Nunca me habían gustado las despedidas. Y cuando Ginna empezó a llorar, no pude evitar que se me encogiera el corazón. Eso era lo que más me molestaba de volver a casa. Pero esta vez me juré que tardaría menos en volver.
Tan solo llevaba una semana fuera y parecía que el mundo estaba a punto de acabarse o explotar. Dean y Sam no habían dejado de llamarme para ponerse verdes el uno al otro y quejarse. Y más aún después del último caso donde algunos secretillos habían quedado al descubierto. Dean reprochó a su hermano su absoluta falta de interés por encontrarle y sacarle del Purgatorio. Sam se enteró de lo que Benny era. Lo que me extrañaba es que no se hubiera dado cuenta después de haber acudido en su ayuda. Ahora Sam decía que no se fiaba y había pedido a otro cazador, Martin, que lo vigilara, aunque de esto Dean no tenía ni idea, y me molestaba tener que ocultárselo. Aún así lo hice.
- Entiéndele tú a él Sam ¿No es eso lo que le pides? Aplícate el cuento.
- Es completamente diferente.
- ¿Sí? Lo único que me importa a mi es que Benny le ayudó a sobrevivir en el Purgatorio. Yo hubiera hecho exactamente lo mismo. Lo hice. Y a ti no te pareció mal – dije refiriéndome a mi escapada del Infierno acompañada por uno de mis captores "rehabilitado".
- El tuyo era humano – replicó. Que cabezotas podían llegar a ser. Se habían empeñado en no dar su brazo a torcer y preferían estar enfadados a comunicarse como personas normales.
- Después. – puntualicé - ¡Pero qué más da! Él te engañó. Tú defraudaste. – no particularicé el quién para que se diera cuenta de que yo me incluía en esa parte. – Estáis en paz. Sois hermanos, solo os tenéis el uno al otro. No podéis estar como dos niños enfurruñados. Y metiéndome a mí en medio siempre. – a veces, cuando me escuchaba diciendo esas cosas me parecía ser su madre, más que su prima pequeña.
- Cierto. Lo siento Lexi.
- Da igual. Ya estoy llegando – quise cambiar de tema, pero también era verdad. Ya tendría mucho tiempo para escuchar sus peleas y mediar en sus riñas.
- Ok. Nos vemos pronto. – dijo algo que hizo que no colgara el teléfono - Te he echado de menos.
- Yo también.
- Te quiero.
Colgué.
Cuando Sam se había ido de casa, tuve tiempo para pensar. Quería estar con él, eso lo tenía más que claro. Pero quería ir despacio, tomarnos el tiempo necesario. No quería que las cosas se precipitaran y terminar estropeándolo todo. Aunque me muriera de ganas de ir corriendo, saltar a sus brazos y besarle hasta no tener más remedio que separarnos. Por eso no le dije que también le quería.
Mientras recorría los últimos kilómetros pensé en que me podía haber ahorrado todo el trayecto si hubiera utilizado mis dones. Ahora estaría allí, descansando, y no con dolor de cuello debido a la postura. Pero algunos inconvenientes habían pesado demasiado. El primero era que tendría que haber dejado mi coche en casa de Ginna, y lo necesitaba. Dos, no tenía todas conmigo, no estaba segura de poder hacerlo. Tal vez esta última razón fue la que más peso tuvo y me sacó la idea de la cabeza.
ESTÁS LEYENDO
Una chica Sobrenatural (#wattys2017) [EDITANDO]
FanfictionLexi siempre pensó que su padre la había abandonado, pero un día descubre la verdad y su mundo cambia. Tendrá que elegir entre vivir en ese nuevo mundo lleno de misterios y peligros u olvidarlo y seguir con su vida normal. Una novela basada en la se...