Capítulo 1. El primer día

878 60 10
                                    

El enorme y moderno edificio se erguía frente a mi, imponiéndose, dándome miedo. Isaac ya había cruzado la acera que separaba el parking del instituto.

¡Qué distinto se veía esto a Hogwarts!

Tomé mucho aire y lo expulsé cogiendo fuerzas para entrar. Miré a ambos lados de la calle antes de cruzar y subir las escaleras. El edificio por dentro tenía una distribución sencilla y nada destartalada como en Hogwarts. Era una U que desembocaba en el campo de Lacrosse y otro más lejano de balonmano.

Frente a mí estaba la dirección. Fui a por mi horario y mientras esperaba llegó un chico asiático seguido de mi profesor de Hogwarts: ese era Hiro. Cuando noté que vio que le miraba le sonreí amablemente y él miró a otro lado.

— Aquí tienes, Samantha.— me dijo la señora regordeta que atendía la dirección entregándome una cuadrícula con mi horario.

Como curiosa que soy, fui a saludar al profesor Hitaka.

— Buenas profesor.— dije sonriendo amablemente.

— Qué bueno verte otra vez por aquí, Sam.— me dijo dándome palmaditas en el hombro sonriendo.— ¿Volverás a cursar Literatura?

— Eso ni se pregunta. Es mi asignatura favorita.— dije y él me miró orgulloso.

— Hiro, ven aquí.— llamó a su hijo y el chico por fin se quitó la capucha. Para ser un chico asiático he de reconocer que era bastante atractivo.— Ella es Sam, vas a ser su compañero, por lo menos en Literatura.— él simplemente levantó su mano en forma de saludo un poco avergonzado por la actitud de su padre.

— ¿Qué tienes ahora, Hiro?— pregunté amablemente.

— Historia.— dijo él, por fin hablando.

— ¡Anda, igual que yo! Venga, te acompaño.— le dije y le saqué del momento incómodo con su padre mientras caminábamos por el pasillo abarrotado de gente que nos daba codazos y empujones para abrirse paso.

La verdad es que no había entendido muy bien las explicaciones de la secretaria, pero más o menos sabía llegar al aula de la profesora Turner.

— Oye, no sé como tomarte.— me confesó Hiro y yo le miré sin comprender.— A ver, ¿me has sacado de allí por ayudarme o para hacerle la pelota a mi padre?

— Se te veía incómodo.— le dije mientras me encogía de hombros y por primera vez le vi sonreír.

— Entonces gracias.— dijo dejándome pasar a la clase y sentándose en la mesa contigua a la mía.

Todavía no había tocado, y por lo tanto la señorita Turner, como de costumbre, se haría de rogar. Mientras tanto observé a mis compañeros a la caza de recuerdos, pero al único que recordaba era a Hiro.

Alguien se apoyó en mi mesa haciendo que perdiera el hilo de mis pensamientos. Miré al autor de aquello, y para ser el primer día, eso era tener suerte.

— Vaya, Sam. Después de seis meses de terapia consigues salir con el nuevo, ¿tan mal llevas lo nuestro?— dijo provocando la risa de algunas personas.

— Vaya, Jake, dieciséis años de vida y la inteligencia no avanza. ¿Ya has aprendido los colores y a no invadir el espacio personal de las personas? Supongo que no, mira esa silla verde está vacía, ve y déjame en paz.— tras mi respuesta la gente comenzó a alentar pelea pero el timbre sonó e inmediatamente después Turner entró haciendo sonar sus altos tacones en la clase. Dejó sus carpetas ordenadas encima de su escritorio y escribió su nombre en la pizarra.

— Algunos ya me conocéis, pero para los que no, soy Silvia Turner y seré vuestra profesora de Historia durante este curso.— dijo ella feliz.— Tengo entendido que ya hay dos nuevos alumnos, bueno, alguien ha regresado, ¿no señorita Sherman?— me encantó como todo el mundo se giró a mirar y algunos susurraban cosas por lo bajo, yo simplemente sonreí.— Y otro como el señor Hitaka, que es nuevo en la ciudad, veo que sabe elegir buenas compañías, la señorita Sherman era una buena alumna antes de lo sucedido, espero que siga siendo así.— me advirtió con una sonrisa.

After HogwartsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora