22. Prefiero

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Cuando abrí de nuevo mis ojos me desperté en los brazos de mi hermano Luke mientras Alice me echaba aire con un libro. Rayos, volvía a estar en Hogwarts. ¿Qué había sucedido la última vez que había estado aquí? Ni siquiera lo recordaba.

- Por Melín, Sam. No me vuelvas asustar de esa manera.- me riñó Alice.

Entonces me pregunté dónde se había metido Mara. Entonces recordé que Alice había faltado aquello de no salir con el ex de una amiga, y menos aún con el chico que le gusta. Pues había faltado a los dos a la vez, y ella me estaba explicando su versión de los hechos.

- Lo siento es que... Solamente es que estoy cansada de tantas clases y extraescolares. Siento haberos asustado.- me dije también a mi hermano, que se quedó con nosotras.- Por favor, continua.- le dije a Alice.

- Entonces Mara me dio una bofetada, aquí, en mi mejilla izquierda. Y me ha llamado de todo. Y ahora no quiere ser mi amiga.

Oh, Morgana, me estaban pidiendo posicionarme. Oh, no, eso sí que no, Sam no iba a ponerse de parte de una de ellas dos.

- ¿Estas segura de que Isaac es el que te gusta?- ella se quedó un poco pillada, no se veía venir esa respuesta.- Es decir, yo... Yo creo que solamente te has creado eso porque no quieres asumir quien te gusta realmente.

- No, Sam. Estoy segura de que...

- Yo creo que te gusta Hiro.- le corté.- Pero es algo difícil llegar hasta él porque es muy frío y que quieres que él sea como Isaac y que te trate como él trataba a Mara. Y por eso te has confundido.

- No, Sam, de verdad es que...

- Una persona no te gusta porque tenga unos ojos bonitos o porque a tu amiga la trate bien. Una persona te gusta cuando te mira y te sudan las manos, cuando te roza la piel y esta se te eriza o cuando te sonrojas cuando te pilla mirándole.

- Más o menos igual que te pasa a ti con Hiro.- acabó mi hermano.

Mi hermano era el ex de Alice, pero aún así seguían siendo amigos. Era algo extraordinario aunque extraño, pero aún así estaba muy orgullosa de aquella amistad.

Ella se tapó la cara.

- ¿Tan evidente soy?

Sonreí. Me encantaba llevar razón y volver a ser la sucesora de cupido.

- Tú ve asumiéndolo. A mí también me costó con James, ¿recuerdas?- le dije y ella sonrió.- Me voy a echar un rato, estoy algo destrozada.

El rato se me ha ido de las manos, meidei, meidei. Sí, me quedé dormida hasta que sonó de nuevo el despertador para ir a clase el día siguiente.

Tina volvió a despertarme cantando desafinadamente el tema de una cantante. Pobre canción, la estaba matando. Me levanté y para mi suerte ya estaba vestida. Una cosa más que agilizar para bajar a desayunar.

Ni siquiera me acordé de Alice o Mara hasta que no estaba a mitad de mi magdalena. ¡Por Morgana! ¿SE PUEDE SER MÁS DESASTRE?

Pero llegó James e hizo que me olvidara de nuevo del problema de mis amigas.

- Buenos días a la cosa más bonita de este castillo.- me dijo feliz.

- Vaya, ¿te has comido un arcoiris? Me vas a subir el azúcar.- le dije yo riendo y él se contagió.

- ¿Y tus dos apéndices?- me preguntó haciéndome volver y puse una mueca.- Oí que Mara le dio tremenda hostia ayer a Alice.

- Se han peleado. Es que Alice a veces es demasiado rubia...- suspiré dejándome caer sobre la mesa y dándome con la mesa en la frente.- Se ha declarado a Isaac. Y lo peor es que encima lo justifica. Mentira, lo peor es que ni siquiera le gusta.- levanté mi cabeza hacia él.- Ni se te ocurra acercarte a esa loca hasta que aclare sus sentimientos.

Él sonrió.

- Como tú digas... Ahora dime, ¿te volviste a desmayarse ayer?- me preguntó. Me mordí el labio inferior.- Oh, solo Sam. No puedes seguir así. Debes dejar las clases del señor Hitaka.

- Sabes bien que no puedo, James. Es defensivo, sin ella ahora podríamos estar muertos.

- Bueno, gracias por sus servicios. Pero ya debe desaparecer de tu vida. Sam, te está consumiendo.

Se estaba poniendo algo mandón, era mi vida. Me levanté de la mesa sin mediar alguna palabra más y me dirigí a la primera clase.

Allí me encontré con Hiro. Este Hiro era más comunicativo que el de Australia y aún así era frío, imaginaos.

- Hola, Hiro.- dije en un suspiro y me dejé caer a su lado.

- Vaya, ¿alguien tiene una mala mañana?

- ¿A ti te consumen las clases con tu padre?- le pregunté antes de que llegaran los demás.

- Un poco, pero lo que más me desgasta son las horas de clase. ¿Por qué? ¿Te pasa algo?

- Me desmayo, sin sentido alguno. Me desmayo y viajo a otra yo en el mundo muggle, donde este mundo donde vivimos lo ha escrito una mujer. Somos ficticios. Y allí soy otra Sam. Y me llevo todo el día viajando de un sitio a otro.

Él se puso a pensar.

- Estarás muy cansada y ese será el acto reflejo de tu cuerpo para que duermas.- dijo y se encogió de hombros antes de que Mara se sentase a mi lado.

Mara ignoraba completamente a Alice. Pero tanto que cuando le pedía en la mesa que le pasara algo, no lo hacía y ni siquiera lo disimulaba, la miraba y luego volvía a lo que estaba haciendo.

Alice quería arreglarlo, pero todo lo que hacía era empeorarlo. En momentos como este, sino llega a ser por mi familia y James, preferiría vivir en el mundo muggle en Australia.

After HogwartsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora