Capítulo 2

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"A veces la desilusión es buena, te hace poner los pies sobre la tierra."

Dos semanas después del encuentro por Omegle, Leila y Félix, que habían continuado hablando por Facebook y WhatsApp, organizaron una nueva charla grupal por Skype que fue tan divertida como la primera. Lo único feo fue que esta vez Jony estuvo más pendiente de su celular que de nosotros, pero aun así participó en algunas conversaciones y, aunque odiaba admitirlo, me caía cada vez mejor.

—¿Qué les parece si hacemos un pin-pon de preguntas y respuestas? —propuse luego de que las bromas cesaran—. Para conocernos mejor… —agregué al ver que nadie opinaba nada.

—Me parece una buena idea —aceptó Jony y los otros asintieron a favor—. Empiezo yo, ¿tenés novio? —me preguntó haciendo que me sonrojara, pero a la vez me sorprendió para bien.

—Yo… —No sabía que decir. —Yo tuve la idea así que yo empiezo —sonreí al ver que había podido liberarme de la pregunta, al menos por unos segundos—. ¿Cuál es tu mayor sueño?

—Ir a Tomorrowland —dijo sin dudarlo—. Ahora yo. ¿Tenés novio?

—Que pesado que estas —se metió Leila.

—No te pregunté a vos —se defendió.

—Pero todos tenemos que responder las preguntas, así que esperá a que ellos respondan sobre sus sueños —le dije victoriosa.

Aun así no me salvé porque apenas contestaron los otros, volvió a atacar.

—No, no tengo —respondí secamente—. ¿Vos?

Dudó por unos segundos y finalmente respondió.

—Por ahora no.

Ese por ahora no me gustó nada. No entendí muy bien por qué me había chocado tanto, pero me sentí rara después de que lo dijo.

—Yo estoy soltera y feliz —respondió Leila. Su novio Había cortado con ella cuando empezaron las vacaciones ya que se iba a Brasil y “no quería estar atado a nadie.” Sufrió unas semanas, pero después de varias charlas y de muchos días logró recuperarse. Ahora estaba contenta con su soltería y había prometido no volver a salir con un chico durante mucho tiempo, aunque a mí me parecía que no iba a poder cumplirlo.

—Las relaciones no son lo mío —dijo Connor.

—Que estés solo no quiere decir que no quieras… —opinó mi amiga.

—Soltero, nunca solo.

—Demasiado creído —volvió a opinar abiertamente.

—Por mi parte —los interrumpió Félix—, estoy esperando a la chica ideal.

Sus amigos largaron una carcajada y nosotras quedamos sorprendidas con su confesión.

—Esperando no vas a conseguir nada —lo aconsejó Connor—. Es preferible ir probando.

—Por eso nadie quiere estar cerca tuyo —le dijo Jony ganándose una piña en el hombro.

—Vos fuiste el que me dio ese consejo. ¿Cómo es que siempre decís? —le preguntó obligándolo a hablar.

Se aclaró la garganta y después dijo.

—Nada de otro mundo. Simplemente creo que todos estamos destinados a estar con una persona. De ahí a que la encontremos o llegue a pasar algo con esa persona depende de nosotros.

Lo miré sorprendida por la profundidad de sus palabras. No sabía si estaba muy de acuerdo con eso del destino, pero me asombraba que un chico pensase aquello. La primera conclusión que saqué fue que debía ser muy sensible. No todos llegan a razonar de esa manera y mucho menos se animan a decirlo tan abiertamente como él.

La distancia no es el fin (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora