Capítulo 68: Ratoncita

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¡Felicidades ratoncita!

¡Vaya! No me puedo creer que tengas ya veinticinco años, y menos aún que te esté escribiendo una carta para felicitarte.

Me hubiera gustado despertarte cantándotelo, como siempre hemos hecho, o al menos que estuvieras aquí, para poder decírtelo con mi propia voz. Aunque lo entiendo. Entiendo porque no estás con nosotros. A parte de que quieras pasar este día con tu familia, y tener tu "desayuno de cumpleañera", que seguramente te haya preparado Ginna.

Me gustaría decirte muchas cosas, demasiadas, tantas que se amontonan en mi cabeza y no me dejan pensar con claridad. La primera es que te echo de menos. Hablar, reírnos... Todas esas cosas que he perdido.

Quizás sea mejor escribir esto, así al menos no tendré que escuchar tus replicas cargadas de enfado, aunque tal vez no te des cuenta de que te lo estoy diciendo de corazón. Lo último que quiero es que estés mal, que sufras. Y menos debido a mí. Pero veo que eso es lo que he conseguido. Me alejé por ese motivo, y ya ves... No consigo hacer las cosas correctamente ni una sola vez.

Creo que lo estoy haciendo de pena. De nuevo. Pero es que ya llevo diez intentos. Y de todos ellos este es el mejor, así que imagínate los demás.

Me voy a centrar en lo importante: tu cumpleaños. Recuerdo como si fuera ayer cuando la tía Rose nos dijo que estaba embarazada, por lo que tendríamos un primito. Yo me puse muy contento porque así podría jugar con él, y molestarle igual que hacía Dean conmigo. Y llegaste tú. Eras tan pequeñita... Me daba miedo tocarte porque pensaba que te romperías. Y no te voy a mentir, también me defraudaste un poco. Para empezar no eras un chico, así que no podríamos jugar al balón ni a las peleas, o eso era lo que pensaba. Después eras un bebé, no andabas, no hablabas, no hacías nada en absoluto, y aún así me pasaba todo el día de visita mirándote dormir. Eras relajante. Creciste, y te convertiste en mi mejor amiga, mi confidente, la única persona con la que me sentía realmente a gusto, yo. Siempre estaré agradecido por ello, y porque estuvieras, y estés a mi lado, aún en los malos momentos.

Creo que va siendo hora de que te explique mi regalo:Un jersey. Pero no cualquier jersey. Es el que llevabas el día en el que te fuiste, en el que te alejaron de mí y sentí como mi vida se paraba. Fue una de las cosas de las que jamás me pude deshacer. No pude tirarla, ni tampoco guardarla con las demás. Conservaba tu olor, tu calor, aún después de haber estado tirado en el suelo al lado de la cama. Así que me lo llevé conmigo y lo mantuve siempre cerca. Cada vez que sentía que no podía continuar. Cuando quería darme por vencido. Ahí estaba. Me dio animo, vida.

Pero ahora estás de vuelta, y ya no lo necesito porque quiero que seas tú la que me ayude a seguir adelante. Quiero que seas la que me haga luchar día tras día, sentir, saber, que saldremos de esta, que las cosas se solucionaran. Como haces siempre.

Por último, casi se me olvida, quiero darte las gracias por el precioso regalo que me hiciste. No consigo entender como logras hacerlo. Todos los años tienes el regalo perfecto para mí. Espero llegar a estar a la altura en algún momento.

Te quiero ratoncita

Siempre, aunque no lo parezca

¡Feliz cumpleaños!


P.D: siento no poder expresarme de otra forma, una que aclare todo lo que siento y pasa por mi cabeza. Tal vez algún día...

Te quiero

Te quiero

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Una chica Sobrenatural (#wattys2017) [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora