Capítulo 13. Pre-EEUU

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Cuando desperté seguíamos en el almacén del gimnasio, sobre el pecho de Evan. No habíamos hecho nada, no habíamos pasado el límite, pero luego estuvimos hablando y mientras me tocaba el pelo me quedé dormida.

Me levanté lentamente, para no despertarle, pero fue en vano.

- Dios, ¿te imaginas que nos hayan dejado encerrados todas las vacaciones aquí?- dijo nada más se despertó y yo le sonreí, se le veía tan feliz que me hacía estar feliz.

- No creo, alguien venía a limpiar hoy toda la porquería que dejamos ayer.- le dije yo abriendo la puerta con cuidado, no había nada, solo mucho confeti por el suelo.- ¿Listo para un paseo a casa?

- Pequeña Sherman, ¿vas a irte sin zapatos?- me miró oos pies, no iba a andar hasta casa con los taconazos que me obligó a ponerme Mara.

Moví los dedos de los pies y le miré.

- Sí.

- Toma los míos.- dijo cómo la primera vez y yo le sonreí, añoraba ese tiempo.

- ¿Vas a ir tu descalzo?

- Claro, no quiero que te claves nada, esta gente es muy bruta, pequeña.- dijo y me besó la frente después de atarme los cordones de sus zapatos. Me quedaban enormes.

Cuando llegamos a casa Julio estaba en el sofá viendo "Tu casa a juicio" a la vez que mi tía, sólo que ella estaba en el otro sofá con los brazos y las piernas cruzados.

- ¿Me vendrás a despedir al aeropuerto?- le pregunté en la puerta.

- ¿Qué clase de novio sería sino fuera? Allí estaré.- dijo antes de besarme.- Creo que me hace falta una ducha.- dice luego y riendo se dio la vuelta y yo cerré.

- Buenos días.- dije entrando en el salón y saludando a mi tía con dos besos.

- Por lo menos tú has llegado. De Isaac no sé nada desde que os fuisteis.

- Ayer se fue con Mara. Ojalá no haya sido algo de una noche.- le digo sentándome a su lado. Miro la renovación de la casa en la tele.- Se la quedan.

- Tomaaa. Te lo dije, Julio.- le dice mi tía como una niña pequeña.

- Bueno, es obvio, la reforma es impresionante.

- No es sobre la casa. Tu tía y yo apostamos sobre Isaac y Mara. Ella dijo que sí y yo que no. Ahora tengo que limpiarle el coche.- dijo él "triste".

- Bueno.- dije notando que sobraba.- Me voy a dar una ducha y mirar si lo tengo todo.

A las dos horas Mara me llamó. Nada más descolgué estaba chillando al otro lado.

- ¿Supongo que eso es un 'buenos días'?

- Ha sido la mejor noche de mi puta vida.- dijo ella cuando acabó de chillar. Yo sonreí.- Lo hemos hecho, Sam. Pero porque yo he querido, ¿sabes? Me dijo que aunque estuviera loca, le hacía falta en su vida. ¡YO!

- Gracias por ese dato innecesario de que os acostasteis.- dije yo.

- Pues te lo hace...

- No quiero saberlo.- le interrumpió asqueada y ella río.

- Me dijo que no quería que fuera cosa de una noche.- dijo todavía eufórica.

- Me encanta, cuñada.- le digo y ella se ríe.

- Iré a despedidos al aeropuerto.- dijo.- Me voy a la ducha.- dijo y colgó.

En ese instante, Hiro gritó mi nombre desde abajo. Sorprendida, bajé y él estaba abajo sentado en la escalera.

- Vaya. Esto sí que no lo esperaba.- dijr llegando hasta él.

- Estoy confuso, ángel pelirrojo.- me dijo y yo le abracé.

- ¿Quién osa confundir a mi Charles?- dije yo.

- El ángel rubio.- dice al instante.- Voy a por ella, la llevo al baile, bailo con ella, hago que lo pase en grande, ¡la llevo a casa! Y cuando le voy a besar me dice que no quiere acabar con nuestra amistad por un calentón. ¿¡Te lo puedes creer!?- acabó chillando y Julio nos miró porque le molestamos y yo le sonreí incómoda.

- Seguro que es porque estaban sus padres mirando por la ventana. Ya sabes que no le dejan tener contacto con chicos. La madre todavía monta un drama cada vez que va a entrenar al surf.- le aseguro.

- ¿Y si no es así? Dejé plantada a Sky por ella.

- Pero, ¿Alice te hace tilín?- pregunto y él se ríe por la expresión.

- Desde siempre, Sam.- me dice mirando al techo.- No la entiendo, de verdad. Me supera.

- Te diré lo que tienes que hacer, pero no le digas que es idea mía, así te sumas más puntos.- dije y él asintió.- Ponte guapo, bueno, guapo tipo elegante, como anoche. Ese traje te quedaba de miedo, campeón.- le dije y él se sonrojó, tan mono...- Vas a su casa y le hablas claramente a los padres, dile que quieres a su hija y todo eso que nos dices a nosotras de que al final ella lo va a pasar mal en la universidad si la siguen protegiendo. Dile que te pasen el relevo y que ahora la cuidas tú. Si ellos dicen que sí, ella será feliz. Pero antes de ir, llámale y dile qué sientes y que vas para allá.

Me mira sonriendo.

- ¿Qué haría sin ti, ángel pelirrojo?- me dice y me da un beso en la mejilla.- Si sale bien, te pongo un mensaje. Me voy, tengo una rubia que conquistar.- dice y se va así cómo así. Yo comecé a reír. 

Tres horas más tarde Sarah y Julio nos llevaban al aeropuerto.

- Dios, Sarah, el coche está hecho una mierda.

- Si no lo ensucio, no tendrás nada que limpiar.- dice ella y yo e Isaac nos miramos mientras ella sonría.

Cuando ya estábamos casi en la puerta de embarque, estaban Evan, Ronnie y Mara con un gran cartel de despedida. Inevitablemente lloré de emoción y le di un gran beso a Evan hasta que Isaac nos separó enfadado, cosa que hizo gracia a Sarah y a Mara.

- Sam, Sam.- me llamó Ronnie.- Gracias por cuidar de Evan, mi papá. Yo quiero que seas mi mamá. ¿Serás mi mamá?

- Seré lo que tú quieras.- le digo y me da un abrazo y con sus diminutas manos me da palmaditas.

- Os veo el año que viene.- digo antes de desaparecer.

After HogwartsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora