Capítulo 27. Demadiado dura

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Esa noche no podía dormir. Aquella imagen dolorosa me atormentaba, era constante en mi mente y no me dejaba dormir. Decidí levantarme e ir a leer algo a la sala común. Allí podría hacer cualquier cosa.

Me crucé con un chico algo cansado, que, ajeno a todo mi dolor, me deseó buenas noches. Me senté delante del fuego y recordé las promesas que me había hecho James allí delante. Todas se habían roto.

Sabía que no debería haberle dicho que sí. Sabía que no debería haberle seguido el juego. Sabía que no debería haberme enamorado de él.

Siete años enamorado de mí. Eso solo me lo creí yo, que soy estúpida. Estúpida por enamorarme, primero de Jake y ahora de James.

Me hice bola, casi sin darme cuenta. De pronto alguien se dejó caer a mi lado. Miré con disimulo, sin salir de mi refugio. Pero no había nada. Y eso sólo significaba una cosa, James con su capa.

- Aléjate de mí.- le dije sin moverme.

Oí como se quitaba la capa y se me acercaba. Le di un manotazo.

- Que te alejes he dicho.- le repetí.

Él retrocedió. Supongo que sabría de sobra que tenía fuerza. Porque la nariz se la tuvieron que curar en la enfermería.

- Solo quiero hablar, Solo Sam.- me dijo.

- Hablar sobre ello solo hará más daño, Potter.- le dije de forma despectiva. No lo llamaba así desde hacía dos veranos.

- Sam de verdad, no quiero que esto...

Me levanté e intenté ignorarle. Subiendo las escaleras me detuvo por el brazo.

- Suéltame ahora mismo.- le dije.

Pero no lo hizo.

- No Sam, pégame si quieres. Hazlo. Pero no me voy a cansar de perseguirte hasta que me escuches.

Me solté de su agarre y me masajeé la muñeca.

- Mira, te voy a escuchar ahora. Pero no me volverás a hablar jamás. ¿Sabes lo que es jamás? Jamás significa nunca. Nunca más.

Él tragó saliva y asintió. Pude ver como tenía los ojos llorosos.

- ¿Te acuerdas cuando pensaste que Ken iba a morir?- me preguntó. Yo iba a contestarle que qué tenía que ver Ken en todo esto. Pero asentí. Quería alejarme cuanto antes de él.- Así me sentí yo cada vez que te desmayabas. Pensaba que iba a perderte para siempre. Intentaba no llorar ni nada de eso, pero el caso es que no podía. Y lloraba a escondidas, iba a la biblioteca a llorar, para que nadie se diera cuenta. Y entonces la conocí.- se me hizo un nudo en la garganta.- ¿No te ha pasado nunca que te abres a alguien a quien no conoces simplemente porque, como no hay confianza, sabes que no te va a juzgar? Pues es lo que me pasó y acabó siendo mi hombro en el que llorar cada vez que caías en ese sueño que me contaste. Aún así seguías con las clases a pesar de que te pedí que las dejaras por salud.- hizo una pausa porque empezó a llorar.- Luego llegó la primavera y ya sabes, las hormonas se revolucionan. Un día que estaba con ella nos acabamos besando. No sentí nada. Absolutamente nada. Pero echaba de menos el contacto físico de aquella manera, porque tú estabas allí de manera intermitente y cuando estabas, surgían problemas que nos impedían estar juntos.

Se secó las lágrimas con el dorso de su mano. Si creía que llorando y con esa historia iba a cambiar algo iba de puta pena.

- Pero no la quiero. No la quiero como a ti. Ella es más una sustituta que...

- Así que ahora soy sustituible.- le corté enfadada.

- No me estoy explicando bien.- dijo con una mueca.

- Es que sólo hay una explicación y es que eres un mentiroso cabron que ha estado jugando a dos bandas.- le solté de sopetón. Si íbamos a poner las cartas sobre la mesa, las íbamos a poner desde todos los puntos de vista.- "Me gustas desde los siete años"- le imité.- la primera mentira de muchas. Luego siguieron muchas más, entre ellas "te quiero".- él tragó con dificultad.- ¿Y realmente pretendes que yo ahora vuelva a ser gilipollas y te perdone? Oh, pero qué equivocado estás Potter. Ojalá me quede dormida para siempre y así puedas volver a tu vida de galán del siglo XIX.

Me giré y subí las escaleras lo más rápido que pude. Entré en la habitación cerrando demasiado fuerte despertando a Tina que no tardó en burlarse de mí. Y Mara no tardó en lanzarle una zapatilla a la cara.

- Cariño.- me dijo Mara.- Ven aquí.- dijo abriéndome sus brazos para que pudiera llorar todo lo que me dolía.

Cada vez la idea de agotarme para huir de este mundo era más atractiva.

La noticia de que James y yo habíamos roto se extendió como la pólvora, igual que cuando empezamos a salir. La gente cuando me veía no paraba de cuchichear y lanzar rumores y yo ya no tenía el chocho para farolillos.

Me acordé de mi James Parker y de cómo él sí que me apreciaba y seguro que no me haría eso. Lo echaba de menos y a Isaac.

Decidí escribirle. Llevaba tanto sin hablar con mi mejor amigo... Le conté todo en una carta de al menos siete hojas. Tendría material para cuando tuviera que sentarse en el trono. Y esperé con ansias su respuesta.

Los últimos entrenamientos se me hicieron incómodos y eternos. James intentaba no dirigirme la palabra y cuando lo hacía lo hacía de forma distante, supongo que entre mi amenaza y la de mis hermanos le habría quedado un poco de miedo.

El siguiente día del correo llegó y tenía un pesado sobre de Isaac. Su letra me hacía añorarle.

Para empezar me llamaba perra por no escribirle en meses. Para seguir me contó todo el lío de Mara y Alice desde su punto de vista y es que, él dejó a Mara pero porque ella quiso. Él quería volver con ella. Para seguir, me dijo que entendía a James. ¡Se estaba poniendo de su parte! Dejé de leer un momento y me pregunté si había sido muy dura con él. Pero él me había puesto los cuernos a mi simplemente porque "echaba de menos el contacto físico de ese modo", no me parecía justo.

Seguí leyendo, aún así todo era decisión mía, y él iba a apoyar la que yo eligiera, si había que ser hostil con Potter, habría que ser hostil. Sonreí al imaginarme a Isaac como mi hermano, recordando aquello de él queriendo matar a Peters.

No estaba siendo dura con él. Él había elegido entre ser paciente y tener lo que quisiera en el momento y la tentación es muy fuerte. Pero entonces, la culpa es de ella, por aprovecharse de lo mal que estaba.

Iba a averiguar quién era esa Huffelpuff y para eso iba a necesitar a mis chicas.

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Mrs. Malfoy 🐙

After HogwartsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora