Capítulo 71: La mazmorra

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¿Estaba soñando?

Me había quedado dormida y la consecuencia era esa; escuchar su voz, verle con los ojos entreabiertos, mirando a todos lados. Pero cuando Dean se acercó hasta nosotros, supe que no.

¡Estaba despierto!

- Tenemos que ir a la habitación. Es él. – se incorporó bruscamente, produciendo que volviera a tener que apoyarse en la almohada.

- Tranquilo – le dijo Dean agarrándole para que no volviera a intentarlo.

- Estamos en casa – susurré todavía sin creerme que hubiera despertado.

Me levanté y me asomé a la puerta para llamar a Castiel, quien venía por el pasillo.

Mis alas habían desaparecido en cuanto Sam pronunció mi nombre.

- Está despierto – le anuncié contenta y temerosa al mismo tiempo.

Entramos juntos en la habitación, encontrándonos a un Sam ya de pie y como si no hubiera estado más de una semana sin dar señales de vida. Dean le contó todo lo sucedido. Y él nos informó que estando en el hotel escuchaba un ruido atronador en la cabeza, que se intensificó cuando llegamos a la puerta con todas las cajas de libros. Después no recordaba nada más, ni siquiera como le arrastré de nuevo a la habitación. Castiel apuntó que el dolor de cabeza era, probablemente, debido a la sintonización con Metatron, al haber iniciado las pruebas. Cuanto más lejos estaba de él, menos dolor, y viceversa.

Yo lo único que quería era quedarme a solas con él. Llenarle de besos y pegarle por lo que me había hecho sufrir. Pero no tuve la oportunidad, ya que todos se fueron de nuevo a la biblioteca a continuar con la investigación. Pensaban que ocho ojos serían más efectivos que cuatro.



Era lo que más odiaba. Horas de investigación que no nos llevaban a ningún lugar. Sabíamos lo mismo que cuando nos habíamos sentados horas antes, días antes.

Tras un corte de Dean, vi como Castiel se iba con la cabeza gacha. Decidí ir tras él. Además, quería hablar.

- Cas – dije detrás de él. Se paró y dio la vuelta, mirándome. - ¿Quieres que hablemos?

Caminé hacia mi habitación, esperando que no opusiera resistencia

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Caminé hacia mi habitación, esperando que no opusiera resistencia. Escuché sus pasos detrás de los míos. Me senté en la cama.

- ¿Cómo estás? – pregunté.

- Bien. La herida se curó del todo. Gracias de nuevo. – estaba frente a mí, de pie.

- No me las des. Tú harías lo mismo por mí.

- No te hace falta. Tú eres capaz de curarte sola. No necesitas...

- Ya Cas. – le corté antes de que continuara con sus racionales explicaciones para todo, incluso para un "de nada". - ¿Qué pasó? – me miró como si no supiera lo que le estaba preguntando - En la cafetería y con Crowley.

Una chica Sobrenatural (#wattys2017) [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora