Capítulo 34. Los Griffiths

186 17 1
                                    

MARATÓN FINAL (4)

Llegué hasta la orilla y tiré varias piedras con furia al agua, cosa que casi le da a un señor mayor que se ejercitaba un poco más allá. Me llevé las manos a la cabeza algo desesperada. Quería gritar pero no podía. Así que me senté en la orilla.

Alguien se sentó a mi lado. Esperaba ver a alguno de mis hermanos o incluso a Lily Potter, pero en su lugar estaba Malcom. Bufé y giré la cara groseramente, esperando a que se fuera. Pero no se fue, se quedó a mi lado mirando el otro lado del lago.

- Creo que Jane habla demasiado.- me dice tras un rato. Iba a contestarle con un: ¿y a mí qué? pero continuó hablando.- Por eso ayer empezamos con mal pie.- me tendió su mano.- Hola, soy Malcom, mi padre es el alcalde del pueblo y a mí me gusta conocer gente nueva. Encantado.- me dijo sonriendo, pero como no le di la mano, él cogió mi mano y se estrechó la suya.- Y tu nombre es...

- Sam. Sólo Sam, no Samantha.- le dije de forma clara.

- ¿Sabes eso que dicen de que las rubias o son tontas o son malas?- esa pregunta me desconcertó.- Pues tienes que saber que mi hermana no tiene ni un pelo de tonta.

- Eso es llevarse bien con tu hermana y lo demás es tontería.- le dije sarcásticamente.

- Uh, sarcasmo. Qué bien nos vamos a llevar tú y yo.- dijo sonriendo.- Es la hermana que peor me cae, Taylor es con la que más trato, sólo que tiene tres años.

Eso me hizo sonreír sin querer.

- Anda, pero si sabes sonreír.- dijo haciéndose el impresionado.

Eso me hizo reír y él rió conmigo.

- No quiero mentirte, pero Jane es una caprichosa que siempre consigue lo que quiere. Una vez en Ivelmorny vi como una chica se quitaba los zapatos y se los regalaba.- le miré algo curiosa.- Y se ha encaprichado de tu amigo.

Esa maldita palabra cada vez dolía más.

- Yo que tú no me metería, ya lo sabemos ¿no? Es rubia, la acabará cagando.

- ¿A ti también te ha contado Charlie boca chancla lo que pasó o qué?

Él se rió.

- Me lo dijo mi hermana. Ya sabes, eso que se suele contar a los amigos pues ella me lo dijo a mí. "Cómo sólo son amigos con una tapadera no estaría en terreno peligroso"- dijo con una muy mala imitación. Yo reí por lo bajo.- Siento que sea así, pero en serio, si lo consigue se acabará hartando de él o sino ella sola se lo estropeará.

- La comida.- vocifeó Ginny desde mi casa. Sí, como predijeron estaríamos todo el día juntos.

- Nos vemos luego, Malcom.- le dije y entré a comer algo más calmada.

Cuando acabamos de comer, James me abordó en el porche, durante la comida a penas había hablado y evitaba su mirada de forma algo notoria.

- ¿Qué te ha pasado antes?- me preguntó, a lo que yo bajé la mirada.

- Nada.- dije e intenté bordearle pero me cortó el paso.

- Solo Sam, los dos sabemos que cuando dices nada, un mundo pasa por tu cabeza.

- En serio, Potter, no te preocupes. Ha sido que pensaba que nos iban a pillar y yo a mi madre la quiero mucho.- miré por la ventana y vi a Ginny y a mi madre riéndose a carcajadas mientras frenaba la vajilla.- Solo tenía miedo de hacerle daño. Pero, eh, Jane tiene controlado los horarios mejor que yo, no nos pillarán con ella de nuestro lado.- intenté no sonar muy falsa pero como no lo conseguí debía irme para que no me lo sacara.

Ahora sí conseguí sobrepasarle y llegué hasta mis hermanos que iban a casa de los Griffiths. Bordeamos todo el lago en silencio, la verdad es que estaba hasta arriba y si hablaba, con la caminata, iba a acabar echando la pota. Cuando llegamos una chica morena nos abrió.

- Jane, tus amigos han llegado.- dijo hacia dentro de la casa.

Jane, mi ahora declarada enemiga número uno, incluso por encima de Tina, salió con un espléndido bikini. Estaba claro que sino conseguía a James a Jack, Charlie o Luke los tenía en el bote.

- Vamos a navegar o qué.- dijo Harry, haciendo que las miradas de mis hermanos se dirigiesen a otro lugar. Por eso es mi favorito.

- Sí, nuestro bote es genial, tiene una hélice que se mueve con.- dijo el nombre de un animal que no entendí.- por eso puede ir muy rápido.- dijo ella y a punto de que cerrara la puerta, Malcom sacó su enorme pie para detener la puerta y salió con nosotros.

- ¿Quién quiere hacer ski acuático?- preguntó él. Harry fue el primero en levantar su mano con un repetido yo.

Jane iba a la cabeza con mis hermanos, todos ellos porque Harry no quería quedarse sin probar aquello. Yo me quedé más atrás con Malcom.

- Sois muchos, ¿no?- me preguntó.

- Falta Ken, que está con su novia en la casa.

- Todos chicos, desearás huir de casa.

- No te creas, en el fondo se les coge cariño.- sonreí.

- ¿No viene tu amigo?

- Iba a hacer algo con su hermano.- me inventé rápidamente.- ¿Y vosotros cuántos sois?

- Pues cuatro, yo soy el mayor, luego van Jane y Claudia y por último mi pequeña Taylor.

- Tampoco sois pocos.

Llegamos hasta un gran bote y nos subimos. Jane se puso a los mandos cosa que me daba un pánico tremendo, pero que Malcom fuese el que estuviera amarrando a Harry me daba más seguridad. Me senté en los bancos y miré hacia el lago. La mayoría de las personas que vivían aquí eran señores mayores, de unos ochenta hacia arriba o familias con hijos pequeños. Deseaba ir al pueblo de verdad a hacer algo que no fuese estar ahí, mirando el agua. Vi a James jugando con Lily y no pude evitar que mi corazón temblase. Maldito Potter, ¿por qué me tuve que enamorar de él?

Cuando Harry acabó su turno, decidí que era mi turno, pero acabé casi ahogada y Jack me tuvo que rescatar mientras Jane no paraba de reír y acelerar aquel trasto. Malcom la tuvo que apartar y frenar. Cuando llegué a la orilla estaba más que destrozada, para colmo el bañador casi se me rompió. Como ellos seguían dando vueltas por el lago, me permití el lujo de gritar de frustración. Eso llamó la atención de James que abrió la puerta y me miró curioso. Me giré hasta mi casa y cerré la puerta con fuerza y volví a gritar aunque algo más ahogada.

- Sam, por Merlín.- dijo mi madre y levanto la vista. Tenemos visita y yo mojando el suelo y gritando. Genial, Sam, eres un hacha, chica.- Saluda a los Griffiths cariño. Esta noche vamos a cenar a su casa.

No tenía ni que decirme que eran ellos. Jane era un mezcla perfecta de ambos padres. Saludé y me excusé para cambiarme. Una cena con Jane, lo que más estaba deseando.

Andrea 🎁

After HogwartsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora