Las semanas siguientes fueron días de muchos cambios. El primero de ellos tuvo lugar a las dos semanas de los incidentes. Estábamos de nuevo en clase, ya que el mundo parecía haberse calmado.
- ¿Entonces vamos al cine el sábado?
- Claro, estrenan esa peli que tenias ganas de ver, ¿cómo se llamaba?
- Yo no voy a poder ir.
- ¿Y eso?
- Es que nos mudamos.
- ¡¿Qué?! – la cara que se nos había quedado a todos después de que las palabras saliesen de la boca de Elle debió de ser un poema. Cómo era eso de que se mudaba, por qué.
Nos explicó que desde que había pasado todo, todavía ni se atrevía a decirlo con palabras, no podía dormir por las noches, tenía pesadillas todos los días, se levantaba sudando y chillando. Le daba miedo estar en las clases, incluso en los pasillos. Temía encontrarse con Eve, y aunque no lo dijo exactamente, también tenía miedo de Dan, debido a que le había atacado el día de mi cumpleaños. Sus padres habían decidido que lo mejor para ella sería cambiarse de colegio, así que habían preparado todo, tanto en el instituto como en sus respectivos trabajos, para poder mudarse. Lejos, a Maine. Intentamos convencerla de que no se fuera, de que todo eso sería pasajero, que en un futuro no muy lejano se arrepentiría de esa decisión, pero la verdad es que no podíamos culparla ni hacer que no se fuera, ya que todos nos habíamos dado cuenta de lo mucho que había cambiado en tan poco tiempo. Elle siempre había sido una chica alegre, le gustaba hablar con todo el mundo, aunque con los chicos tenía más vergüenza, le gustaba pasear con sus perros, montar en bicicleta, siempre estaba de buen humor y tenía una gran sonrisa para todo el mundo. Pero desde que Dan la había atacado, las cosas habían cambiado, y no solo en lo referente a su relación, que se había enfriado, llegando incluso a no quedarse nunca a solas con él. Había cambiado, ya no sonreía nunca, no reía, prefería que sus padres la llevaran y la recogieran de las clases, había dejado de ir a natación, y casi nunca quería salir de su casa. Todo le había afectado de una forma diferente que a los demás. Y probablemente, le iba a costar superarlo. Así que aunque me doliese muchísimo que se fuera lejos de nosotras, le deseaba que encontrara un lugar en el que pudiese ser ella de nuevo.
Nos olvidamos del cine y fuimos a su casa a ayudarla con las últimas cosas. Verla vacía me revolvió algo por dentro, me entró una especie de mala sensación, de soledad. Y como no podía ser de otra forma, el sábado por la mañana terminamos entre mares de lágrimas, jurándonos que hablaríamos todos los días, y que siempre que alguno pasase por allí la iríamos a visitar, o viceversa. Verla irse nos sumió en la tristeza.
No fue hasta ese momento en el que me replantee la idea que había tenido. Tal vez si no les hubiese contado la verdad, si no les hubiese dicho que su maravilloso mundo está inundado de seres sobrenaturales, tal vez no hubiera pasado nada de eso. Pero tenía que darles una explicación a lo que habían visto, y explicar la presencia de un ente trasparentoso en medio del salón no era muy sencillo. Aún así lo hice, y pareció que se lo creyeron, aunque no todos lo aceptaron de igual manera. Fue Alex la única que no dudó ni un instante y pareció que no le daba más importancia, como si toda su vida hubiera estado viendo fantasmas y cosas así.
No habían pasado ni dos semanas desde que Elle se había marchado cuando Dan nos dió otra mala noticia. Sus padres habían decidido mudarse. Se iban a San Francisco. Aunque esta vez no era por petición de él. La gente se había enterado de lo que había sucedido en mi casa el día de mi cumpleaños, no estaban seguros de cómo había sucedido ni el qué, pero cada vez que le veían por la calle empezaban a cuchichear, le miraban mal, se apartaban de él. En clase incluso habían llegado a no querer sentarse a su lado. Aunque a Dan todo eso le daba bastante igual, ya que lo había sufrido desde hacía demasiado tiempo. Desde que se atrevió a confesar su homosexualidad, cosa que a los trece años, a los niños no les hace demasiada gracia. Desde entonces estuvo soportando bromas, burlas e insultos de todo tipo. Así que algunas más no le molestaban, pero a sus padres sí. Así que decidieron irse.

ESTÁS LEYENDO
Una chica Sobrenatural (#wattys2017) [EDITANDO]
Fiksi PenggemarLexi siempre pensó que su padre la había abandonado, pero un día descubre la verdad y su mundo cambia. Tendrá que elegir entre vivir en ese nuevo mundo lleno de misterios y peligros u olvidarlo y seguir con su vida normal. Una novela basada en la se...