome cual hermano mayor responsable y no habíamos podido quedar para nada.

Y echo de menos a Evan. Mucho de menos, me gusta estar con él. Pero... Sí, hay peros, peras, limones y manzanas. Pero no estoy enamorada de Evan, por lo menos no de momento. Poco a poco se puede decir que voy cogiendo el gusto a su persona, y es atractivo y amable conmigo. Pero no siento lo mismo por él. No siento lo mismo que sentía Sam Sanders por James Potter.

Y eso me preocupa. Porque si solo me voy a poder enamorar de un producto de mi imaginación, es un problema neurológico grave.

Sin embargo, no paro de pensar que James Parker sí se parece a James Potter. No sólo por el físico, que son casi iguales, quitando que Potter estaba más fuerte. Su inteligencia es igual, pero Potter era mucho más atrevido. Yo tengo claro que si él fuese más lanzado, aunque fuese un empollón tendría a muchas chicas detrás de él.

El caso, que tanta palabrería confunde, es que estaba confusa. Porque si a todo eso, le añadimos que no sé qué pasó con Evan para que todos estén así... No creo que esto dure mucho.

Durante el entrenamiento, Bins, la entrenadora, no paraba de exigirnos mucho. Y es que, bendita suerte, nos había tocado el primer partido contra el equipo con el que siempre estamos disputando los primeros puestos. Es decir, iba a ser un partido duro, pero entretenido.

Por otra parte, también entrenamos los penaltis. He de señalar que Dani es la mejor, lo para absolutamente todo. Entre Paige y yo solo hemos metido 5 de los 20 que hemos tirado.

Cuando salgo de entrenar, me encuentro con Hiro esperándome en la puerta, con el pelo todavía mojado.

- Hey.- digo cuando llego hasta él.

- Estoy que voy a matar a alguien.

- No, no estoy muy cansada. Muy amable, amigo mío.- ironicé cuando salíamos, él me llevaría a casa.

- No soporto a Yoko, en serio. Debería volver con mamá, a ver si así es feliz.

- En ese caso que se lleve a Isaac con ella, también está de lo más insoportable.

- No me deja, es como la policía secreta de mi padre. Tengo que andarme con cuidado con todo. Absolutamente todo.

- ¿Tienes algo que esconder, Hiro?

- Sí. Mis dibujos. Y ella no para de rebuscar entre mis cosas.

- Yo ando escondiéndome continuamente de mi hermano.

- Lo tuyo es distinto. Tu novio... Digamos que se lo ha ganado.

Otra vez lo mismo. Me recuerdan que hizo algo. Algo malo. Pero no me dicen lo que es.

- A mí no me ha hecho nada.

- Se lo hizo a tu hermano, Sam.

Me paro por un momento. Eso no se me había dicho.

- Mira, no debí decírtelo yo. Debe decírtelo él. Él es tu novio y fue él quien la cagó.

Desde ese día, cada vez que estaba con Evan no paraba de pensar en cosas que podría haber hecho. Eso de que nada es lo que parece me hace imaginar lo peor. Porque Evan es un amor.

After HogwartsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora